Esta semana corta por feriado las acciones en la bolsa de Nueva York continuaron su racha alcista. El S&P 500 terminó la semana por encima de los 3.000 puntos. La novedad esta vez es la diversidad de los jugadores.
El sector financiero – que despierta siempre mucha confianza – retornó con bríos y se impuso a las acciones de las tecnológicas que estuvieron reinando durante mucho tiempo en lo que va de pandemia.
Parece que ahora los inversores podrían voltear su mirada a otras opciones de valores en el mercado distintas a las FAANG (Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google). Aunque las preferidas de Nasdaq sigan disfrutando de su alto poder y confianza.
Algunos analistas creen que todavía el sector financiero está muy por debajo de sus mínimos habituales. Y sentencian que solo sobrevivirán a la pandemia los minoristas mejor equipados mientras que los más vulnerables sucumbirán.
Otros en cambio, consideran que el actual entusiasmo que despiertan las acciones de valor, son apenas un espejismo. Y que sus valores en alza son, simplemente, el resultado de la actividad en un entorno marcado por las bajas tasas de interés.
Las acciones cíclicas en la bolsa
En las últimas jornadas los índices bursátiles estadounidenses han venido recuperándose a sus mejores niveles, antes de que estallara la pandemia a mediados de marzo. Este impulso ha sido posible gracias al desempeño de las llamadas acciones cíclicas, que han captado el efectivo rápido, dicen los expertos.
Aún queda mucho margen de juego para los inversores, sobre todo en aquellos sectores que se han visto al borde de la bancarrota.
Aunque en una investigación publicada el miércoles, los analistas de Morgan Stanley dejaron claras sus reservas sobre este proceso cíclico.
“Siempre es difícil confiar en el ciclo en la depresión. Sin embargo, la acción del precio sugiere que no es diferente esta vez. De hecho, las acciones más baratas nunca han sido más baratas y esto argumenta a favor de inclinarse aún más hacia el viento”.
Goldman Sachs, por su parte, indicó en una nota el jueves que durante las etapas iniciales de la recuperación, ha sido evidente el resultado del decidido apoyo político en el Congreso para las acciones fiscales y monetarias adoptadas, lo que insufló ánimo a la búsqueda de rendimiento. Agregó, no obstante, que el aumento observado en las apuestas por el riesgo estas últimas semanas, son estimuladas por una mayor confianza acerca del crecimiento.
La supervivencia de los más aptos
Eventos inesperados y cruciales como las pandemias, traen consigo una aceleración en los cambios que vienen operando en la economía y las empresas. Los elementos y argumentos que se resisten a los cambios se debilitan –al menos temporalmente- y terminan cediendo ante la emergencia y la necesidad inmediata.
Por ejemplo, antes de la pandemia de covid-19, ya algunos minoristas luchaban contra sus competidores en línea y venían arrastrando una fuerte caída en las ventas en tiendas y centros comerciales. Los efectos del virus han precipitado su tendencia a la desaparición en vez de ser la causa de su crisis.
Otros, sin embargo, tendrán la oportunidad de brillar y crecer aún más. Es el caso de PVH (NYSE: PVH), señalada por Morgan Stanley como una de las más grandes compañías de ropa en el mundo que grandes del mundo, que vende marcas icónicas como Tommy Hilfiger y Calvin Klein. Este minorista ofrece a los inversores una buena ventaja a su objetivo de $ 77 en 12 meses.
No debe dejarse de lado tampoco a los bancos, cuyo margen de maniobra en esta crisis es muy amplio. Se pueden todavía mover con las crestas y las depresiones que marcan el ritmo de crecimiento económico.
Según Morgan Stanley, no solo los sectores del ciclo inicial han visto mejorar sus rendimientos desde marzo. También otros sectores menos apetecidos en la bolsa podrían tener una oportunidad, a medida que la economía de EE.UU se siga recuperando.
Las medidas de distanciamiento personal en todo el mundo han aplastado diversos sectores y áreas. Por ejemplo, al turismo (aerolíneas, cruceros, hotelería), los centros comerciales, casinos en tierra, junto con el sector bancario, entre otros.
