Muchas cosas han cambiado desde la aparición de la pandemia en marzo del año pasado. Una de ellas ha sido la forma de trabajar. El teletrabajo o trabajo a distancia, se convirtió en una forma de paliar la grave situación sanitaria. Se suponía que sería una modalidad de trabajo coyuntural, pero no fue así. Llegó para quedarse.
Un trabajo publicado recientemente por The Economist señala que “en febrero de 2020 los estadounidenses en promedio pasaban el 5% de sus horas de trabajo en casa”. Luego, en mayo, cuando los bloqueos comenzaron a extenderse, “la participación se había disparado al 60%, una tendencia que se reflejaba en otros países”.
Aunque muchos creyeron que al disminuir los saldos mortales de la pandemia, debido a la masificación de las vacunas contra el covid-19, la situación laboral volvería a la normalidad. Pero nada más apartado de la realidad. Lo que ocurrió es un poco más complejo de analizar y comprender.
Según el artículo de la revista inglesa, un amplio número de trabajadores de oficina han continuado trabajando a distancia. Y la mayor parte de su tiempo remunerado la pasan fuera de la oficina.
Las áreas comerciales son menos ruidosas que las residenciales
Las percepciones acerca del trabajo remoto están cambiando para empleados y empleadores. Cada parte ha sopesado las ventajas y desventajas de trabajar desde casa. Aunque hay mucha gente todavía que tiene que estar presente físicamente en su empresa, un increíble 40% de los empleados está trabajando todavía desde el hogar.
Según los datos que maneja la firma de seguridad Kastle Systems, a mediados del mes pasado los empleados de oficina ocupaban un tercio de la capacidad física instalada. En todos los países ricos del mundo, las áreas comerciales de las ciudades más importantes han pasado del bullicio pre pandémico a la tranquilidad post pandemia.
Ahora las áreas residenciales son más agitadas y los economistas no saben el impacto que esto tendrá en la productividad. Muchas empresas y analistas están tratando de averiguar un poco más sobre el tema.
Lo que se convirtió en 2020 en una verdadera pesadilla para los empleadores, en la actualidad se está haciendo algo cotidiano. Todos han sacado sus cuentas. Incluso, como indica el medio británico: “Los bancos de Wall Street, a menudo los defensores más entusiastas del trabajo de oficina, están atenuando la retórica”.
¿Por qué el teletrabajo está ganando terreno?
Una encuesta reciente sugiere que los ejecutivos actualmente esperan 1,3 días a la semana en promedio para trabajar desde casa. Esto es una cuarta parte más de lo que solían esperar cuando fueron consultados sobre el tema en enero.
En las conclusiones de la investigación realizada por los economistas José María Barrero, Steven Davis y Nick Bloom, se indica que “incluso eso puede resultar una subestimación con el tiempo”. Ahora los trabajadores prevén “pasar casi la mitad de su tiempo de trabajo en la mesa de la cocina”.
Varios factores son citados para explicar por qué el teletrabajo está ganando arraigo en las relaciones laborales:
- Miedo de los empleados a contagiarse de covid-19 y evitan los lugares muy concurridos.
- Ha aumentado el poder de negociación de los trabajadores dada la escasez de mano de obra.
- El trabajo remoto está siendo más eficiente para las empresas
- Los costos de producción para las empresas se han reducido al ocuparse menos espacios en las oficinas.
- La gente está disfrutando más con su familia y reduce costos al ahorrar el gasto de transporte.
Diversas investigaciones se han venido realizando desde el año pasado sobre el fenómeno del teletrabajo. Un artículo publicado recientemente por Michael Gibbs de la Universidad de Chicago junto con otros investigadores, analizó el impacto del trabajo remoto el año pasado en una empresa de servicios de tecnología asiática.
La investigación determinó que cuando la empresa cambió al teletrabajo, aumentó el promedio de horas laborables, sin embargo registró una leve caída en la producción. Según los investigadores la disminución de la productividad en parte se debió a “mayores costos de comunicación y coordinación”.
El artículo señala que los gerentes podrían haber tenido más dificultades para comunicar exactamente lo que querían. Algo que anteriormente, con el trabajo presencial, se lograba más fácilmente en comparación con el trabajo remoto.
¿Es más o menos productivo el trabajo desde casa?
Otros estudios en cambio han hallado más ventajas que desventajas del trabajo desde casa. Las investigaciones de Barrero y los demás investigadores es más amplia en cuanto al universo empresarial encuestado. La investigación publicada en abril pasado indica que la mayoría de los empleados se considera más productivo trabajando desde casa, contra un 15% que opina lo contrario.
Un estudio de Statistics Canadá publicado en septiembre, muestra que un poco más de la mitad de los nuevos teletrabajadores, que solían trabajar en oficinas antes de la pandemia, dijeron haber realizado casi la misma cantidad de trabajo por hora que antes. En cambio un tercio, manifestó que estaba trabajando más.
Para los economistas todavía es un enigma saber por qué los teletrabajadores podrían ser más productivos. Tal vez una explicación sería que se concentran mejor o más fácilmente en las tareas en su casa que en una oficina. Tienen menos tiempo para las distracciones (saludos, chismes, chistes).
