- La alianza entre los fabricantes de vehículos Renault y Nissan comenzó en 1999 y desde entonces ha superado toda clase de complicaciones.
- La más grave se produjo cuando el CEO Carlos Ghosn, hasta ese entonces el más célebre líder de la industria automotriz, fue hallado culpable de numerosos cargos delictivos en Japón.
- La clave del nuevo acuerdo es la paridad de posiciones de acciones de una empresa en la otra.
Los fabricantes de vehículos Renault y Nissan sellaron una reorganización inédita del vínculo que los une desde hace más de veinte años.
La compañía francesa recortará del 43 por ciento al 15 por ciento las acciones en la empresa japonesa, logrando que ambas cuenten con la misma participación en la otra firma, según lo anunciado a comienzos de esta semana a través de un comunicado.
Gracias a este acuerdo, el fabricante japonés logrará su objetivo de equilibrar nuevamente una alianza que no estuvo libre de tensiones en el último tiempo y Renault logrará que Nissan realice inversiones en su sector de coches eléctricos.
Hace un tiempo que Nissan intenta poner un límite al control de la compañía francesa en su gestión, lo que siempre fue el motivo de tensiones entre las dos empresas.
A partir de este acuerdo ambas compañías serán iguales: su derecho a voto será el mismo para las dos, equivalentes al 15 por ciento de la participación. Con el sistema vigente en la actualidad, el fabricante japonés no tenía derecho a voto en la compañía francesa.
Las fabricantes señalan que este acuerdo asegura una gestión equilibrada.
Nissan y Renault y un nuevo escenario
El 28 por ciento restante de la participación del grupo francés en Nissan será transferido a un fideicomiso francés, donde los derechos a voto quedarán anulados para gran parte de las decisiones, aunque se mantendrán los derechos económicos.
“Renault permitirá al fideicomiso vender las acciones de la firma japonesa si las condiciones económicas son suficientes para el grupo francés, a través de un proceso organizado, pero no existirá ninguna obligación de venta en un plazo determinado con anterioridad”, aseguraron las compañías.
La operación está aguardando que sea aprobada por los consejos administrativos de ambas firmas, algo que se descuenta porque ambas empresas estuvieron de acuerdo en la comunicación de las novedades.
La alianza entre Nissan y Renault se despeja
Los ejecutivos de ambas empresas están trabajando en el acuerdo hace varios meses, con el objetivo de afianzar la relación y aprovechar al máximo la creación de valor para las dos compañías.
El grupo francés logra, renunciando a su dominio en la alianza, que el fabricante japonés invierta en Ampere, el negocio de coches eléctricos de Renault, para convertirse en un accionista mayoritario de la marca. No se cuantificó, por ahora, la cifra de la inversión.
Además se comprometieron a trabajar en conjunto en una serie de proyectos en Latinoamérica, India y Europa.
El acuerdo representa una de las modificaciones más importantes en la alianza entre los dos fabricantes de vehículos desde que comenzaron su vínculo en 1999.
En ese momento, el grupo francés rescató a Nissan, que estaba atravesando dificultades económicas, invirtiendo cerca de 4 mil millones de dólares.
Tres años después, la firma japonesa ingresó en el capital de Renault con una participación del 15 por ciento, pero sin tener derechos de voto.
A lo largo de los años, la compañía francesa fue incrementando su participación en Nissan. Carlos Ghosn, ex director ejecutivo de las dos compañías, fue uno de los actores principales en la relación y durante mucho tiempo se encargó de afrontar las tensiones y la desconfianza entre Renault y Nissan, que eran generadas en gran medida por las diferencias de poder entre los dos aliados.
Desde que Ghosn abandonó las compañías en 2019, luego de su detención en Japón por fraude fiscal, las dos firmas negociaron nuevos acuerdos para cooperar, hasta surgieron rumores de una posible separación, y añadieron un tercer fabricante de automóviles, Mitsubishi, que se encarga de cooperar con el desarrollo de las unidades de vehículos eléctricos.
El momento más tenso de la alianza se produjo ese mismo año, cuando surgió un rumor de que el grupo francés planeaba una fusión a la que la firma nipona se negó.
Equilibrio y acciones de Nissan y Renault
Las conversaciones para lograr cerrar el acuerdo firmado a comienzos de esta semana fueron complicadas, por diferencias en asuntos de propiedad intelectual y por la valoración de la unidad de negocio de vehículos eléctricos del grupo francés, según fuentes cercanas a la operación.
“Volver a equilibrar las participaciones de ambas compañías debería lograr que la alianza sea viable, mantener la cooperación y abrirse a nuevas oportunidades estratégicas”, aseguró en una nota pública Philippe Houchois, analista de la empresa de servicios financieros Jefferies.
Al tiempo que la firma nipona cerró con una pérdida del 0,7 por ciento en el mercado japonés, las acciones de la compañía francesa cayeron más de un 4 por ciento, llegando a los 36,50 euros en la Bolsa de París.
Renault, bajo la dirección de Luca de Meo, atravesó un año complicado: en mayo informó la venta de sus activos al gobierno ruso y renunció a la fabricación de automóviles en Rusia, que en ese momento era el segundo mercado.
Esta decisión, impulsada por la invasión rusa en Ucrania, le provocaron pérdidas superiores a los 2,4 mil millones de dólares y le ocasionó pérdidas de 1,7 mil millones en los primeros seis meses.
Nissan también vendió todas sus acciones a las autoridades rusas por un euro, lo que supuso pérdidas de 760 millones de dólares.
La industria en problemas
La industria automotriz está atravesando un momento complicado que también afecta a Renault y Nissan.
La escasez en el suministro de componentes y los elevados costos energéticos y de transporte impactaron negativamente en la oferta, y las matriculaciones de turismos cayeron un 4,5 por ciento en la Unión Europea, a pesar de haber registrado una recuperación en los últimos meses, según informó la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles.