- La compañía Chegg reconoció que su negocio de venta de guías educativas en línea está fracturado ante el ascenso de la IA generativa.
- La adopción de herramientas de Inteligencia Artificial se convierte en una alarma para el futuro de la educación de las jóvenes generaciones.
- Como consecuencia de esta advertencia, las acciones del área retrocedieron agudamente durante la jornada de este martes.
Este martes (02 de mayo), el pánico se apoderó de los inversores en acciones del sector educación, los cuales procedieron a la venta masiva. El resultado fue un agudo retroceso de las participaciones de numerosas empresas del área. Estas últimas sienten la presión del ascenso de las herramientas de IA generativa como ChatGPT.
El grupo de aprendizaje en línea, Chegg, sufrió una importante caída de sus acciones al ser la primera que reconoció fisuras. La compañía con sede en California informó que sus finanzas estaban seriamente afectadas como resultado de la creciente popularidad de la IA. Esta noticia tuvo efectos inmediatos en el resto de las empresas educativas de varios mercados.
En ese sentido, la plataforma Pearson, listada en la bolsa de Londres, sufrió una caída de 8,7% de sus acciones este martes. Muchas compañías vinculadas al aprendizaje temen que el rápido avance de la IA les afecte antes que a otros sectores. De hecho, la muestra de hoy evidencia que ya los problemas comenzaron.
Desde que ChatGPT apareció en la escena a finales del año pasado, se convirtió en una sensación para millones de personas. La herramienta ahora posee el título de ser la tecnología de mayor adopción desde sus primeras etapas de existencia en toda la historia.
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La caída de Chegg y el impacto en las acciones del sector educación
El calvario parece apenas comenzar para las acciones de las empresas dedicadas al sector de educación. Para evitar ser devoradas por el tsunami de la IA generativa, estas firmas se verán en la obligación de adaptarse a esa tecnología. Sin embargo, esto último supone un gran problema, puesto que la educación de las futuras generaciones tendría como tutor principal a la IA.
Miles de analistas de todo el mundo creen que esto podría representar un peligro civilizatorio. Incluso el filósofo Yuval Noah Harari lanzó una seria advertencia sobre el peligro de la IA para el futuro de la humanidad. En un artículo de The Economist, el intelectual aseguró que la IA había “hackeado el sistema operativo de la civilización humana”.
De cualquier manera, los resultados trimestrales anunciados este lunes por parte de Chegg dejaron un claro testimonio y un sentimiento pesimista. Esta compañía se especializa en la venta de guías digitales con respuestas a preguntas sobre cursos universitarios por valor cercano a $20 dólares mensuales. Los ingresos por ventas de este tipo de servicios se desplomaron en -7% durante el primer trimestre de 2023 hasta los $187,6 millones de dólares.
Asimismo, el número de suscriptores descendió en -5% en 5,1 millones de personas. La empresa retiró su guía anual de respuestas a cursos y sus acciones en Nasdaq retrocedieron -37,5% hasta los $11 dólares por acción durante las operaciones posteriores al cierre del 02 de mayo.
Como ya se dijo, el golpe que significó este reporte se sintió en todas las acciones del sector educación. Se espera que en lo sucesivo otras empresas del área también muestren resultados equivalentes. Básicamente, el hecho puntual es que la IA amenaza con replicar el servicio de decenas de empresas y ofreciéndolos a precios mucho más bajos.
El sistema educativo acorralado
Si existe algo cierto en este asunto es que el sistema educativo está bajo asedio. Hasta ahora, las generaciones fueron educadas por tutores y materiales preparados por seres humanos. Pero las generaciones sucesivas serían preparadas por bots de IA, lo que genera alarmas como la del mencionado filósofo Harari.
En un mundo en el que se teme a la omnipotencia de las grandes empresas tecnológicas, esta posible realidad aumenta la incertidumbre. En palabras cortas, las poderosas compañías que desarrollan las herramientas de IA, crearían un sistema educativo adaptado a sus intereses. Así, Microsoft, Alphabet y otras “educarían” a las futuras generaciones a imagen y semejanza del sostenimiento de sus monopolios, alertan las voces más alarmistas.
