En opinión de varios expertos en riesgo, este año las empresas podrían nuevamente enfrentar una serie de eventos tumultuosos como consecuencia de la competencia entre Estados Unidos, China y otras potencias para liderar la política y el comercio mundial.
2022 estuvo signado por varios hechos que alteraron la geopolítica mundial y afectaron fuertemente la economía global. La invasión rusa a Ucrania provocó el mayor conflicto armado de Europa en los últimos 80 años.
Además, generó una serie de complicaciones para el comercio y los negocios, especialmente en el sector de la energía y los alimentos. Esto se debió al bloqueo de las exportaciones de petróleo de Rusia por las sanciones occidentales.
Mientras que las exportaciones de cereales y fertilizantes de Ucrania hacia Europa y el resto del mundo, también se han visto obstaculizadas por la guerra. El resultado ha sido un aumento exorbitante de los precios de la comida. Igualmente, las tensiones con China también han ido en aumento.
Más volatilidad en lugar de menos
La directora de liderazgo de pensamiento geopolítico de S&P Global Market Intelligence, Lindsay Newman, explica que actualmente los gobiernos están utilizando con más frecuencia “palancas financieras” para lograr sus objetivos de seguridad nacional. Según la experta este tipo de desarrollo tiene fuertes implicaciones en los negocios.
“Donde la geopolítica se habría reservado para una conversación en una cena o en un cóctel, los clientes vienen a nosotros y nos dicen: ‘Necesitamos una función de gestión de riesgos geopolíticos’”, precisó Newman.
“La era posterior a la Guerra Fría claramente ha terminado, y hay grandes potencias que buscan dar forma al futuro”, agregó. De acuerdo con Newman en el futuro veremos más volatilidad que nunca en los mercados.
Principales riesgos según los expertos
Los expertos en riesgo afirman que la confrontación geoeconómica está entre los tres principales riesgos que el mundo podría vivir en los próximos dos años. Así lo determinó una encuesta aplicada a más de 1200 expertos en riesgos, formuladores de políticas y líderes de la industria.
El estudio publicado esta semana por el Foro Económico Mundial, Marsh & McLennan Cos. y Zurich Insurance Group Ltd, indica que los otros grandes riesgos a corto plazo que ven los expertos son el alto costo de vida, el clima extremo y los desastres naturales.
En otra encuesta en la que participaron más de 1.300 ejecutivos publicada por la consultora Protiviti Inc., se evidenciaron las preocupaciones de los expertos en riesgo en el último año con relación con los desafíos del comercio global, los cambios geopolíticos y la posible transformación de la globalización.
Sin embargo, para los encuestados los riesgos geopolíticos no estuvieron entre los temas más importantes. Las mayores preocupaciones fueron las condiciones económicas, los costos laborales y los desafíos de talento.
Embargo comercial a Rusia y enfrentamiento con China
Para el abogado Brendan Hanifin, socio del bufete de abogados Ropes & Gray LLP, las sanciones que Estados Unidos impuso en respuesta a la invasión de Rusia a Ucrania el año pasado representan un “embargo integral con otro nombre”.
Algunos hechos recientes evidencian que el proyecto de globalización está en riesgo también. Por ejemplo, la salida de McDonald’s Corp. de Rusia debido a las sanciones occidentales,después de haberse mantenido durante más de tres décadas en ese país, es uno de ellos.
Alrededor de un millar de empresas de todo tipo, incluyendo marcas de consumo y bufetes de abogados, tuvieron que salir de Rusia o reducir sus operaciones comerciales en el país, de acuerdo con la compilación de datos de la Escuela de Administración de Yale.
Hasta junio de 2022, estas empresas habían perdido más de USD 59,000 millones por el cese de operaciones. Adicionalmente, EE.UU. y el Reino Unido, junto con otros países de la OTAN, congelaron activos rusos por varias decenas de miles de millones de dólares.
Los enfrentamientos cada vez más agrios entre China y EE.UU. saltan a la vista. El gobierno chino se niega a admitir las afirmaciones estadounidenses de que la represión contrala minoría uigur en Xinjiang es un “genocidio”.
