- Unos 19 casos de coronavirus se habrían confirmado en Chaoyang, Pekín, durante las últimas horas.
- Las autoridades ordenaron la realización de pruebas masivas durante tres días para determinar la gravedad del asunto.
- En caso de que la situación sea grave, se procedería a tomar medidas estrictas en Pekín para cortar la cadena de contagios.
La peor oleada de contagiados por Covid-19 en China desde el inicio de la pandemia en 2020 parece estar lejos de ser controlada. Luego de un mes aproximado de acciones desesperadas para evitar la propagación de la variante BA.2, los casos finalmente alcanzaron la capital. Las autoridades advierten que el virus se propaga de manera “sombría” en Pekín.
Según datos oficiales ofrecidos por la Comisión Nacional de Salud, desde el sábado se reportaron 47 nuevas infecciones en la capital. Además, el distrito comercial más importante de la urbe, Chaoyang, estaría sufriendo una “propagación silenciosa” desde hace una semana. Solamente en las últimas horas se reportaron 19 casos, de los cuales 5 son asintomáticos.
En el mencionado centro urbano de la ciudad habita una población aproximada de 3.5 millones de personas y aloja diversas entidades diplomáticas. Las instituciones encargadas de la salud anunciaron una etapa de pruebas masivas para determinar la gravedad de la propagación. Se teme que la situación pueda llevar a un confinamiento como en Shanghái.
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Los confinamientos ya comenzaron en Pekín
El gobierno de China tiene una política denominada “tolerancia cero” con respecto al Covid-19. Por ello, la economía del país podría sufrir mayores daños si en Pekín se llega a los mismos extremos de confinamiento que en Shanghái. En la capital ya habrían iniciado algunos confinamientos selectivos.
De acuerdo a informaciones de Forbes, los 47 casos mixtos (sintomáticos y asintomáticos) detectados desde el sábado llevaron a las autoridades a actuar. En ese sentido, aparte de las pruebas masivas, se ordenó el confinamiento de algunos vecindarios específicos en la urbe de 22 millones de habitantes.
Los planteles educativos se mantienen abiertos, pero la preocupación ya está generalizada y probablemente los mismos se paralicen en pocos días. Esto último, como ya se destacó, depende del estado de los contagios. Asimismo, las reuniones públicas y actividades de masas se prohibieron temporalmente como medida de precaución mientras se espera el veredicto de las autoridades.
Entre las actividades prohibidas para los próximos días en Pekín, se cuentan los programas de entrenamiento, eventos de arte y deportivos. Los analistas temen que China no sea capaz de controlar los casos en el corto plazo, lo que llevaría a graves problemas no solo en lo interno sino en la economía global. Según la firma Bernstein, la creciente inflación en el mundo se haría más fuerte si el Covid-19 continúa propagándose en ese país.
Tensión en la población capitalina
La alerta emanada por el gobierno chino ha generado altos niveles de estrés entre la población de la capital. En un reporte reciente, el New York Times afirma que el miedo de la población se expresa en multitudinarias compras nerviosas en los supermercados. Estos establecimientos comerciales habrían permanecido abiertos hasta la noche del domingo.
Las filas en los supermercados se habrían prolongado considerablemente y se teme que la escasez pueda generarse en la ciudad. En el mencionado distrito financiero y de comercio, se ordenó un programa masivo de tres días de pruebas para quienes residen o trabajan allí. Se espera que en el transcurso de la semana se conozcan las medidas que adoptarán las autoridades en Pekín.
Debe destacarse que el gobierno de China es estricto en sus políticas de contención del virus. Esa actitud le permitió cortar los contagios durante 2020. Sin embargo, la variante BA.2 ómicron parece valerse de sus cualidades más contagiosas para evadir el control. De ser este el caso, es de esperarse más problemas en la economía global teniendo en cuenta el peso comercial de China.
En el más temido de los escenarios, las autoridades ordenarían una paralización general de las actividades sociales y económicas en la capital. Se trataría de una situación similar a la de Shanghái, el mayor centro financiero de esa nación. A pesar de las medidas fuertes, el último reporte de las autoridades arrojó que solamente el domingo hubo 19.455 casos en esa ciudad cerrada desde hace aproximadamente un mes.
