El Banco Central Europeo (BCE) incrementó sus compras semanales brutas de deuda durante el mes de marzo en un 2,7%. El incremento de compras de deuda, realizadas en el marco del programa de emergencia pandémica (PEPP) se elevaron hasta los 18.700 millones de euros en la segunda semana de marzo. Y en su acta de la reunión política celebrada ayer, el BCE justifica este incremento en la compra de deuda por ser “una respuesta proporcionada a los riesgos” que supone la subida de los tipos de interés para mantener las condiciones de financiación en los mercados financieros.
El acta de la reunión de política monetaria del BCE alerta que el incremento de los tipos de interés podría ser una rémora para “el estímulo monetario” de forma prematura. El BCE considera que en la actual situación de pandemia todavía “es necesario preservar condiciones de financiación favorables para apoyar la economía”.
La política del BCE cuenta con un amplio consenso entre los miembros de Consejo de Gobierno, que avalan “el aumento significativo” del ritmo de compras de bonos y deuda por la pandemia. Una política que se mantendrá durante todo el segundo trimestre. El BCE incremento la adquisición de deuda hasta los 73.521 millones de euros en marzo. Una cifra que es substancialmente superior a la del mes de febrero (59.914 millones) y a la de enero (53.046 millones). Se espera que la compra de bonos por parte del BCE pueda incrementarse todavía más en abril y mayo, en función de la evolución de los tipos de interés.
Este incremento de los tipos de interés se está produciendo desde el mes de diciembre debido al incremento de la rentabilidad de la deuda del Tesoro de Estados Unidos.
El BCE pide a los bancos mantener los dividendos bajos
La política monetaria del BCE establecida desde el estallido de la pandemia ha producido una mejora del acceso a la financiación, pero el contexto económico actual parece estar lejos de una relajación de la política monetaria. En este sentido, la presidenta del BCE, Christine Lagarde frenó ayer el optimismo de los datos macroeconómicos y alertó de las vulnerabilidades todavía persistentes de los mercados financieros. Lagarde teme un empeoramiento de los mercados financieros y por eso ha pedido a los bancos mantener sus dividendos por debajo del umbral conservador.
Lejos de prever un segundo trimestre optimista, Lagarde afirmó durante la reunión del Comité Internacional Monetario y Financiero que “las vulnerabilidades de los mercados financieros han aumentado”. El BCE quiere evitar un incremento de la morosidad, por lo que pone todos los esfuerzos en la liquidez de los bancos para otorgar financiación. Y en este sentido, Lagarde considera importante que los bancos no repartan en dividendos grandes cantidades de capital.
La política del BCE permite a los bancos, desde el pasado 15 de diciembre, repartir dividendos. Pero solicitó a las entidades bancarias y financieras que no distribuyan entre sus accionistas más del 15% de las ganancias. El porcentaje conservador estará vigente hasta el mes de septiembre, pero incluso así Lagarde aboga por repartir dividendos por debajo del 15%.
El BCE prevé empezar a reducir sus compras de deuda en el tercer trimestre del año
Las previsiones del BCE para este 2021 identifican una cierta recuperación de los mercados financieros en el segundo semestre del año. De hecho, el supervisor comunitario prevé una “sólida recuperación económica” a partir de verano. Una recuperación que podría conllevar una relajación en las compras de deuda que está llevando a cabo la institución desde la llegada de la pandemia.
El BCE contempla que las previsiones de vacunación para verano generarán un nuevo contexto de “control de la pandemia”. Según ha reconocido esta semana el miembro del Consejo del BCE y Presidente del De Nederlandsche Bank,Klaas Knot, “si la economía se desarrolla” en base a las previsiones del BCE, “veremos una mejor inflación y crecimiento a partir del segundo semestre”. “En ese caso, me quedaría igualmente claro que a partir del tercer trimestre en adelante podemos comenzar a eliminar gradualmente las compras de emergencia pandémica y terminarlas como estaba previsto en marzo de 2022”, aseguró Knot en declaraciones recogidas por la Agencia Reuters.
Así, el BCE confía en que la relajación de las medidas y el control de la pandemia incitará a un mayor consumo comunitario. Un consumo que podría ser incluso mayor al existente antes de la pandemia debido al incremento del ahorro de muchas familias durante este año de pandemia.
La banca, dispuesta a adelantar a acelerar los fondos de la Unión Europea a los países comunitarios
Ante un plan de vacunación moderadamente optimista en Europa, la principal preocupación del tejido empresarial es la efectividad del plan de recuperación europeo. Un plan de recuperación que tardará en ver la luz verde debido a las múltiples barreras burocráticas que debe saltar antes de ser aprobado. En este sentido, la Asociación Española de Banca (AEB) se ha mostrado dispuesta a adelantar la liquidez de los fondos europeos para ponerlos en circulación en el tejido empresarial español lo antes posibles. De hecho, la propia AEB contempla que este adelanto del dinero se podría producir en los próximos meses, cuando se encuentre más adelantado el plan de recuperación de la Unión Europea.
El Gobierno de España ha presupuestado en 27.000 millones de euros la cantidad otorgada a España a través de los fondos Next Generation de la Unión Europea. Una cantidad que, según las previsiones del ejecutivo español, tardará todavía meses en llegar a las arcas públicas del Estado. De hecho, las previsiones a la baja de crecimiento económico para este 2021 que ha anunciado esta semana el Gobierno depende, principalmente, de la llegada de las ayudas europeas.