El gigante farmacéutico Pfizer y la firma de biotecnología BioNTech lograron resultados positivos con el desarrollo de una vacuna para el Covid-19. Esta es, por lejos, la mejor noticia del primer día de julio de 2020.
Puntualmente, lograron estimular la inmunidad en pacientes sanos, lo que hace crecer la esperanza de la aparición de lo que se considera la única solución definitiva para la pandemia.
Sin embargo, aclaran las compañías, también causó fiebre y otros efectos secundarios, especialmente en dosis altas.
Los primeros datos clínicos sobre la vacuna fueron divulgados este miércoles en un artículo publicado en MedRXiv, lo que significa que aún resta que sean revisados por pares y publicados en una revista. El estudio, en PDF.
La investigación de Pfizer asignó al azar a 45 pacientes para recibir una de las tres dosis de la vacuna o placebo: 12 recibieron una dosis de 10 microgramos (μg), 12 una dosis de 30 μg, 12 una dosis de 100 μg. Otro nueve recibieron un placebo.
La dosis de 100 μg causó fiebre en la mitad de los pacientes, por lo que no se administró una segunda dosis en esa muestra.
Después de una segunda dosis, tres semanas después de la primera, el 8,3 por ciento de los participantes en el grupo de 10 μg y el 75 por ciento de los del grupo de 30 μg desarrollaron fiebre.
Más del 50 por ciento de los pacientes que recibieron una de esas dosis informaron algún tipo de padecimiento, como fiebre y trastornos del sueño.
Ninguno de estos efectos secundarios se consideró grave, lo que significa que no resultaron en hospitalización y no fueron potencialmente mortales, según CNBC.
Anticuerpos
La vacuna generó anticuerpos contra el SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19, y algunos de estos anticuerpos fueron neutralizantes, lo que significa que parece que evitan que el virus se active.
Los niveles de anticuerpos neutralizantes fueron de 1,8 a 2,8 veces más altos que el que alcanzan los pacientes recuperados. Hay que aclarar que no es seguro que niveles más altos conduzcan a una mayor inmunidad al virus.
Para demostrar la efectividad, Pfizer necesitará realizar numerosos estudios y pasar muchas pruebas con el objetivo de demostrar que las personas que reciban la vacuna tienen al menos un 50 por ciento menos de probabilidades de infectarse.
Se espera que esos estudios comiencen estos días, principalmente en los Estados Unidos.
Pfizer está probando cuatro versiones diferentes de la vacuna, pero solo una avanzará para ser expuesta a estudios más amplios.
El estudio actual no incluyó mujeres embarazadas, y no se dio a conocer información sobre la diversidad étnica de los participantes, aunque el documento sí dice que los estudios futuros deberán incluir un grupo más diverso.
La segunda dosis –o refuerzo– fue necesaria para lograr la inmunidad.
Los pacientes que recibieron la dosis única de 100 μg tuvieron niveles de anticuerpos más bajos que aquellos que recibieron dos inyecciones de las dosis más bajas.
Pfizer, Moderna y otras vacunas en estudio
En el mundo hay al menos 14 vacunas para el Covid-19 que se encuentran actualmente en la etapa de ensayos en humanos, según el Instituto Milken.
Entre las empresas que están más avanzadas están Inovio, CanSino, AstraZeneca y Moderna.
También hay otras 170 en etapas de desarrollo más prematuras bajo la orbita de Merck, Johnson & Johnson y Sanofi.
La vacuna de Pfizer y BioNTech, como la de Moderna, se basa en una tecnología llamada “mensajero ARN”, que utiliza un mensaje genético clave que se encuentra en las células para crear proteínas que el sistema inmunitario aprende a atacar.
Moderna aún no ha publicado datos sobre su vacuna, pero se espera que lo haga pronto.
BioNTech y Pfizer esperan poder fabricar hasta 100 millones de dosis de la vacuna para fin de año, y más de 1.200 millones de dosis para el final de 2021, dependiendo de los tamaños de dosis requeridos, publica el Financial Times.