Como es bien sabido los mercados fluctúan entre ciclos de optimismo y miedo en los cuales se reflejan la codicia o el pánico de los inversores.
La codicia puede llevar al mercado a un optimismo irracional que empuja los mercados al alza más y más produciendo máximos muy altos, hasta que esto se hace insostenible.
En ese momento, se desencadena el pánico y todos comienzan a vender por temor a perder su capital o sus ganancias, lo cual, cuando pasa de forma generalizada produce un colapso del mercado llegando a mínimos muy marcados.
Te habrás preguntado alguna vez si entre la diversidad de indicadores y herramientas existe algún modo de medir el “estado de ánimo del mercado”, si cabe el término.
Pues sí lo hay. Es el Índice de Volatilidad VIX desarrollado por CBOE, el antiguo Chicago Board Options Exchange, actualmente propiedad de CBOE Global Markets, Inc. (CBOE).
En este artículo conocerás todo lo referente al Índice VIX y por qué la volatilidad extrema se asocia con un estado de ánimo de miedo o pánico en el mercado de valores.
No puede haber mejor momento para descubrir esta nueva herramienta, pues este comienzo de 2022 ha estado marcado por una creciente volatilidad.
Ya hemos presenciado una corrección importante de los mercados, pero cómo saber si esto llegará más lejos y cuándo se detendrá.
Pues observa el Índice VIX y él te dirá qué tanto miedo hay en los inversores.
¿Qué es la volatilidad?
La volatilidad es simplemente el grado de variación del precio de un activo bursátil con respecto a su valor medio para un periodo dado.
De este modo, una elevada volatilidad implica mayores variaciones del precio al alza y a la baja.
Una baja volatilidad supone variaciones del precio menores y más estables en el tiempo.
Seguir la volatilidad es importante porque ella incide en el riesgo de invertir, afectando la probabilidad de ganar o perder en un determinado momento.
Cuando la volatilidad es muy alta, los inversores van pasando del estrés al miedo, ya que la variación de los precios puede suponer un riesgo muy alto que no todos están dispuestos a correr.
Los inversores más astutos pueden optar por tomar ganancias y vender sus posiciones largas a la espera de tiempos más predecibles.
Si esto se convierte en una conducta generalizada el resultado es una venta masiva, allí pasamos del miedo al pánico y se colapsa el mercado con precios cada vez más bajos.
Esto puede ocurrir cuando hay demasiada incertidumbre, cuando las expectativas de los inversores son negativas, o bien cuando hay factores externos negativos que se mezclan con factores propios del mercado y cambian el sentimiento del mercado del optimismo al pesimismo.
Tipos de Volatilidad
Básicamente hay 2 tipos de volatilidad: la histórica y la implícita.
Volatilidad histórica
Mide el grado de variación del precio de un activo con relación a su promedio histórico para un determinado período.
Es la volatilidad “pasada”, ya que se basa en variaciones del precio que ya ocurrieron.
Entre los indicadores técnicos más usados para medir este tipo de volatilidad están las Bandas de Bollinger.
Este indicador construye una franja alrededor del precio, la cual está a 2 desviaciones estándar del promedio móvil de 20 períodos.
Veamos un ejemplo con el gráfico diario de velas japonesas del Índice S&P 500 (SPX) y las Bandas de Bollinger:
Cerca del cierre de la sesión del 23 de febrero de 2022 el Índice S&P 500 alcanzaba un valor de 4.239,80$.
Podemos observar la banda de fluctuación de los precios alrededor del promedio móvil.
Cuando el precio no presenta grandes variaciones la banda de fluctuación se contrae verticalmente.
Pero cuando el precio tiende a presentar grandes variaciones alrededor de su valor medio la banda se expande.
De manera que la volatilidad pasada aumentó o disminuyó en la medida en que la banda de fluctuación se expandió o se contrajo.
En este preciso momento estamos ante un aumento de la volatilidad.
Esto se origina en la incertidumbre ante las acciones de la FED para contener la inflación en EE.UU. sin dañar el crecimiento económico.
Además del nerviosismo ante el sangriento conflicto bélico en el este de Europa con sus negativas consecuencias e impredecibles desarrollos.
Volatilidad implícita
Mide el grado de variación del precio esperado de un activo para un determinado período.
