- Las autoridades de Estados Unidos temen que el colapso de algunos bancos pueda desencadenar una crisis de grandes dimensiones.
- Por ello decidieron rescatar a los usuarios con cuentas en SVB. Sin embargo, excluyeron a los inversores de ese paquete.
- Pero algunos analistas rechazan esa medida y afirman que va en contra de las reglas morales del capitalismo.
Ante el colapso de las instituciones bancarias y el pánico que se desbordó entre los clientes e inversores, las autoridades estadounidenses no tardaron en actuar. En este sentido, el Departamento del Tesoro anunció que dispondría de fondos para rescatar a los clientes del Silicon Valley Bank (SVB). En las mismas no se incluía a los inversores de ese banco.
Los clientes que tenían sus fondos depositados en ese banco tendrán la posibilidad de recuperarlos. El gobierno del país norteamericano consideró injusto que las personas con depósitos pagarán por los errores de esa institución. La medida de rescatar a los clientes podría ser una decisión crítica para evitar que se produzca una tragedia de retiros en masa de fondos. De llegar a ese escenario, una lista interminable de bancos se iría a la quiebra.
Pero no todos están de acuerdo en que el rescate sea la mejor decisión por parte de las autoridades estadounidenses. Un grupo de veteranos de Wall Street salieron al paso para arremeter contra el paquete de protección de fondos. Estos consideran que la medida es un error que va en contra de la naturaleza financiera sobre la cual se sustenta la economía. De esta manera, los responsables de la estabilidad financiera quedan atrapados en un dilema entre evitar un “momento Lehman” o profundizar la debilidad del sector financiero.
Artículo relacionado
¿Fue la codicia y la avaricia lo que hundió a Silicon Valley Bank?
Hay mucha preocupación por el colapso bancario de Silicon Valley y sus consecuencias a nivel global. Se trata de la...
¿Es conveniente rescatar a los clientes de SVB?
Se podría pensar que los clientes de SVB son las víctimas de un proceder irresponsable por parte del tercero de confianza a quien cedieron sus fondos. En consecuencia, rescatarlos de esa situación es un deber para los entes gubernamentales encargados de velar por la seguridad de la economía. Además, si estos clientes terminan arruinados, entonces otros millones tomarán medidas para evitar que les pase lo mismo. Eso se traduce en la retirada de miles de millones de dólares del sistema bancario, lo que generaría un colapso mayúsculo.
Ese primer punto de vista lo sostienen prominentes figuras financieras como Larry Summers y Bill Ackmam. Sin embargo, hay otras voces que tienen una visión radicalmente distinta. Este segundo punto de vista afirma que en una economía capitalista todos los que mueven capital lo hacen a sabiendas de los riesgos. Ken Griffin, fundador del fondo de cobertura Citadel es uno de los más hostiles al rescate.
“Se supone que Estados Unidos es una economía capitalista, y eso se está desmoronando ante nuestros ojos”, expresó al Financial Times a principios de semana. Seguidamente, agregó que “ha habido una pérdida de disciplina financiera con el gobierno rescatando a los depositantes en su totalidad”.
Por su parte, el millonario inversor, Cliff Asness, también expresó sus reservas sobre el plan de rescate de los clientes del SVB. A su entender, las autoridades crearon un innecesario “riesgo moral”, lo cual no es bueno para la economía. En resumen, la visión de estos pesos pesados de las inversiones es que las personas que perdieron sus fondos son tan responsables como el propio banco que los manejó de manera deficiente.
Lo que no cubren estos expertos es la posibilidad de una estampida de inversores ante un temor generalizado basado en la desconfianza en el sistema bancario.
Los argumentos de los detractores del rescate
Como se puede adivinar, existen dos claras visiones sobre las medidas de emergencia de las autoridades para proteger a los depositantes. Los que están en contra tienen diversos argumentos que se centran en las consecuencias debilitantes del sistema financiero que podrían acarrear las medidas.
En este particular, Asness asegura que el plan “reduce en gran medida” el incentivo para que los depositantes piensen en los riesgos de dónde ponen su dinero. Un punto similar expone Carson Block, fundador de Muddy Waters Capital. Este último opina que el gobierno, al proceder a rescatar a los depósitos no asegurados, crea grandes debilidades. Esto se debe a que deja un hueco en la gestión de riesgos. “Se debe esperar que los depositantes corporativos, en particular, manejen sus riesgos de contraparte”, apuntó.
