Los mercados de materias primas se están viendo alterados de manera inédita en todo el mundo debido al impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Pero estos sobresaltos en los precios no son solamente un efecto de las duras sanciones que los países de Occidente le han impuesto a Rusia. El valor de las materias primas se encuentra por las nubes desde el momento mismo de la invasión de las tropas de Vladimit Putin porque se generaron interrupciones en el abastecimiento al producirse un bloque en los normales flujos de granos y metales desde esa región hacia el resto del mundo.
Es que ambos países tienen un rol clave en los mercados globales de materias primas ya que exportan gran variedad de alimentos básicos.
No estamos hablando de un tema menor. Entre ambos exportan enormes cantidades: trigo, cereales, petróleo, gas natural y carbón, oro y demás metales preciosos.
Por un lado, la guerra está afectando la producción interna de cada país. Por otro lado, impacta en cadenas de abastecimiento claves para los demás estados del mundo, causando un alza sin precedentes en los precios.
Estos acontecimientos fueron descritos como una verdadera catástrofe por algunos países, en particular los más débiles económicamente hablando.
Los analistas alertan que los efectos serán parte de lo que denominan como una “inédita inestabilidad extrema” de los mercados.
Todos os países han cambiado sus perspectivas acerca del crecimiento económico en 2022 y 2023, la mayoría son naciones que todavía se encuentran en plena recuperación de la pandemia de covid-19.
Estas cuatro exportaciones son clave y sus mercados están gravemente alterados por la invasión en Ucrania:
Energía: petróleo y gas
La economía rusa está sustentada en gran parte por la exportación de petróleo y gas.
Tanto así, que es el tercer exportador de crudo a nivel mundial (luego de Estados Unidos y Arabia Saudita) y es uno de los más grandes exportadores de gas.
Antes de que comience la guerra en su país vecino, Rusia brindaba 1 de cada 10 barriles de petróleo que se consumían en todo el mundo.
Pero actualmente, con la invasión, y las medidas estadounidenses, canadienses y británicas en cuanto a la prohibición de la importación de petróleo y gas de Rusia, el mercado global del crudo está enfrentando su mayor agitación desde la década del ‘70.
Los expertos señalan que probablemente los precios sigan aumentando mientras dure la guerra, debido a que no hay muchas alternativas que reemplacen las exportaciones rusas de más de 4,5 millones de barriles por día.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo dijo que no va a ser fácil hallar esas alternativas, según le señaló a los medios el propio Mohammad Barkindo, secretario general de la OPEP.
Barkindo agregó que no existe capacidad en ninguna región del mundo que reemplace la producción de Rusia y que no tienen ningún control sobre estos sucesos ni sobre la geopolítica.
Hasta incluso los países que importan energéticos rusos en bajos niveles van a sentir el impacto, porque probablemente las medidas hagan subir los precios de venta a mayoristas, que ya se encuentran altos.
Alimentos: trigo, maíz, girasol
En este sector, Rusia y Ucrania son grandes exportadores de alimentos.
Ambos países, que se conocen como el granero europeo, representan el 30 por ciento de las exportaciones a nivel global de trigo y 20 por ciento de las exportaciones de maíz, según estadísticas de la financiera JPMorgan.
El país conducido por Volodímir Zelenski es el más grande productor de aceite de girasol en el mundo, seguido por su rival bélico actual, Rusia, que está en segundo lugar.
Sumando las producciones de los dos países representan el 60 por ciento de la producción global.
Los precios del trigo en algunos mercados de futuros están cotizando en máximos de catorce años.
Como se sabe, el trigo y el aceite de girasol son productos básicos importantísimos que se utilizan en gran cantidad de productos alimenticios.
Entonces, si en su cosecha, procesamiento o exportación hay obstáculos, los países importadores deben encontrar alternativas que reemplacen estos suministros.
Los expertos indican que el efecto de la invasión rusa en Ucrania en la producción de estos alimentos puede hacer aumentar en un 100 por ciento los precios del trigo en el mundo.
Esto puede afectar de modo grave a muchos países que se sustentan de estas importaciones de granos de la zona del Mar Negro.
