- Las autoridades canadienses cedieron a la presión de Alemania y ahora se disponen a devolver la turbina confiscada a la empresa rusa Gazprom.
- El gobierno del país norteamericano afirma que la medida es temporal y revocable y agrega que será acompañada de sanciones adicionales a Moscú.
- Por su parte, desde los círculos gobernantes de Kiev se criticó la medida de Ottawa y la calificaron de “peligroso precedente” que aumenta la “impunidad de Rusia”.
En una excepción a las sanciones impuestas contra Moscú, las autoridades canadienses accedieron a devolver una pieza esencial del gasoducto Nord Stream 1. Se trata de una turbina perteneciente a la gigante rusa Gazprom y la cual es fundamental para el envío de gas hacia Europa. La pieza, fabricada por la empresa alemana Siemens, fue enviada a Canadá para mantenimiento.
Las autoridades canadienses, al notar la pertenencia de la turbina, procedieron a confiscarla invocando las sanciones a Rusia. Sin embargo, la importancia de esa pieza es crítica para el envío de gas hacia Alemania y Europa en general. El resultado fue una inmediata disminución del 60% del suministro desde Rusia, lo cual encendió las alarmas en Berlín.
Ante el peligro de generar una crisis de grandes proporciones en un país aliado, Ottawa accedió a devolver la turbina a Siemens. La medida recibió fuertes críticas desde Ucrania. Las autoridades de ese país lamentaron la decisión de Canadá y dijeron que eso aumenta “la sensación de impunidad de Rusia”. Desde el mes pasado, Alemania entró en estado de pánico ante la posibilidad de no contar con el gas proveniente de Moscú.
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Gazprom ya cuenta con la pieza que le faltaba
El hecho de que Gazprom ahora cuenta con la turbina, necesaria para reanudar el envío de gas, no quiere decir que esté dispuesta a hacerlo. Debe recordarse que las autoridades alemanas son consideradas por Rusia como pertenecientes a un “país hostil” debido a las sanciones que le impusieran como castigo por la invasión a Ucrania. En ese sentido, es de suponer que el calculador Kremlin esté esperando el momento para vengarse.
De cualquier manera, las autoridades alemanas parecen no confiar en el restablecimiento del suministro ruso, pero no tienen más opción. De allí que presionaran a Canadá para la devolución de la mencionada pieza. Tanto los dirigentes norteamericanos como los alemanes han acusado a Rusia de usar la turbina como una excusa.
Para ellos, la pieza no es fundamental como para afectar el 60% del envío del producto. Sin embargo, la directiva de la empresa fabricante de la turbina, la alemana Siemens Energy piensan otra cosa. En un comunicado, dieron crédito a los clamores de la empresa rusa y confirmaron que la pieza es absolutamente necesaria para el funcionamiento de las operaciones de su cliente.
De esta manera parece cerrarse un capítulo preocupante para Europa de cara al inminente invierno. No obstante, la directiva de Gazprom podría tener otros planes de retraso de suministro. Este lunes inicia un proceso de mantenimiento del gasoducto, el cual tarda 10 días por lo general, pero dadas las circunstancias, la empresa rusa podría ampliarlo.
Excepción temporal y revocable
Por otra parte, las autoridades canadienses dejaron claro que la devolución de la pieza no significa complacencia con Rusia. Para ellos, la medida de excepción tiene como objetivo evitar problemas mayores a varios de sus socios occidentales. En consecuencia, el ministro de recursos naturales canadiense, Jonathan Wilkinson, calificó la medida de “temporal y revocable”.
En un comunicado que compartió en Twitter, el político expresó que la medida de excepción fue consultada con sus aliados. De allí, la entrega tiene como principal objetivo permitir a Europa el acceso a “energía confiable y asequible a medida que continúan la transición lejos del petróleo y el gas rusos”.
De ese modo, la medida de permitir que Gazprom recupere la turbina se da considerando las consecuencias negativas que acarrearía para Berlín. “En ausencia de un suministro necesario de gas natural, la economía alemana sufrirá dificultades muy significativas”, expresa el citado comunicado de Wilkinson publicado el sábado.
Al mismo tiempo, las autoridades canadienses reafirmaron su “inquebrantable” apoyo a Ucrania en la lucha contra Rusia. A pesar de esas declaraciones, la devolución de la turbina no hizo gracia a Kiev, que no tardó en reprochar la medida por medio de diversos portavoces. “Desafortunadamente, Canadá sucumbió a la presión”, manifestó Sergiy Makogon, CEO de Gas TSO de Ucrania.
“Este es un muy mal precedente para una exención de sanciones. Pero la lógica de tal acción es clara”, expresó citado en medios locales. Agrego que, aunque ya no existen excusas para el envío de gas a la UE, eso no significa que Rusia continúe usando ese recurso para “chantajear a Europa”.
