- Los 11 bancos más poderosos de Estados Unidos movieron fondos no asegurados hacia el FRC en una muestra de confianza.
- Representantes de las instituciones colocaron capitales por valor de $30 mil millones de dólares.
- La masa de capital se mantendrá en el banco de San Francisco por un plazo aproximado de 120 días.
El First Republic Bank, con sede en San Francisco y presencia en 8 estados de Estados Unidos, tiene motivos para aliviarse. Este jueves, un grupo de bancos de esa nación acordó inyectar liquidez por valor de $30 mil millones de dólares en esa institución. Esta movida se produce para demostrar lo confiable que es el sistema bancario de la mayor economía mundial, afirmaron los involucrados.
Hasta entonces, el citado prestamista estaba ahogado en una crisis de liquidez como consecuencia de la caída del Silicon Valley Bank la semana pasada. En un período fugaz, tres bancos de la nación norteamericana se desplomaron y generaron pánico entre los clientes e inversores de todo el sector. Estos bancos fueron, aparte del SVB, el Signature Bank y Silvergate Capital.
Esa tormenta que se desató sobre los prestamistas estadounidenses amenaza con llevarse a la quiebra a un importante número de bancos. Como consecuencia, las autoridades federales anunciaron un paquete de rescate para los clientes de las instituciones quebradas. En tanto, las inversiones de las instituciones más grandes se producen como un intento de recuperar la confianza de los usuarios.
Se teme que el pánico generalizado provoque una retirada masiva de depósitos. El resultado podría ser un colapso histórico de decenas de bancos y una crisis con fuertes efectos en otras latitudes.
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La situación del First Republic Bank antes del rescate
Como ya se dijo, la situación del First Republic Bank antes de la ayuda de sus colegas financieros era poco menos que trágica. En ese sentido, las empresas de calificación S&P Global Rating y Fitch Ratings degradaron la calificación del banco. Estas firmas concluyeron que el prestamista tendría grandes dificultades a la hora de pagar sus deudas.
El principal foco de preocupación de estas empresas estaba en la cantidad de cuentas no aseguradas que tienen sus montos en ese banco. Estas últimas se trata de clientes con más de $250,000 dólares en depósitos, el cual es el límite del Federal Deposit Insurance Corp. (FDIC). En todo caso, el problema surgiría si estos clientes se ponen nerviosos y deciden retirar sus fondos. Tal escenario llevaría al banco de manera directa una situación de quiebra.
Bajo esa perspectiva, el S&P Global bajó la calificación crediticia hasta BB+ desde A-. Al mismo tiempo, le mantuvieron en CreditWatch negativo, lo que quiere decir que las posibilidades de rebajar aún más la calificación son altas. Similar punto de vista mantuvo Fitch, la cual bajó al banco desde A- hasta BB, es decir, un poco más abajo que la otra firma de calificación. Asimismo, esta casa dejó al banco en Negative Watch lo que equivale a que podrían degradarlo más.
“Su estabilidad empresarial [del First Republic Bank] se ha debilitado al disminuir la percepción de su solvencia por parte del mercado”, apuntó S&P. Por su parte, Fitch apuntó que las “características del modelo de negocio han provocado una erosión de la franquicia”.
Los grandes bancos al rescate
En ese momento, las grandes instituciones decidieron entrar en acción para evitar un nuevo resbalón que aumentara la incertidumbre. Vale la pena acotar que este rescate es sumamente inusual, puesto que se lleva adelante sin dinero de los contribuyentes, ni por medio de un rescate, sino desde la iniciativa voluntaria de los colegas financieros.
El movimiento fue aplaudido por la Reserva Federal y otras instituciones como el Departamento del Tesoro, puesto que marca un precedente de confianza. “Los grandes bancos estadounidenses se unen a todos los bancos para apoyar nuestra economía y a todos los que nos rodean”, afirman los bancos en un comunicado conjunto citado en The Street.
Debe destacarse que el acuerdo de rescate privado habría sido discutido previamente entre representantes gubernamentales y directivos de los bancos. Particularmente, se habrían efectuado reuniones entre la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el director ejecutivo de JPMorgan, Jamie Dimon, según fuentes consultadas por Reuters. En esos encuentros se habrían analizado los detalles de la iniciativa. La nota dice que la CEO de Citigroup, Jane Fraser, fue una pieza clave a la hora de llegar a otros bancos.
De cualquier manera, el objetivo de salvar al First Republic Bank era compartido por todos los involucrados, por lo que esos encuentros no son sorpresivos. “Esta acción de los mayores bancos de Estados Unidos refleja su confianza en FRC y en los bancos de todos los tamaños, y demuestra su compromiso general de ayudar a los bancos a servir a sus clientes y comunidades”, expresa el comunicado.
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Así se dividieron los aportes de los grandes bancos
La medida de rescatar al banco radicado en San Francisco fue patrocinada por estos 11 bancos y cada uno de ellos colocó montos diferentes. A la cabeza de los inyectores se colocaron cuatro bancos: JPMorgan, Bank of America, Citigroup y Wells Fargo. Cada una de estas instituciones aportaría $5 mil millones de dólares en depósitos no asegurados.
Un segundo grupo de prestamistas compuesto por dos bancos, Goldman Sachs y Morgan Stanley, aportaría $2,5 mil millones por cada banco. El tercer grupo, el más numeroso, estuvo compuesto por cinco bancos que contribuirían con $1,000 millones de dólares cada uno para el rescate del FRC. Estos bancos son BNY Mellon, PNC Bank, State Street, Truist y U.S. Bank.
Como ya se dijo, los términos del acuerdo permiten que los fondos queden en el banco por un período de 120 días. Además, los inyectores de liquidez recibirán los mismos intereses diarios que los clientes de la institución.
Con esta repentina dosis de solidaridad, el First Republic Bank ahora puede respirar tranquilo luego de días de tensión. Según reportó Bloomberg News, el banco habría estado ocupado buscando comprador. Desde el 10 de marzo, luego de la quiebra del SVB, las acciones del prestamista sufrieron un derrumbe de -62%.