Países como Turquía y Egipto importan más del 68 por ciento del trigo de los dos estados en conflicto. Además, Ucrania es el principal abastecedor de maíz en China.
David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos, señaló en una entrevista con la BBC que la suba de precios de los alimentos por la guerra ruso-ucraniana posiblemente tenga graves consecuencias en los países con menos recursos a nivel mundial.
Agregó que en Líbano, más de la mitad de sus granos se importan desde Ucrania. Además de países como Túnez, Yemen y Siria, entre otros, que dependen de este estado europeo para que les provea granos.
Metales: un mercado completamente distinto
Rusia, además, es uno de los proveedores más importantes en el mundo de metales utilizados en casi todos los productos del supermercado y la industria, como latas de aluminio, cables de cobre y elementos que componen los carros.
Se trata del cuarto exportador mundial de aluminio y uno de los cinco productores más importantes del mundo de otros metales como cobre, acero, paladio y níquel.
Su rival, Ucrania, es otro productor clave de metales industriales y tiene un papel importante en la exportación de platino y paladio.
Estos datos muestran que, por la guerra en Ucrania, se podría observar un alza en los precios de los productos enlatados y los cables de cobre.
Matthew Chamberlain, director de la London Metal Exchange, dijo en una entrevista con la BBC que vieron que el aluminio y el níquel subieron un 30 por ciento desde el comienzo de este 2022, y eso se va a transmitir a los clientes cuando adquieran sus bebidas enlatadas de aluminio, o cuando renueven sus casas y requieran cobre para los cables, ejemplos de productos que tienen precios impactados por la presión inflacionaria general.
No sólo ello, sino que Rusia además es el tercer productor de oro en el mundo, luego de Australia y China.
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Según indicó el Consejo Mundial del Oro, en el 2021 Rusia ha abastecido más de 348 toneladas de oro.
Este metal precioso ha alcanzado su valor más alto este mes, algo que no se veía desde mitad del 2020, cotizando a más de 2 mil dólares la onza.
Esto es también por la llegada al oro de capitales de inversionistas que están buscando un lugar seguro en momentos de incertidumbre de los mercados.
El precio de los demás metales se ha disparado por los temores de que se interrumpa el suministro de los dos países en conflicto.
A comienzos de este mes, el níquel, utilizado en baterías de coches eléctricos, subió un 75 por ciento; y el paladio, que se usa en los convertidores catalíticos de automóviles para disminuir las emisiones, ha alcanzado niveles récord.
Los expertos indican que las interrupciones en el abastecimiento de paladio pueden ocasionar grandes problemas para las compañías que fabrican coches.
Daniel Briesemann, del Commerzbank alemán, señaló que Rusia representa casi el 40 por ciento de la producción global de este metal. Además, explicó que los cortes de abastecimiento no pueden compensarse en otras regiones, por lo que el mercado está en peligro de caer en un déficit nunca visto.
Neón, clave en el negocio de los chips
Ucrania, por su parte, es uno de los proveedores más importantes de gases purificados como es el neón y el criptón, el primero, clave para la fabricación de semiconductores.
Según Trend Force, el país europeo hoy invadido por Rusia representa más del 69 por ciento de las exportaciones en el mundo de gas neón purificado, utilizado para fabricar los láser que se usan para grabar patrones en semiconductores.
Además, por encima del 90 por ciento del neón que se utiliza en la industria de chips estadounidense proviene de Ucrania.
De este modo, las alteraciones en su suministro pueden hacer empeorar la escasez de microchips, algo que ya ha sido un grave problema el año pasado.
Tim Uy, de Moody’s Analytics, dijo que el suministro ruso en más del 39 por ciento global de paladio y el abastecimiento ucraniano del 69 por ciento mundial de neón podría generar que la falta de chips en el mundo empeore si continúa la guerra.
En el conflicto bélico de 2014 y 2015 en Ucrania, los valores del neón subieron bastante, algo que muestra la gravedad de este tipo de sucesos para la industria de los microchips.
Las compañías de semiconductores representan casi el 71 por ciento de la demanda total del gas purificado neón, debido a que es una parte esencial del proceso litográfico para fabricar chips.