Otra razón es que tener que viajar para ir al trabajo puede resultar más agotador. Igualmente, el trabajo con herramientas tecnológicas apropiadas hace más eficiente el trabajo. Durante la pandemia las empresas tuvieron que hacer una inversión significativa en tecnología para mantenerse y competir.
Uso de herramientas tecnológicas
Herramientas de trabajo en equipo como Slack o Microsoft Teams han sido muy valiosas para los teletrabajadores. A través de ellas es posible coordinar equipos de trabajo de forma más efectiva, puesto que ofrece la posibilidad de comunicarse face to face. Pero también dejar por escrito instrucciones de trabajo precisas.
Esto es algo que con el trabajo presencial desde la oficina podría no ser tan efectivo. Una instrucción verbal puede ser olvidada o malinterpretada, en cambio cuando se da por escrito no debería haber lugar a dudas. Y si las hay, aun el empleado tiene la opción de preguntar o discutir el tema con el gerente que dio la instrucción.
Tal vez por la productividad y eficiencia de estas herramientas de trabajo, las solicitudes de patentes para aplicaciones de tecnología funcionales para el teletrabajo están aumentando a un ritmo asombroso. En tanto que la inversión en TIC del sector privado estadounidense está aumentando a una tasa de 14% anual.
¿El trabajo remoto es la solución?
Sin embargo, no todos confían en que el trabajo remoto es la solución. Porque si fuera así por qué tanta gente quiere seguir haciendo su trabajo fuera de casa. No todas las empresas quieren el teletrabajo y tampoco todos los trabajos es posible hacerlos desde casa.
La investigación también sugiere que las empresas que decidieron adoptar el teletrabajo totalmente son una minoría. En Tulsa, Oklahoma, la capital mundial del teletrabajo, el número de teletrabajadores sigue siendo bajo.
No se sabe a ciencia cierta si esto va a cambiar con el tiempo. Aun cuando las empresas decidan aumentar los puestos de teletrabajo tendrán que mantener una parte de su infraestructura laboral física activa. Así lo indica un estudio publicado por Naturel Human Behaviour relacionado con el comportamiento humano.
La revista científica británica afirma que las empresas todavía tienen buenas razones para mantener sus edificios de oficinas. Aunque se utilicen con menos frecuencia esos espacios de trabajo. El estudio analizó todas las comunicaciones de 60.000 empleados de Microsoft entre 2019-20.
La socialización del “refrigerador”
Según el documento, el trabajo a distancia crea un tipo de colaboración entre los grupos de trabajo más “estático y aislado”. Es distinto cuando hay interacción física. Las personas suelen interactuar más con sus contactos más cercanos en las redes, no así con quienes no tienen menos confianza.
Un estudio descubrió que la llamada socialización del “refrigerador” bloquea la generación de nuevas ideas e iniciativas. Especialmente en las empresas incubadoras de negocios, dedicadas a apoyar el desarrollo y crecimiento de empresas innovadoras.
Por lo tanto, es más difícil con el trabajo remoto obtener nuevas perspectivas e ideas de trabajo para mejorarlo. Se cree que esto podría perjudicar la innovación. El estudio concluye que a los equipos totalmente remotos les puede ir muy bien a corto plazo. Pero, finalmente, podrían sufrir cuando la innovación esté agotada.
A medida que muchos trabajos se automaticen y aumente el uso de la inteligencia artificial, las relaciones humanas se harán más importantes. No todo podrá quedar en manos de robots. Al fin y al cabo los proyectos de trabajo con una mayor carga de interacción humana son los más exitosos y duraderos.
¿Cuál es entonces la fórmula exitosa para las empresas?
Cada vez más, las empresas están adoptando la opción intermedia. Es decir, que los empleados asistan a la oficina dos o tres días a la semana para que compartan ideas e interactúen con sus jefes y compañeros. El resto de los días simplemente ejecutan el trabajo establecido.
Hay quienes piensan que lo mejor es que el trabajo presencial lo promuevan los propios gerentes con la intención explícita de que los empleados se encuentren y discutan nuevas ideas. Las empresas adoptarán más o menos teletrabajo según el sector al que pertenezcan.
No es lo mismo una empresa minera que una de tecnología digital. Por ejemplo, Twitter ya ha dicho que la mayor parte de sus empleados puede seguir haciendo su trabajo desde casa. La oficina quedará para celebrar reuniones con clientes.
No obstante, es indiscutible que las oficinas seguirán siendo espacios útiles, necesarios e imprescindibles para las empresas. La presencia física – territorial de una firma empresarial sugiere credibilidad, fortaleza y seguridad al cliente. Difícilmente el teletrabajo desplazará por completo al trabajo de oficina. Ambos tipos de trabajo se complementarán mejor.
Todas las investigaciones científicas sobre las relaciones de trabajo y la productividad de las empresas han deducido que la proximidad, la confianza y la cooperación mutuas, son elementos fundamentales para construir relaciones laborales efectivas y empresas exitosas.