Ya no hablamos del precio histórico, sino del precio esperado. La volatilidad implícita mide entonces la volatilidad futura.
Pero algo tan complejo de medir requiere indicadores más sofisticados construidos a partir de activos como los derivados, por ejemplo.
Es en este punto donde aparece el Índice VIX, por lo que entremos de lleno a ver de qué se trata.
¿Qué es el Índice VIX?
El Índice VIX es un indicador diseñado para generar una medida de la volatilidad esperada de 30 días del mercado de valores de EE. UU.
Se deriva de los precios de cotización media en tiempo real de las opciones de compra y venta del Índice S&P 500.
Aunque no vamos a entrar en el tecnicismo de su complejo cálculo, si vale la pena recordar que las opciones son un instrumento derivado que dan a su poseedor el derecho, más no la obligación de comprar o vender un activo bursátil a un precio acordado con la contraparte a cambio del pago del valor de la opción.
Si las condiciones le son favorables el comprador de la opción la ejerce. Las opciones de compra se llaman “Call” y las de venta “Put”.
Te imaginarás que cuando los inversores empiezan a pasar del estrés al miedo, y del miedo al pánico, en esa misma medida las opciones de compra y venta del Índice S&P 500 comienzan a subir de precio.
Los inversores más astutos y sofisticados apelan a las opciones para cubrir el riesgo creciente de sus portafolios, o bien, para aprovechar posibles oportunidades en ese escenario de incertidumbre.
Esta inestabilidad en el precio de las opciones de compra y venta a 30 días es lo que capta el Índice VIX.
Mientras mayores sean las variaciones en los precios, la volatilidad, mayor será el nivel del índice.
El Índice VIX es la medida de volatilidad más importante hoy en día, siendo un indicador del mercado que no podemos dejar de seguir.
A partir de él se generan una serie de productos derivados, como por ejemplo futuros y opciones del propio índice.
La volatilidad también se convirtió en un activo bursátil que se puede comerciar en los mercados a través de estos productos.
Origen del Índice VIX
Este indicador fue introducido en su forma original en 1993 por CBOE Global Markets, Inc.; convirtiéndose en la referencia obligada sobre la volatilidad del mercado a nivel de analistas y medios especializados.
De allí viene la expresión “Indicador del Miedo” para referirse a él.
En 2003 el Índice VIX fue modificado por CBOE en conjunto con Goldman Sachs, produciendo una medida mucho más empírica que es la base del indicador moderno.
En 2014 se le realizó una mejora para incluir opciones semanales en la metodología de cálculo, a fin de hacerlo más preciso en cuanto a medir la volatilidad esperada a 30 días.
El Índice VIX en la práctica
Vamos a revisar el gráfico mensual de velas japonesas del Índice VIX (VIX) para que puedas observar en la práctica cómo funciona.
El gráfico mensual nos da una perspectiva de tiempo de 14 años, desde 2008 hasta la actualidad.
En la medida que aumenta el miedo en los inversores también aumenta el precio de cotización de las opciones de compra y venta del Índice S&P 500 que expiran dentro de 30 días, y por ende, el Índice VIX tiende a subir.
Como regla general se estima que los valores del VIX menores a 20 corresponden a una volatilidad normal o baja, la cual es reflejo de un mercado estable.
Por otro lado, los valores mayores a 30 se asocian a una volatilidad alta. A partir de 50-60 hablaríamos de una volatilidad muy alta y a partir de 70-80 de una volatilidad extrema.
En estos 3 casos, la incertidumbre, el riesgo y el miedo van en aumento y los máximos reflejados en el VIX representan el peor momento.
¿De qué me sirve el VIX como inversor?
Tal vez no operes con opciones y te preguntes por qué ha de importarte si el precio de las opciones sube o baja.
En primer lugar, hablamos del precio de las opciones del índice S&P 500, el principal marcador agregado de la economía de EE.UU., y por tanto, un termómetro del sentimiento del mercado.
En segundo lugar, los cambios en la volatilidad no ocurren en el vacío, afectan al mercado de valores transversalmente, y en especial, afectan la cotización de las acciones.
Por tanto, lo interesante de seguir esta volatilidad en tiempo real que mide el Índice VIX es que ella supone una señal de alerta cuando llega a niveles elevados.