En agosto, China lanzó varias amenazas contra su vecino Taiwán y emprendió ejercicios militares después de la acalorada visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi a Taipei.
Complicaciones comerciales para las empresas
Los negocios entre China y EE.UU. se están haciendo cada vez más complicados. El gobierno estadounidense ha adoptado una serie de restricciones al comercio con China. Actualmente, ambas potencias compiten por el liderazgo mundial en producción de semiconductores.
EE.UU. está ampliando la capacidad de su industria y subvencionando su producción nacional de chips, mientras incorpora a sus socios de América del Norte (México y Canadá) en este plan estratégico.
El bloqueo de la mayoría de importaciones chinas a EE.UU. está amparado por la Ley de prevención del trabajo forzoso uigur. Este instrumento legal que entró en vigor en junio impide que las empresas estadounidenses importen diversos productos chinos, desde algodón hasta componentes de paneles solares.
Para las empresas es muy complicado ahora sortear las dificultades legales que se derivan de las tensas relaciones comerciales y políticas de EE.UU y China, señaló Hanifin.
Aunque después de la pandemia china de covid-19 y las reiteradas interrupciones en las cadenas de suministro muchas empresas decidieron disminuir la dependencia comercial de China, aun hay una relación muy estrecha entre ambas economías.
Las empresas han tenido que buscar nuevas fuentes de abastecimiento debido a las interrupciones, los riesgos legales y la incertidumbre, indicó Stephenie Gosnell Handler, socia de la firma de abogados Gibson Dunn & Crutcher LLP.
Los impactos geopolíticos son la nueva variable de los negocios
En el futuro, las empresas seguramente tendrán que incluir los impactos geopolíticos en sus previsiones. Las nuevas regulaciones sobre el comercio con China, están obligando a estas empresas a revisar si no corren riesgos de cumplimiento de las normas establecidas.
Otro renglón que podría verse afectado son las inversiones chinas en EE. UU. y viceversa. Si la administración Biden decide revisar las nuevas inversiones del gigante asiático aduciendo motivos de seguridad nacional, los nuevos proyectos con capital chino se verán en muchos problemas.
Por ahora, el gobierno está revisando algunas inversiones entrantes desde el extranjeros para detectar posibles amenazas. Pero en el Congreso, políticos de ambos partidos, están de acuerdo en adoptar un régimen de escrutinio similar al que se aplica a las inversiones de los estadounidenses en el extranjero.
El Comité de Inversión Extranjera en los EE. UU. (Cfius), parece estarse preparando para cumplir esta tarea. El organismo que se encargaría de hacer estas revisiones, está reclutando más personal y estudiando nuevas normas.
Por su parte, la Casa Blanca ordenó recientemente al organismo regulador aumentar el escrutinio de los acuerdos comerciales con China y otros países que pudieran darles acceso a tecnologías estadounidenses o poner en peligro a las cadenas de suministro.
Empresas saliendo de China
En noviembre la secretaria de Comercio de EE.UU, Gina Raimondo, expresó que su país no desea desvincularse comercialmente de China. Pero, lo cierto, es que ya varias empresas importantes en China se están mudando hacia otros países.
Los lugares escogidos han sido Vietnam, India y otros países asiáticos. Pero, la mayoría de empresas todavía tiene un vínculo comercial muy estrecho con China, explicó Sridhar Tayur, un experto en gestión de la cadena de suministro de la escuela de negocios de la Universidad Carnegie Mellon.
De todos modos, cualquier cambio en la cadena de suministros de China, llevaría años, según Tayur. No solo en cuanto a productos terminados, sino en el suministro de materias primas y componentes electrónicos.
Para Newman de S&P pese a las tensiones geopolíticas actuales, la cooperación internacional podría suavizar las relaciones comerciales entre los países. La lucha colectiva para prevenir el cambio climático y la adopción de energías más limpias podría ser la clave.
“No va a haber una situación en la que los países puedan tomar su pelota e irse a casa y no resolver esos problemas juntos. Estos desafíos son compartidos y requerirán soluciones compartidas”, dijo por último la experta.