La mencionada Chegg, desde el inicio de la pandemia, tuvo un impulso de gran magnitud gracias a la educación a distancia. Su papel protagónico le valió el calificativo de amenaza desde los sectores educativos. No obstante, su papel amenazante parece palidecer ante el espectro de la IA generativa.
Tal como resume un reciente trabajo de FT, “los colegios han acusado previamente a Chegg de permitir que los estudiantes accedan a las respuestas que luego envían como propias, y ahora están luchando con la misma amenaza del ChatGPT ampliamente disponible de OpenAI”.
Sea como sea, la realidad de las nuevas tecnologías parece haber tomado su primera víctima visible. El sector educación recibió este lunes su primera sacudida en términos financieros con la caída de las acciones. Aunque este episodio se exprese en término de dinero, el mismo es un reflejo de una realidad en la que la IA interfiere en la sociedad desde adentro.
La carrera por adaptarse a la nueva realidad
Para bien o para mal, la educación y las empresas vinculadas a ella, no tienen más opción que adaptarse a esta nueva tecnología. Las herramientas de IA generativa se convierten en una realidad que parece imposible combatir o hacer retroceder. El propio CEO de Chegg, Dan Rosensweig, reconoció durante la llamada de ganancias el papel que jugará la IA en la civilización humana.
El ejecutivo no solamente reconoce el papel transformador y disruptivo de la IA, sino que alerta que el mismo va más rápido de lo que las personas están habituadas. Agregó que la educación ya está sintiendo el impacto. “Desde marzo vimos un aumento significativo en el interés de los estudiantes en ChatGPT”, comentó. Seguidamente, apuntó que la herramienta tiene “un impacto en nuestra nueva tasa de crecimiento de clientes”.
En esa misma alocución, Rosensweig afirmó que, con el paso del tiempo, la IA superaría en claro a su empresa. Eso se traduce en que la compañía no tiene más opción que adoptar esa nueva tecnología lo más rápido posible. “Estamos adoptando [la IA generativa] agresivamente y priorizando nuestras inversiones para aprovechar esa oportunidad”, expresó.
Acorde con ese planteamiento, en abril la empresa lanzó CheggMate. Se trata de un servicio basado en ChatGPT-4. Este permite a los estudiantes obtener contenido personalizado por medio de conversaciones con la IA. Asimismo, permite el acceso a cuestionarios.
Con estos avances, la caída de las acciones del sector educación este martes parece ser la campanada para el fin de una era.
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El estado de las acciones de Chegg
Chegg es una empresa que enfrenta varios problemas y la obsolescencia de su modelo podría ser el más evidente. Durante la peor parte de la pandemia, la empresa alcanzó su mejor momento, pero luego comenzó a desinflarse. La IA se convierte ahora en una especie de golpe de gracia que dañaría el negocio de la compañía de manera irremediable.
Bajo tal contexto, comprar sus acciones podría parecer una locura, tanto en el corto como en el largo plazo. Pese a ello, hay una realidad que pudiera cambiar esta perspectiva por una más positiva. Esto último se resume a la disposición de la firma por adaptarse para evitar ser víctima de la “selección natural”.
Si la plataforma CheggMate cumple con las expectativas de una manera tan eficiente como las herramientas de IA generativa y sus precios son competitivos, entonces, la empresa podría sobreponerse. Solo en ese escenario, la compañía mantendría el prestigio y seguiría siendo una referencia. En cuanto el asunto distópico, para los colegios representaría un monstruo de dos cabezas para que los alumnos “engañen” al sistema de educación.
Pero más allá de esos asuntos de próxima discusión, esa hipotética realidad haría que las acciones de esta empresa del sector educación garantice grandes retornos. Por ahora, luce como una apuesta sumamente arriesgada.
En este trabajo reciente se repasan dos acciones de crecimiento vinculadas a la IA que tienen un mejor prospecto a futuro.