Cuando esta alerta está presente algo más debe estar ocurriendo en el mercado de valores:
- Cuando la volatilidad (el miedo) medida a través del Índice VIX sube, el mercado medido a través del Índice S&P 500 cae.
Ello supone que en promedio el conjunto de las acciones, al menos las más importantes o una combinación de ellas, está cayendo.
- Cuando la volatilidad medida a través del Índice VIX baja, el mercado medido a través del Índice S&P 500 sube. Esto ocurre cuando en promedio el conjunto de las acciones está subiendo.
En otras palabras, hay una relación inversa entre el Índice VIX y el mercado de valores, por eso debe importarte mucho el nivel del VIX aunque no operes con opciones.
Volviendo al gráfico mensual del VIX vemos que los máximos registrados en este índice se corresponden con momentos de colapso o corrección en el mercado de valores.
Por colapso nos referimos a fuertes caídas de al menos un tercio y por corrección a bajas normales, y hasta saludables, en torno al 10% aproximadamente.
En octubre de 2008, en plena Crisis Financiera el VIX alcanzó un máximo extremo de 89,53; mientras que el Índice S&P 500 se hundía más y más. De hecho, el S&P 500 continuó cayendo hasta marzo de 2009, pero a tasas cada vez menores, lo peor ya había pasado.
En agosto de 2015 el VIX alcanzó un máximo de 53,29 mientras que el Índice S&P 500 realizaba una corrección y continuó cayendo hasta febrero de 2016, pero cada vez con menos fuerza.
En este caso, el detonante estuvo asociado a una fuerte caída de las acciones chinas y a la incertidumbre sobre posibles subidas de tasas de interés por parte de la FED, entre otros factores.
En febrero de 2018 el VIX alcanzó un máximo de 50,30 mientras el S&P 500 realizaba otra corrección y continuó cayendo hasta abril.
La incertidumbre por las perspectivas de posible inflación y subidas de tasas de interés mermaron el sentimiento del mercado en ese momento, a pesar de la buena marcha de la economía.
En marzo de 2020 el VIX alcanzó un máximo bastante alto de 85,47 coincidiendo con un mínimo en el mercado de valores ese mismo mes.
Como sabemos la Crisis del Covid-19 generó un impacto tremendo, aunque es de notar que a diferencia de los casos anteriores, el mercado no cayó más allá por la rápida respuesta de las autoridades monetarias.
De manera que debemos estar atentos a aquellos períodos en los cuales el VIX tiende a subir más allá de 30. Esto supone una señal de alarma con una contraparte en el mercado de valores.
¿Se puede ganar dinero en acciones usando el VIX como señal?
Algunos estudiosos del tema piensan que sí y compartiremos contigo este valioso conocimiento.
Según recoge artículo publicado en Thestreet.com a comienzos de este año, David Dierking, en conjunto con Michael Gayed y Mathew Bowler realizaron una investigación sobre el VIX en 2020 titulada:
“Uso activo de sectores pasivos para generar Alfa usando el VIX”.
La idea central era comprobar si resultaba rentable usar el VIX como señal de compra/venta, y de ser posible, determinar a qué nivel del indicador se debería invertir.
Según comenta el propio Dierking:
“Nuestra teoría era que si invierte cuando el VIX se dispara, esencialmente está comprando bajo. Si mantiene y sólo vende cuando el VIX supera un cierto piso, estaría vendiendo alto.”
Este planteamiento resulta una alternativa al enfoque tradicional de comprar y mantener, “buy and hold”, el cual descansa en la premisa de que a largo plazo los mercados siempre tienden a subir.
En este caso se trata de una idea de inversión que busca aprovechar los momentos en los cuales el VIX, la volatilidad, se eleva a niveles críticos.
Ya hemos visto que cuando eso sucede la mayoría vende por el miedo a perder dinero.
Lo planteado por estos investigadores es que si se compra durante los máximos del VIX (a partir de 30), entonces se está comprando en puntos mínimos en el mercado de valores.
Luego de ello, cuando el mercado se calma y la volatilidad baja se vendería cuando el VIX alcanza mínimos (por debajo de 15), ya que ello se correspondería con puntos máximos en el mercado de valores, generando importantes ganancias de capital.
