En medio de cumplirse seis meses de pandemia, Latinoamérica ha empezado a tantear los primeros pasos por la reapertura. A raíz del desplome en la economía generada por la crisis de COVID-19 la región deberá adoptar medidas con urgencia para atacar el desempleo, cifra que se ha dado a conocer este lunes 14 de septiembre.
El paso de la primera oleada de coronavirus ha arrasado con América como no lo ha hecho con ningún otro continente. De hecho, la región americana contiene seis de los países que se encuentran en la lista de los diez con más infectados:
Estados Unidos es la nación con más casos y muertos (más de 194.200), de tercero en la lista de diez va Brasil y le siguen Perú en el quinto puesto, seguido sucesivamente de Colombia y México y Argentina llega a la lista en el décimo puesto.
Con la sumatoria de todos los casos, América acumula alrededor de 15 millones de contagiados y más de 513.000 fallecidos. De esa cifra, Latinoamérica y el Caribe aportan 8,24 millones de casos (28,33 % del total global) y más de 310.000 decesos.
El continente sigue experimentando, además, la mortalidad más elevada, especialmente en Brasil y Estados Unidos, con 814 y 803 fallecidos en el último día, respectivamente, reportados a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y en el mundo, siguen en mortalidad diaria México y Colombia.
Fuera de la lista de diez más afectados, Guatemala, tiene la cifra más alta de fallecidos en Centroamérica, con 3.000 decesos desde que se detectó el primer caso con el virus hace seis meses.
Latinoamérica desempleada
Este lunes la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) advirtió que tres países latinoamericanos encabezan la lista de los que han perdido más porcentaje de empleo entre marzo y julio de este año. Perú ha perdido el 39% de sus puestos de trabajo, seguido de Costa Rica (21%) y Chile (21%).
Además, mantienen tasas bajas Colombia (12%), Brasil (10%) y Argentina (7%).
“El factor común en la evolución de los mercados laborales ha sido la pérdida de empleos a partir de las medidas de contención del contagio”, ha evidenciado el informe de la entidad chilena.
Por eso la región ha procurado la reapertura escalonada que permita afrontar la crisis.
Ecuador, con 11.000 muertes por coronavirus, entró este lunes en un nuevo orden regulatorio, en el que permite a los Gobiernos regionales tomar las decisiones restrictivas, mientras los sectores productivos reclaman menos trabas a sus esfuerzos por reactivar la economía.
Panamá, que supera las 2.000 defunciones, ha suspendido desde este lunes la restricción de movilidad y suavizó el toque de queda instaurado para frenar la propagación de la COVID-19.
Y Paraguay, 525 muertes, ha aperturado el tráfico aéreo de pasajeros con dos “vuelos burbuja” con Uruguay, limitados a empresarios de ambos países y dentro de un plan piloto de cara a la reanudación de las rutas que estaban operativas antes de la crisis sanitaria.
Reabrir es muy arriesgado para otros
A pesar de los pequeños pasos que los países anteriormente mencionados han dado por recuperar la economía, en otras zonas en las que hay rebrotes, se hace cuesta arriba.
En el interior de Argentina, los nuevos brotes han sido la principal preocupación de hoy, después de haber superado la alarma que había generado la cantidad de contagios en Buenos Aires, la capital.
Este lunes las autoridades han recomendado que en las 18 provincias donde hay transmisión comunitaria se redoblaran “los esfuerzos para minimizar la circulación de personas”.
De igual manera en Honduras se ha ampliado el toque de queda hasta el 20 de septiembre para frenar la expansión del coronavirus, que ha dejado 2.079 muertos.
Mientras que en Venezuela, con más de 60.000 contagios y unos 480 decesos según ha reportado el régimen de Nicolás Maduro, ha decidido mantener sus aeropuertos cerrados y ha descartado una vuelta a clases presencial.
A la par de la pandemia, las causas abiertas por la gestión de esta crisis que suman a la coyuntura política también siguen su avance.
Además de las investigaciones al gobierno de Donald Trump por supuestas pretensiones del ejecutivo de alterar la publicación de informes científicos, en Chile diez diputados de diferentes partidos opositores han acusado constitucional al exministro de Salud Jaime Mañalich por su gestión de la pandemia.
Continúa en Colombia el descontento por las políticas del gobierno de Iván Duque, consideradas represivas y en Venezuela los reclamos por parte de todos los sectores del país, que ha perdido al 25% de su personal médico, son inagotables.