- El Banco Central de China recortó en 10 puntos las tasas de interés.
- Los bloqueos masivos de ciudades por el Covid-19 dañaron a la economía del país.
- La desaceleración se percibe en el sector industrial y el comercio minorista.
En una medida no esperada por los mercados, el Banco Central de China recortó las tasas de interés 10 puntos básicos, en una decisión para acelerar la demanda. Los datos de la economía mostraron que la misma se desaceleró en julio. Si bien el recorte de tasas es sorpresivo, la desaceleración de la economía no lo es debido a los múltiples bloqueos, encierros y restricciones por el COVID-19 impuestos por el gobierno chino a su población.
La actividad industrial y minorista han sido las más afectadas por las restricciones. La producción industrial subió un 3,8% en julio de manera interanual, por debajo del 3,9% de junio. Las ventas minoristas marcaron un 2,7%. Un número por debajo de lo esperado e incluso más bajo que lo obtenido en junio que fue del 3,1%.
“Los datos de julio sugieren que la recuperación posterior al confinamiento perdió fuerza cuando el impulso único de la reapertura se desvaneció. Los boicots hipotecarios desencadenaron un deterioro renovado en el sector inmobiliario”, dijo Julian Evans-Pritchard, economista senior de China en Capital Economics.
“El Banco Popular de China ya está respondiendo a estos vientos en contra aumentando el apoyo. Pero dado que el crecimiento del crédito ha demostrado ser menos sensible que en el pasado a la relajación de las políticas, esto probablemente no será suficiente para evitar una mayor debilidad económica” remarcó el economista.
Una vez conocidos estos datos el yuan se debilitó frente al dólar y las acciones abrieron a la baja en el mercado chino. Si bien la economía todavía no ha llegado a caer en recesión parece dirigirse hacía ella en un futuro. La política de Beijing centrada en los encierros a la población en nombre del COVID-19 está llevando a ese frente, especialmente por el cierre del centro comercial de Shanghai, una recesión en el mercado inmobiliario y un gasto de consumo marcadamente bajo.
Shanghai no es la única ciudad que sufre los bloqueos estatales por el coronavirus. Otras ciudades de importancia en donde se ubican industrias y turismo también imponen órdenes de bloqueo a sus habitantes. Según informa el estado chino estas medidas se toman para combatir la variante Omicron. La inversión inmobiliaria cayó 12,3% el mes pasado, el número más alto de este año, en tanto que las ventas inmobiliarias hicieron lo propio un 28,9%.
El recorte de tasas informado hoy probablemente conduzca a una reducción correspondiente en las tasas de interés de los préstamos de referencia la próxima semana. Otro tema que preocupa son las salidas de capitales de los bancos. La Reserva Federal estadounidense y otras economías mundiales aumentan las tasas de manera agresiva para combatir la inflación. Así los inversores se ven tentados de llevar sus ahorros a otra parte donde los puedan hacer rendir más.
“La demanda crediticia muy lenta en julio debido al débil crecimiento de la actividad, un mayor deterioro de los indicadores inmobiliarios y una inflación del IPC menor a la esperada podrían haber contribuido al movimiento del Banco Central”, dijeron analistas de Goldman Sachs. “En el futuro, si el Banco Central recortará las tasas de interés nuevamente podría depender de los datos en nuestra opinión“.
Se espera que la economía china no pueda llegar a alcanzar el objetivo de crecimiento oficial durante 2022. Este objetivo era del 5,5% pero los números demuestran estar lejos de esa meta.
“El crecimiento de China en el segundo semestre se verá significativamente obstaculizado por su estrategia de cero COVID, el deterioro del sector inmobiliario y una probable desaceleración del crecimiento de las exportaciones“, dijeron analistas de Nomura. “El apoyo político de Beijing podría ser demasiado escaso, demasiado tardío y demasiado ineficiente” finalizaron.