Las tasas de interés ahogando a las financieras
En el caso del sector financiero, la baja de las tasas de interés ha sido el principal factor que le ha afectado. Más que por problemas en sus balances, como ha sido el caso de los demás sectores golpeados por la crisis. Las tasas de interés tan bajas han socavado la rentabilidad de los bancos en Europa y Japón y todo hace pensar que en EE.UU la situación será igual.
La reserva Federal, sin embargo, ha descartado hasta ahora usar tasas negativas. Mientras que el rendimiento del Tesoro (a dos años), tampoco ha amenazado con descender a nuevos mínimos en las tres semanas anteriores.
Se cree que ya lo peor ha pasado, a menos que después de la reapertura surja un nuevo brote de coronavirus. El riesgo de tasas negativas va quedando atrás por lo que se espera que las acciones financieras tengan un mejor desempeño de ahora en adelante. Pero compañías como JPMorgan, siguen aún en niveles de casi un 40% por debajo a los registrados antes de la pandemia.
El mercado hipotecario, por otro lado, se paralizó apenas comenzó a propagarse la pandemia. Debido a la disminución de las solicitudes de nuevos préstamos. Pero una revisión a crisis anteriores desde finales de la década de los 90 en el siglo pasado, indica que las crisis financieras suelen estar seguidas de una fuerte subida en la demanda de créditos inmobiliarios y en los precios de la vivienda.
En abril, Morgan Stanley recomendó ampliamente a JPMorgan y ahora ha señalado en el sector financiero al Grupo Citizens Financial (NYSE: CFG) entre su acción sobreponderada. Su precio objetivo es de $ 32 y ofrece un alza de 20% con respecto al actual nivel.
Las acciones de las tecnológicas
Esta semana las acciones del sector tecnológico fueron el centro de atención junto con las farmacéuticas. Algunos analistas llegaron a sugerir algún riesgo en la gran rotación hacia el crecimiento.
Sin embargo, al repasar nuevamente su desempeño histórico, lo datos permiten concluir que el cambio de valor registrado esta semana es una suerte de flash mob (una acción relámpago) que llama la atención por un momento y después se dispersa.
Las acciones de valor del sector han descendido cerca de 20% en lo que va de año. En tanto que, las acciones de crecimiento, que ofrecen algún potencial hacia mejores rendimientos a largo plazo, han venido creciendo de forma sostenida. El crecimiento constante desde 2007 ha sido de un 200% y un valor de apenas 40%.
El crecimiento de las acciones supera al valor
Analistas opinan que el crecimiento de las acciones ha superado ampliamente al valor. Señalan que hay un amplio diferencial entre el valor y los inventarios de crecimiento. Se considera bastante probable que los sectores bancarios y de energía –que suelen influir más en las estrategias de inversión de valor- muy pronto estén de vuelta.
Las actuales bajas tasas de interés, que han mantenido bajo control el rendimiento de los bonos, tienen a los bancos ocupados buscando como sacar mayor provecho a los préstamos. Pero con una mayor probabilidad de impagos debido a la pandemia. Esto evidencia que el dinero podría ofrecer mejores rendimientos en otros sectores.
Las acciones de las compañías energéticas han caído más de un 30 % este año. Si bien ha habido un esperado repunte de los precios del crudo después de los acuerdos de la OPEP +, la demanda de petróleo sigue estando muy por debajo de la producción y de los inventarios.
Son pocos los que creen que el mundo regresará muy pronto a un rápido crecimiento económico y que las tasas de interés retornarán a los niveles anteriores a la pandemia.
Como bien lo dijo el estratega de MFS, Rob Almeida, a la revista financiera Barron’s, en un entorno caracterizado por bajas tasas de interés, las acciones de crecimiento desde el punto de vista matemático “valen más”. En consecuencia, “el valor terminal para una empresa en crecimiento es mayor, debido a la tasa de descuento, que para una compañía cíclica”.