Las probabilidades de un cierre a gran escala en Pekín
La ya mencionada política de “tolerancia cero” del gobierno frente al virus, es uno de los elementos más dañinos para la economía de China. No obstante, las autoridades no parecen dispuestas a relajar las estrictas medidas y buscan a toda costa evitar que el virus se propague de manera generalizada como se teme actualmente. Todo ello se hace a pesar del descontento generado por las medidas entre los residentes.
Diversos medios occidentales han informado sobre supuestos choques y manifestaciones de los habitantes de Shanghái frente al cierre. Nada de eso habría frenado el impulso de las autoridades para pelear contra las infecciones y lo hacen entender altos cargos del Partido Comunista, como el propio secretario general y presidente del país, Xi Jinping.
A mediados de este mes, el primer mandatario habría respaldado las mencionadas políticas frente al virus. A pesar de las críticas internacionales de un presunto fracaso de ese enfoque, el presidente habría señalado que la prevención y el control no se debían relajar bajo ninguna circunstancia. Si se determina un número considerable de casos, los habitantes de Pekín, muy probablemente, estarían en la misma situación que los 26.3 millones de Shanghái.
El lunes, aunque en pequeñas proporciones, algunos comercios y centros de movimiento social amanecieron cerrados para el público. Entre estos se cuentan algunas paradas de transporte público, restaurantes y diversos comercios relacionados con productos no esenciales. Del mismo modo, los trabajadores, sobre todo de Chaoyang, recibieron la recomendación de trabajar desde casa a menos que sea realmente necesario acudir a sus puestos.
“La ciudad ha visto recientemente varios brotes que involucran múltiples cadenas de transmisión. El riesgo de transmisiones no detectadas es alto. La situación es urgente y sombría”, expresan funcionarios de la municipalidad y agregan que la ciudad entera debe actuar inmediatamente.
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Casos de fatalidades generan mayor preocupación
Recientemente, algunos portales como BBC afirmaban que el número de casos fatales en comparación con los contagios era casi imperceptible. Pese a ello, en los últimos días la situación parece presentar otra cara con un número creciente de fatalidades en Shanghái. El domingo se reportaron 51 muertes por Covid-19 de los 19.455 contagios que hubo.
Esto último se trata de una cifra récord desde que iniciaron las medidas de confinamiento en la ciudad financiera. Esto se suma a la situación desesperada de los habitantes, los cuales estarían luchando por acceder a las supuestamente escasas provisiones de agua, medicinas y alimentos en la ciudad. Se destaca que en su momento los administradores de esa urbe habían descartado un cierre total y muchas personas no se prepararon cuando el mismo se produjo.
Ese escenario es sobradamente conocido en Pekín y se manifiesta con las compras nerviosas en los centros de comercio. Según muestran imágenes en las redes sociales, las estanterías de los supermercados ya estarían vacías dada la gran afluencia de personas. Las personas de esa ciudad no quieren ser cogidos desprevenidos como en Shanghái.
Es de tener en cuenta que en el país existen cierres en decenas de ciudades con distintos niveles de rigidez. Pero el más llamativo hasta ahora es el de Shanghái y probablemente el que se produzca en la capital en caso de que se confirme el peor de los escenarios. No debe perderse de vista que estas dos ciudades se encuentran dentro del top 10 de las que más aportan al PIB de la economía marxista de China.
Las autoridades son poco optimistas
Que se haya descubierto el brote con una semana aproximada de retraso y en una zona densamente poblada resta espacio al optimismo entre las autoridades. Esta es precisamente la visión de Pang Xinghuo, subdirector del Centro de Prevención y Control de Enfermedades en la capital. En declaraciones tomadas por medios locales, el funcionario advirtió sobre las altas posibilidades de malos escenarios.
“La variante BA.2 tiene alta capacidad de contagio, por lo que el tiempo de maniobra de las autoridades es mucho más corto lo que limita las probabilidades de un rápido corte de la cadena de contagios”
Este grupo de casos confirmados engloba a personas pertenecientes a una amplia gama de sectores sociales. Entre los infectados se cuentan estudiantes, grupos turísticos para personas mayores e incluso personal que opera en la decoración de interiores. Asimismo, estas personas infectadas habrían confesado haber estado en varios lugares durante los últimos días.
Esto da a entender que las posibilidades negativas en Pekín son sumamente altas y que las medidas estrictas podrían ser necesarias. Teniendo en cuenta es contexto, las autoridades esperan que lo más normal es que en los próximos días se confirme una importante cantidad de casos en la ciudad.
