El petróleo sigue consolidado en su tendencia alcista después de que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) dijera hace unos días que sospecha de un gran impacto en el abastecimiento global de crudo.
La causa es el aumento de las sanciones que se impusieron a Rusia por los conflictos bélicos con Ucrania.
La agencia, que integra más de 30 países y orienta a los estados centrales en relación a la política energética, expresó en un comunicado que la visión de una fuerte perturbación a gran escala de la producción rusa coacciona con producir un impacto global en la oferta de este mineral clave para la industria.
Además, la organización internacional dijo que el alza en el precio de las materias primas y las sanciones a Rusia tendrían impactos negativos en el crecimiento de la economía en todo el mundo.
También repercutiría en la inflación. Habla de un horizonte oscuro con escasez de oferta y de incertidumbre.
Estados Unidos y UK no compran petróleo ruso
Rusia es el exportador de petróleo y de productos refinados más importante del mundo, con 8 millones de barriles por día. Tanto EE.UU como el Reino Unido decidieron no comprar más petróleo de Rusia por la invasión en Ucrania.
En el caso de Europa, el sector vinculado a la energía se encuentra excluido de las penalidades de la Unión Europea, pero todos están en alerta.
La Agencia Internacional de la Energía indica que muchas compañías han decidido alejarse de la compra de crudo de Rusia por cuenta propia y cree que desde abril 3 millones de barriles rusos pueden no estar disponibles.
Debido a las pérdidas mencionadas, hay pocas señales de un crecimiento de la oferta o de una asignación importante de los flujos comerciales hacia otros destinos, indica la agencia.
Qué hace la OPEP
La OPEP y sus aliados (enmarcados en la llamada OPEP+), en el cual está abarcada Rusia, se están negando a incrementar la producción para aliviar el estrés del mercado. La estrategia es apenas un aumento gradual de 400 mil barriles por día todos los meses.
En lo relacionado a la demanda, la AIE cambió hacia la baja su estimación y ahora se espera que suba un 2 mbd este 2022, llegando a una cifra en casi 99,9 mbd.
Como señaló la página web Oilprice, la falta de petróleo crudo es una mala noticia para los consumidores de productos derivados de esta materia prima.
Aunque cuando se habla de estos productos, la escasez de diésel es potencialmente más grave que la escasez de crudo en sí.
Rowena Edwards, de la agencia de noticias Reuters, había informado a comienzos del mes pasado que la escasez de abastecimiento de petróleo crudo, gas y carbón estaba extendiéndose a los productos que derivan del petróleo, particularmente a los llamados “destilados medios”, el más conocido entre ellos es el diésel.
El combustible, que tiene su mayor mercado en el transporte de productos, se ha visto muy afectado en los confinamientos por la pandemia mientras se reducían las tarifas de transporte.
De igual modo, luego de la apertura en el mundo, cuando las economías empezaron su recuperación, el transporte volvió casi a la normalidad y la demanda de combustible diésel subió.
Sin embargo, la producción aún debe actualizarse, y no lo ha hecho.
El gasoil en el centro de la escena
Las existencias de gasoil en Europa se encuentran en su nivel más bajo desde hace catorce años y un 8 por ciento, o 35 millones de barriles, más abajo de los promedios de los últimos 5 años para este periodo del año.
En EE.UU, lo que sucede es todavía peor.
Allí, el inventario de gasoil es un 20 por ciento menor que el promedio estacional de unos años anteriores a la pandemia. Estamos hablando de unos 30 millones de barriles.
En Singapur, un núcleo importante del mercado de la energía, los inventarios de combustible diésel están 4 millones de barriles por debajo del promedio para esta época.
Analizando todos los mercados juntos, preocupa que las reservas combinadas de diésel en los Estados Unidos, países europeos y Singapur perdieron más de 100 millones de barriles que todavía no se reemplazaron.
UK pide más petróleo a los árabes
En este contexto adverso, Boris Johnson, el primer ministro del Reino Unido, ha visitado en la última semana de marzo los Emiratos Árabes y Arabia Saudita buscando un aumento de la producción del crudo y que los precios se controlen mediante un sistema más previsible.
El máximo funcionario británico arribó a Abu Dabi para hablar con el príncipe Mohamed bin Zayed y luego siguió viaje a Riad, en medio de una búsqueda por cortar su dependencia del petróleo de Rusia.
Johnson se ha reunido con el líder saudita Mohamed bin Salmán. Se trata de uno de los pocos gobernantes de Occidente en visitar Riad desde el homicidio al periodista de ese país Jamal Khashoggi, hace cuatro años.
El británico señaló que la visita, además, tuvo el objetivo de acrecentar las inversiones del Reino Unido en la energía verde, entre lo que se incluye un anuncio de más de mil millones de dólares del grupo energético Alfanar para un plan de producción de combustible de aviación realizado con desechos.
No es solamente fijarse en las naciones de la OPEP y observar lo que realizan para que la oferta aumente, pero eso es esencial, indicó Boris Johnson a diversos medios de su país.
Además dijo que cuando se observa la dependencia que los estados occidentales particularmente desarrollaron sobre el petróleo y gas ruso, se dan cuenta que ese fue el máximo error. “Putin ahora puede extorsionar a Occidente”, dijo
Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, los dos mayores exportadores de petróleo en el mundo, mantienen vínculos con Rusia y evitaron posicionarse contra Putin.
Pero el mandatario británico expresó antes de visitarlos que el impacto del ataque del país que gobierna Putin se va a sentir más allá de Europa.