- La crisis bancaria que estalló a principios de marzo nuevamente toma impulso y se está llevando un banco tras otro.
- Las autoridades hacen esfuerzos por contener la situación y tratan de imponer la calma, pero las instituciones continúan desinflándose.
- Según un trabajo publicado por Bloomberg, la mitad de los estadounidenses se preocupan por la falta de seguridad de sus depósitos.
Cuando parecía que los problemas relacionados con la caída de Signature Bank y SVB habían quedado atrás, la crisis bancaria toma un segundo aire. El desplome de First Republic, el cual aconteció a pesar del intento de rescate de los prestamistas grandes, reanimó las preocupaciones. Dos exfuncionarios de la Fed temen que esto pudiera ser el comienzo de una crisis mayor.
El capítulo más reciente de la crisis bancaria tiene que ver con la compra de First Republic por parte del gigante JPMorgan. Aunque el CEO de esta institución, Jamie Dimon, dijo que con la transacción la crisis había acabado, parece que no fue del todo acertado. Otros bancos regionales parecen estar en la lista a ser los siguientes con pocas capacidades de sobrevivir.
Uno de ellos es PacWest, el cual estaría en una situación desesperada para conseguir financiamiento privado. Según fuentes internas consultadas por medios especializados, la directiva de la firma financiera baraja varias opciones que incluyen la venta del banco. La noticia de inmediato provocó un retroceso de -60% en las acciones durante la jornada posterior al cierre de este miércoles.
En la mañana de este jueves, la situación empeoró con el fin del acuerdo de compra de First Horizon por parte del canadiense TD Bank. Este intento de compra por $13,5 mil millones habría fracasado por temores regulatorios.
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Los llamados a la calma de la Fed no son suficientes
Desde la Fed repiten como un mantra la frase de que el sistema bancario de Estados Unidos es “sólido y resistente”. Sin embargo, eso no parece generar la mayor confianza entre los inversores. Desde principios de año, las acciones del sector bancario sufren un desplome de grandes magnitudes. Los expertos concuerdan en que no sería sorpresivo si esta crisis iguala en dimensiones a la del 2008.
En consecuencia, aproximadamente la mitad de los estadounidenses estarían muy preocupados sobre la seguridad de sus depósitos en el sistema bancario del país norteamericano. Según una reciente encuesta de Gallup, solamente 20% de las personas tienen confianza plena en que no sucederá nada malo a sus fondos en los prestamistas.
“Casi la mitad de los estadounidenses están preocupados por la seguridad del dinero que tienen en cuentas de bancos u otras instituciones financieras. Un total de 48% de los adultos dicen que están preocupados por su dinero, incluido 19% ‘muy preocupado’ y 29% ‘moderadamente preocupado’”. Gallup.
La desconfianza en la habilidad de los prestamistas para manejar su situación interna se evidencia en el retroceso de otras instituciones. Entre las más afectadas de los últimos días se cuentan Western Alliance, cuyas acciones retrocedieron un cuarto en horas posteriores al cierre del miércoles. Zions Bancorp y Comerica también experimentaron una caída de -10% de sus acciones.
Vale la pena mencionar que muchos bancos regionales están en el foco de las preocupaciones por su situación similar a la de SVB. Esto contempla los estrechos vínculos con el sector tecnológico, grandes cantidades de depósitos no asegurados y pérdidas en su cartera de valores.
A esto se suma la posible mala gestión de riesgo y las fallas de supervisión que la propia Fed reconoció en su informe sobre SVB. De esto se puede decir que lo menos que hay es confianza en que el sistema bancario esté sólido y resistente.
Las preocupaciones de los exfuncionarios de la Fed
Este contexto lleva a dos funcionarios antiguos de la Fed, Robert Kaplan (expresidente por Dallas) y Dennis Lockhart (expresidente por Atlanta) a manifestar profundas preocupaciones. Estos exdirectivos temen que la crisis bancaria podría estar en las primeras etapas y que más adelante se sentirán los efectos en una magnitud mayor.
En un contacto con Bloomberg, Lockhart enfatizó que se trata de un escenario “preocupante”. Asimismo, dijo que espera que el presidente de la Fed, Jerome Powell, tenga más información disponible. Para Kaplan, la crisis financiera está lejos de terminar. La fase crediticia (por lo general más grave) todavía no comienza, contempló.