Las características de este rápido brote de infecciones en la urbe hacen que las posibilidades de medidas radicales sean considerablemente altas. La variante BA.2 tiene alta capacidad de contagio, por lo que el tiempo de maniobra de las autoridades es mucho más corto lo que limita las probabilidades de un rápido corte de la cadena de contagios.
Pekín está en una carrera contra el tiempo
Las esperanzas de cortar la cadena de contagios tras una semana de diseminación silenciosa del virus parecen pocas. Sin embargo, las autoridades están trabajando de manera acelerada. En el reciente editorial de China Daily, se subraya la premura con la que se están moviendo los entes responsables de la salud pública en la capital china.
“La falta de atención médica y la falta de acceso a productos es la principal fuente de problemas y miedo en las personas más que el propio virus”
“Esta es una carrera contra el tiempo. Cuanto más rápida y eficientemente se lleven a cabo las medidas de limpieza dinámica, más probable es que corten las cadenas de transmisión. Con ello, menor será la posibilidad de un cierre total de la ciudad”, expresa la publicación. El diario afirma que un cierre de la ciudad no tendría tantas proporciones negativas, puesto que las autoridades “habrían aprendido lecciones de Shanghái”.
Mientras tanto, los usuarios de las redes sociales hacen mención a la situación en Pekín. Algunos comentan sobre las pocas posibilidades de acceder a la carne y otros productos en los supermercados. Por su parte, usuarios de Shanghái aseguran que ver la actual situación de alarma en la capital los hace rememorar la situación en que ellos mismos se encontraban hace un mes.
El editorial resalta que las autoridades en Pekín están enfocándose en el suministro de alimentos y atención médica. De este modo, se reduciría el nivel de ansiedad de la población. Según la publicación, la falta de atención médica y la falta de acceso a productos es la principal fuente de problemas y miedo en las personas más que el propio virus.
El virus en toda China
Como ya se resaltó más arriba, las infecciones no solamente están afectando las principales ciudades, sino que están en todo el país. Fuera de Pekín o Shanghái, otras 20 ciudades, las cuales suman una población de 30 millones de personas en conjunto, estarían bajo cierre de la misma manera que Shanghái.
En algunas de las localidades, las medidas son extremas como la prohibición de salida o entrada. Tal es el caso de Sanya, ubicada al sur de la provincia de Hainan, en que solo algunas personas pueden acceder siempre y cuando tengan pruebas negativas no mayores a las 48 horas de emisión. Junto con las pruebas deben tener un código verde en la aplicación de Covid-19.
En la provincia de Jiangsu, donde habitan unos 80 millones de personas, se cerraron unas 129 estaciones de peaje de autopistas y medio centenar de centros de servicio desde principios de abril. Como se ve, las autoridades tienen mucho trabajo por delante y Pekín sería un nuevo obstáculo en una situación que cada vez pone más a prueba las políticas de China para minimizar el virus.
En Shanghái, las medidas han llegado a extremos que provocan la ira de la población. Por ejemplo, las autoridades colocaron alarmas en las puertas de las casas para monitorear que las personas bajo cuarentena no puedan incumplir con los mandatos de permanecer puertas adentro.
Consecuencias para la economía mundial
El problema con las políticas extremas de las autoridades, es que China es la segunda potencia económica mundial. Además, su papel en el comercio es de una magnitud fundamental. Las actuales condiciones en la cadena de suministro tienen su origen, en gran medida, en las interrupciones durante 2020 y 2021 cuando los casos en China eran mínimos.
Con la actual situación cerca de salirse de control, se espera que los problemas de comercio y suministro globales se hagan más dolorosos. Los socios comerciales de China ya están sintiendo el efecto y se teme que la inflación se prolongue por más tiempo del que desearían las autoridades de esos países.
En la esfera interna, se espera que el PIB de Pekín, (4.8%) el cual estuvo en consonancia con el nacional durante el primer trimestre, sufra una importante caída en el segundo cuarto del año si el cierre se declara. Es de tener en cuenta que el desempeño del PIB chino en los primeros tres meses del año estuvo por encima de lo esperado.
En lo que concierne a la inversión en activos fijos, la misma creció un 9.3% durante el primer trimestre del año en comparación con el mismo período de 2021. Tal cifra dejó lejos los pronósticos de crecimiento de 8.5%, según CNBC. En todo caso, todos estos números positivos podrían desvanecerse si el gobierno continúa perdiendo la batalla frente a la pandemia.