Block fue enfático y recalcó:
“Rescatar a los depositantes no asegurados en SVB, que en su mayoría son empresas, infantiliza aún más los mercados al enviar el mensaje de que tal gestión de riesgos es anacrónica”
Otro de los reconocidos veteranos de las inversiones, Nouriel Roubini, también criticó las medidas de rescate, a las que calificó como “la madre de todos los riesgos morales”. Este inversor, apodado Dr. Doom, es un crítico hostil de las criptomonedas y considera que las personas que perdieron su dinero en esas apuestas lo tienen merecido. Debe tenerse en cuenta que los clientes de SVB y Silvergate confiaron en esos bancos a sabiendas de la conexión que tenían con el mercado cripto.
Los clientes serán rescatados, no los inversores
El pasado viernes, el Silicon Valley Bank fue asumido por las autoridades luego de una rápida caída en picada. El colapso de este prestamista fue seguido por el de Signature Bank. De igual manera, ambos fueron precedidos por el colapso de Silvergate Capital, uno de los más entusiastas con el mercado de las monedas digitales.
Una fila de bancos estaba en la lista de espera para ser los siguientes en el orden. El resultado fue una retirada masiva de los inversores en la bolsa y de los depositantes. Durante jornadas frenéticas a principio de semana, el sector bancario se derrumbó, lo que impactó directamente a los bancos europeos y de otras latitudes. La respuesta de las autoridades fue intervenir con un plan de emergencia que calmara los nervios de los depositantes.
Pero las medidas de rescate eran exclusivas para los clientes y no cubrían a los inversores. El propio presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, fue tajante en este punto. El mandatario dijo que los contribuyentes no pagarían las consecuencias de las pérdidas. Asimismo, aseguró que los responsables del colapso deberían rendir cuentas.
“Los inversores en los bancos no estarán protegidos”, apuntó Biden y agregó:
“Se arriesgaron a sabiendas y el riesgo no dio resultados, entonces los inversores perdieron su dinero. Así es como funciona el capitalismo”
En todo caso, lo que unos ven como algo positivo, otros lo consideran como el inicio de una posible catástrofe para el sistema financiero. Sea como sea, esta inusual situación y las medidas que se están tomando para enfrentarla quedan como un precedente histórico que solamente se verá nítidamente en el futuro.
Artículo relacionado
TD Cowen: caída de SVB no amenaza la estabilidad del sistema bancario
El derrumbe rápido del SVB se convirtió en un terremoto para todo el sector financiero de los Estados Unidos. Los...
Elizabeth Warren arremete contra el plan de rescate
Llevando el asunto a la arena política partidista, se puede decir que los demócratas son partidarios del rescate, mientras que los republicanos lo adversan. No obstante, también hay voces que rechazan la medida de protección de los clientes del SVB desde el bando demócrata. Los mismos son liderados por la senadora representante del estado de Massachusetts, Elizabeth Warren.
Esta senadora pone en duda que el plan de rescate esté dirigido a proteger a los clientes en lugar de los grandes billonarios. El asunto es que los propios clientes son en su mayoría grandes millonarios, empresas de criptomonedas, firmas tecnológicas y los propios capitalistas de riesgo que provocaron la corrida bancaria del Silicon Valley Bank.
En un artículo de opinión publicado en The New York Times, la senadora dice que hay prioridades que no se toman en cuenta. Tal es el caso “del limbo” en el que mantiene a prestatarios de deudas estudiantiles en apuros y que las autoridades tratan con desdén desde hace meses. En lugar de atender ese asunto tan delicado, continúa Warren, se dedican a crear planes de rescate de millonarios, los cuales se crean “de la noche a la mañana”.
El alivio de la deuda estudiantil, la cual decidirá la Corte Suprema si es legal o no, es una de las barajitas de canje de los republicanos para aceptar subir el techo de la deuda. Los protocolos burocráticos para aliviar las pérdidas de los prestatarios estudiantiles durante la pandemia, se convierten en una cuasi tragedia para los contribuyentes verdaderos, según la óptica de Warren. Pero la prioridad parece ser que las fortunas de los millonarios no pierdan ni un céntimo, lamenta.
La senadora es uno de los proponentes de una estricta regulación bancaria. Para ella, los hechos actuales demuestran que las autoridades debieron actuar hace mucho para evitar este tipo de acontecimientos. “Estas quiebras bancarias podrían haberse evitado por completo si el Congreso y la Reserva Federal hubieran hecho su trabajo y mantenido estrictas regulaciones bancarias desde 2018”, escribió.