Según los investigadores, al probar esta estrategia contra datos históricos demostró funcionar y obtener elevados retornos, superiores incluso a invertir en el Indice S&P 500.
Para la mayor efectividad de la estrategia postulan que los mejores sectores para invertir son los sectores cíclicos y de crecimiento, tales como: tecnología, industrial, materiales, consumo discrecional y finanzas.
Así, mientras todo el mundo está saliendo de estos sectores durante picos de volatilidad, esta agresiva estrategia supondría entrar cuando se estime que el VIX alcanzó valores máximos.
La estrategia supone riesgos altos, ya que nadie sabe cuándo el VIX dejará de subir.
En la sección anterior vimos dos hechos interesantes:
- El VIX alcanzó valores cercanos a 90 en las últimas dos crisis económicas de importancia (2008, 2020). Esto es más de tres veces lo postulado por esta teoría… Si entras demasiado pronto también podrías perder dinero.
- Cuando el VIX alcanza su máximo, el mercado de valores aún puede continuar cayendo por más tiempo, aunque con menos fuerza. Incluso, cuando la volatilidad baja, el mercado puede continuar cayendo si el VIX se mantiene relativamente alto, independientemente de que no alcance nuevos máximos.
No obstante, como bien postulan los investigadores y la evidencia parece demostrarlo, la volatilidad no puede permanecer para siempre en un pico. Eso implicaría un mercado bajista que no concluye llevando el precio de las acciones y demás valores a cero.
Las conclusiones de la investigación son claras en cuanto a retornos obtenidos:
“Cuanto mayor sea el VIX cuando invierta, mayores serán los rendimientos a futuro. Los mayores rendimientos, como era de esperar, provienen de los sectores cíclicos y de crecimiento.
Lo contrario también es cierto. Algunos de los rendimientos prospectivos más bajos se produjeron cuando los mercados estaban más tranquilos.
Eso no quiere decir que una estrategia anticuada de comprar y mantener sea una mala idea, pero existen oportunidades para explotar los mercados si está dispuesto a nadar contra la corriente y ser un comprador cuando la manada probablemente esté vendiendo”.
Te invitamos a revisar esta investigación, la cual ha sido cuidadosamente documentada. Vale la pena mencionar que por su calidad fue galardonada en 2020 con el premio Founders Award por la National Association of Active Investment Managers NAAIM.
Conclusiones
El Índice VIX como medida de volatilidad constituye una herramienta fundamental para medir acertadamente el nivel de estrés-miedo-pánico del mercado de valores en EE.UU.
Por tanto, todo inversor, activo o pasivo, debe monitorear la evolución de este indicador.
Este indicador se puede utilizar como señal de compra/venta. No obstante, los mejores retornos parecen conseguirse al tomar posiciones de compra a partir de un nivel de 40-50.
De manera que si se va a utilizar de este modo es prudente esperar lo más posible.
La otra advertencia es que debe utilizarse una adecuada Gestión Monetaria del Capital, controlando el tamaño de las posiciones con estrictos parámetros de riesgo.
Además, sólo debería aplicarse una estrategia como esta sobre compañías de los sectores mencionados con fuertes fundamentos en su desempeño.
En las complicadas circunstancias actuales debemos ser precavidos. Nadie puede predecir el futuro y ciertamente nadie sabe si estamos a las puertas de un mercado bajista que podría durar mucho tiempo.
Cerramos con un dato importante a tener en cuenta:
A partir de la Crisis Financiera de 2008-2009 los futuros del Índice S&P 500 tardaron casi 6 años (abril de 2013) en recuperar los niveles previos a la crisis (octubre de 2007).
Las caídas suelen ser profundas y pueden ocurrir de forma rápida o pueden abarcar muchos meses.
Luego de ello, el mercado tiende a tardar bastante más tiempo en recuperar el terreno perdido.
Actualmente, la economía de EE.UU. continúa dando signos de recuperación, pero la elevada inflación y la actuación de la FED siguen gravitando en el panorama.
Estás serán las variables clave de lo que pueda ocurrir, junto con el desarrollo del terrible conflicto armado en el este de Europa con sus graves consecuencias económicas y geopolíticas.