Gobierno ucraniano rechazó contundentemente la medida
Por parte del gobierno ucraniano, la reacción no se hizo esperar. Asimismo, la comunidad ucraniana en Canadá protestó por la medida de devolución de la pieza del gasoducto Nord Stream 1. Ambos sectores consideran la acción como una falla a la solidaridad que la comunidad internacional viene mostrando con el país de Europa del Este.
“La empresa alemana Siemens confirmó que la turbina es indispensable para que el gasoducto Nord Stream 1 pueda funcionar de manera completa”
En un comunicado conjunto, los ministerios de energía y de relaciones exteriores ucranianos se manifestaron decepcionados. “Este peligroso precedente viola la solidaridad internacional, va en contra del principio del Estado de derecho y solo tendrá una consecuencia: fortalecerá la sensación de impunidad de Moscú”, reza la nota.
El caso de la turbina de Gazprom se convirtió en un dilema para Occidente entre mantener sin fisuras el régimen de sanciones u optar por su seguridad energética. El desenlace de este caso deja claro que los gobiernos del hemisferio optaron por la segunda de las opciones, relegando momentáneamente las objeciones de Ucrania.
Para Kiev, la acción de Canadá fue una muestra de debilidad, en tanto que Rusia puede continuar enviando gas a Alemania por otras vías. Por ejemplo, por Polonia y por la propia Ucrania, zonas de envíos que, según Kiev, están inutilizadas. En otras palabras, la supuesta necesidad de la turbina es una excusa de Moscú para generar incertidumbre en el viejo continente.
Sea cierto esto o no, ya la decisión se tomó en Ottawa y, aunque la califiquen de revocable y temporal, es poco probable que continúen la retención. Por su parte, Siemens afirmó que tomaría las medidas necesarias para entregar la turbina a su cliente ruso “lo más pronto posible”.
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Gazprom realizará mantenimiento al Nord Stream 1
Otro obstáculo que sale en el camino, es la llegada de la fecha del mantenimiento anual del gasoducto Nord Stream 1. Estas operaciones iniciarían este lunes (11 de julio). Es de tener en cuenta que en años anteriores, generalmente en verano, las interrupciones del suministro para el mantenimiento anual se prolongaron por 10 días en promedio.
No obstante, el vicecanciller de Alemania, Robert Habeck, expresó serias preocupaciones de que ese tiempo se prolongue deliberadamente por mandato de Moscú. Según el político, teme que Rusia pueda “citar algunos pequeños detalles técnicos” como excusa para no reanudar los envíos del gas hacia las naciones de la Unión Europea.
La dependencia de Alemania, de la empresa Gazprom y de Rusia en general en materia de energía, es una de las mayores del continente. Según datos citados por AP, Berlín obtiene más del 35% de la energía para su industria y electricidad local del gas de la Federación de Rusia. De esto se desprende que al inicio de las sanciones, Alemania fue uno de los primeros países en activar un plan de emergencia de tres fases.
La primera de esas fases se activó poco después del inicio de la guerra en Ucrania. La segunda, y la previa a acciones de emergencia como la nacionalización de la industria, fue recientemente activada. En ese entonces, las autoridades teutonas dijeron que la situación se presentaba como un camino pedregoso y aunque no se notara, ya estaban en una crisis de gas.
Sanciones adicionales a Rusia
En un intento por calmar la “decepción” de Kiev, las autoridades canadienses afirman que esta excepción sería compensada. Para ello, se estarían enfocando en aplicar nuevas medidas de castigo contra Rusia por la denominada “invasión” a Ucrania, la cual es calificada de “operación especial” por parte del Kremlin.
En consecuencia, las nuevas sanciones contra Rusia incluirían el sector de energía y de producción industrial del país euroasiático. De esa manera, las nuevas sanciones de Canadá apuntarán al sector de transporte terrestre y por tuberías. Además, estarían orientadas a la fabricación de metales y equipos de transporte, informáticos, electrónicos y eléctrico. Asimismo, se extenderían al área de maquinarias.
Canadá no bajará la presión sobre el régimen ruso, arengó la ministra de relaciones exteriores canadiense, Melanie Joly. Mientras tanto, Gazprom afirmó el viernes que la llegada de la turbina podría traducirse en la recuperación de los envíos para cumplir con sus compromisos con clientes internacionales.
Recientemente, la empresa, que cuenta con más del 50% de capital estatal de Moscú, afirmó que su reputación comercial se la “toman muy en serio”. Los contratiempos vinculados a los contratos de exportación todos escapan de sus posibilidades, en tanto que en Rusia no se fabrican las turbinas. Para ese momento, la empresa señaló “la torpeza” de los propios gobiernos occidentales como la causante de la crisis de escasez que sufren.
Las autoridades rusas afirman que sus recursos no faltaron a Europa y sus acuerdos fueron respetados durante décadas. Los problemas habrían comenzado desde el lado occidental con la “histeria rusofóbica” que “ellos mismos crearon”.