Minorías religiosas y étnicas en los mercados más influyentes de la compañía fuera de los Estados Unidos se han visto afectadas por las decisiones del nuevo dueño de Twitter, Elon Musk.
A finales de octubre, el magnate compró la empresa por 44.000 millones de dólares. Poco después, tres cuartas partes de los empleados de Twitter dejaron la compañía. Algunos presentaron su renuncia. Otros fueron despedidos por Musk, entre ellos los encargados de monitorear el sitio en busca de calumnias y amenazas. También algunos grandes anunciantes abandonaron la plataforma.
Empleados de Twitter dijeron para The Washington Post que operadores políticos y especuladores se han apresurado a llenar el vacío que dejó el equipo de moderación de contenidos. En consecuencia, en mercados como Japón (59 millones de usuarios), India (24 millones de usuarios) y Brasil (20 millones de usuarios), el tono de la red social ha cambiado.
En Brasil, el cuarto mercado más grande para Twitter, Musk recortó prácticamente todo el personal. Por consiguiente, hubo un aumento no moderado de la desinformación que contribuyó a alimentar los ataques de este mes contra el centro de gobierno del país.
“Es razonable argumentar que la desintegración por parte de Elon Musk del equipo de seguridad de Twitter y los importantes recortes a la moderación están influyendo en estas tendencias”, dijo Julie Inman Graham, que trabajó en Twitter de 2014 a 2016 y actualmente es comisionada de seguridad virtual de Australia, para The Washington Post.
Recortes en la moderación de contenidos de Twitter
En noviembre de 2022, Elon Musk disolvió la sede de la empresa en Bruselas, disparando así las alarmas de la Unión Europea (UE). La capital de Bélgica era la sede del equipo encargado de la política digital. Este filtraba los mensajes desinformadores y los discursos de odio, siguiendo los lineamientos impuestos por el bloque comunitario.
Igualmente, el también dueño de Tesla y Space X reactivó varias cuentas suspendidas por promover el odio o la violencia en la red social. Por ejemplo, reactivó la cuenta de Donald Trump, expresidente de los EEUU, a quien Twitter había suspendido por alentar la insurrección del Capitolio el 6 de enero de 2021. Aunque Trump dijo que no volverá a Twitter, no ha eliminado su cuenta.
Al menos una docena más de recortes el pasado 7 de enero afectaron a los trabajadores de las oficinas de la empresa en Dublín y Singapur. También la empresa prescindió de empleados responsables de la política de desinformación de la empresa. De igual modo, quellos que se ocupaban del proceso de apelación global de la plataforma y del programa de medios de comunicación estatales salieron de Twitter.
Ella Irwin, responsable de confianza y seguridad de Twitter, confirmó que la compañía había despedido recientemente a más personal. Sin embargo, negó qué equipos se vieron afectados por los recortes. Asimismo, dijo para Bloomberg que Twitter eliminó funciones en áreas en las que la empresa no veía suficiente “volumen” para justificar el gasto en talento. También informó que la empresa ha aumentado el personal en su departamento de quejas.