Durante una entrevista con Bloomberg televisión, Lockhart comentó:
“Parece que los mercados se están moviendo de un lado a otro y los siervos vulnerables de la manada están siendo expulsados. Pero me gustaría creer que Jay Powell tiene información que sugiere que la situación es contenida o controlable”.
Desde la quiebra del First Republic y su absorción por JPMorgan, las condiciones no han mejorado para el sistema bancario de Estados Unidos. El índice bancario regional KBW, el cual luchaba por recuperar algo del terreno perdido el martes, cayó al día siguiente. Este último retroceso se produjo como consecuencia del anuncio de subida de tipos por parte de la Fed. Para el final de esa jornada cerró en -0,9% y -6,8% pocas horas antes del cierre del jueves.
Aunque la Fed hace llamados a la tranquilidad, y lo mismo hace el Tesoro, es poco probable que la situación tenga un final feliz. En ese sentido, los dos mencionados exfuncionarios del banco central parecen tener todas las razones para estar preocupados por el destino del sector finanzas.
De cualquier modo, el KBW continúa en su picado descenso desde que alcanzará máximos durante el mes de febrero. Desde ese entonces, el índice perdió el 30% de su valor como consecuencia de las ventas masivas de acciones de los bancos locales.
Los problemas se extienden en la jornada del jueves
Al momento de redactar este trabajo, las pérdidas en el sector bancario se extienden. Las instituciones nombradas arriba muestran números poco alentadores, lo que provoca una mayor incertidumbre entre los inversores. Entre los datos del mercado cercanos al cierre de la jornada del 04 de mayo, las acciones de Western Alliance retroceden un -55%, según Bloomberg.
Mientras tanto, First Horizon cae en su cotización en -40% como consecuencia del fin del acuerdo de venta a TD Bank. “Creemos que los bancos están atravesando por su propio momento GameStop, donde las redes sociales están ampliando los enfoques no tradicionales para evaluar la solvencia”, expresa Jaret Seiberg, de TD Cowen.
El experto agrega que esta situación genera “una profecía autocumplida que presiona los precios de las acciones, lo que genera más preguntas”. Es de tener en consideración que las pérdidas se extienden también como consecuencia de las advertencias de personalidades de Wall Street. Hace pocas horas, el multimillonario de los fondos de cobertura, Bill Ackman, advirtió que los problemas sen el sector están lejos de terminar.
En una publicación en su cuenta de Twitter, el inversor remarca que la confianza en el sistema bancario demanda años de construcción. Sin embargo, lamentó, solo se quieren días para dañarla. “A medida que cada dominó cae, el siguiente más débil comienza a tambalearse”, apuntó.
El experto considera que las autoridades financieras, entre ellas la Fed, deben hacer más para apoyar a los bancos pequeños. Expresa que la caída de estos prestamistas es, en parte, provocada por las políticas monetarias apretadas y por la mala administración de la supervisión.
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Los grandes ganadores
Pero si existe alguna certeza sobre esta situación, es quiénes son los grandes ganadores. Estos no son otros que los principales bancos, los cuales “son demasiado grandes para caer”. Esta seguridad que generan entre los depositantes hace que ahora miles de millones en fondos estén saliendo de los bancos pequeños hacia ellos.
En consecuencia, la tendencia al monopolio parece reforzarse peligrosamente. “Estamos viendo ganar a los grandes bancos, vamos a ver una consolidación masiva y vamos a ver una regulación muy precisa de los bancos de pequeña y mediana capitalización”, expresa a FT Brian Belski de BMO Capital Markets. Agregó que su postura es determinante: los bancos regionales no pudieron competir con los bancos grandes.
Pero los gigantes del sector financiero no son solamente ganadores pasivos de la inhabilidad de los bancos menores. Según un reciente reporte de Bloomberg, los poderosos habrían tenido un papel más activo de lo que pudieran admitir. El banco Goldman Sachs habría tenido un papel protagónico en el desplome de Silicon Valley Bank de principios de marzo, según una reciente investigación de las autoridades.
De acuerdo al informe de la investigación, el SVB habría descargado una cartera de $22,000 millones con pérdidas en Goldman. Para cubrir ese déficit, el prestamista solicitó al gigante una ayuda de $2,2 mil millones, la cual fue denegada. Como consecuencia, se desató la recordada corrida bancaria que significó el final del SVB.
Comprendiendo estos acontecimientos puertas adentro cobra importancia la determinación de la Fed para mejorar las regulaciones.