- El metaverso se convirtió en la palabra de moda entre los inversores durante un tiempo breve y explosivo.
- Las condiciones macroeconómicas de 2022 hicieron que los inversores priorizaran la defensa de sus capitales y se alejaran de las inversiones de riesgo.
- Ahora, la Inteligencia Artificial (IA) se convierte en la sustituta que canaliza la locura de las inversiones.
Muchos analistas son contundentes y despectivos contra las inversiones en el sector de Inteligencia Artificial (IA), el cual es el motivo de la fiebre actual. Algunos tachan esta avanzada de los inversores como la nueva “tendencia meme”, mientras otros señalan que las comparaciones con esa burbuja están fuera de lugar.
Independientemente de que sea una burbuja meme o no, las inversiones en el sector parecen desplazar a la más reciente de estas tendencias frenéticas. El metaverso se convirtió a finales de 2021 en una de las palabras más explosivas en el mundo de las inversiones. Miles de millones de dólares fluyeron hacia las empresas que los desarrollan. Sin embargo, la mayor parte de esos capitales se volvieron sal y agua.
La economía de altas tasas de interés hizo estragos entre las empresas tecnológicas que trabajan en el metaverso. La mayoría de ellas continúa su cruzada, pero con menos apoyo de los grandes capitales. Ahora el turno parece llegar para el mundo de la Inteligencia Artificial, la cual hasta hace poco era incluida dentro de las inversiones hacia el metaverso. No obstante, el lanzamiento de ChatGPT vino a cambiar radicalmente las reglas del juego.
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ChatGPT y la fiebre de la IA
El lanzamiento de la herramienta ChatGPT por parte de OpenIA se convirtió en el inicio de la fiebre de los inversores por la IA. El hecho de que nuevos productos amenacen con revolucionar el mundo de la tecnología y de los motores de búsqueda generó entusiasmo. La propia Alphabet, empresa matriz de Google, lanzó su propia competencia de ChatGPT y otras iniciativas ya están asomándose.
Los inversores se cuentan entre los primeros en reaccionar y, aunque parezca a la situación de las acciones meme, también hay elementos distintivos. Entre ellos se destaca el prospecto de las empresas detrás. En el caso de la tecnología, algunas tienen el peso de Microsoft y Alphabet, mientras las acciones meme estaban respaldadas por firmas en descenso. En consecuencia, el sector de la IA tiene un motor que hasta ahora no ha arrancado del todo.
Es importante tener en consideración que, hasta el momento, no existen acciones para invertir de manera directa en la Inteligencia Artificial. A lo sumo, los inversores se limitan a ganar exposición a esa tecnología al poner capitales en empresas que las desarrollan. En este trabajo se repasan algunas compañías ideales en las que se pueden colocar inversiones para aprovechar el boom.
Los capitales de los inversores ahora fluyen en grandes cantidades hacia empresas como las nombradas Microsoft y Alphabet. Pero la fiebre de la IA no se limita a estas, sino que también abarca otras firmas como Amazon, Salesforce, Workday y Tesla. Se trata de una lista que ya es extensa y que, con el pasar de los meses, se hará mayor.
La caída de la apuesta por el metaverso
Como ya se relató brevemente arriba, el ascenso del interés por la IA estuvo precedido por un impulso similar por las inversiones en el metaverso. Se trata de una tecnología en la que las personas podrán hacer vida social a través de avatares. Estos últimos son representaciones digitales de las personas, los cuales interactúan en las plataformas de realidad virtual.
En todo caso, esa tecnología es borrosa hacia el futuro y pocas personas tienen la claridad suficiente para explicarlas con términos simples. En consecuencia, luego de pasar el primer impulso, muchos inversores cayeron en cuenta de que estaban apostando por algo sumamente abstracto.
El ascenso de la idea de los metaversos tuvo su punto cumbre a finales de 2021, cuando Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, dio el paso al frente. El empresario fue tan lejos que cambio completamente la imagen corporativa de la empresa y su nombre pasó a ser Meta en alusión a su nuevo desarrollo. Al principio, los inversores estaban desesperados comprando espacios en la nueva tierra prometida de la tecnología. Casi todas las empresas importantes anunciaron su presencia en el metaverso de una u otra manera.
Para no quedarse en el camino, algunas se conformaron con realizar compras de lotes de terreno en plataformas como Decentraland o The Sandbox. Todos querían apartar su lugar en la tecnología que sustituiría el Internet tal y como lo conocemos hasta ahora. Pero la burbuja estalló en 2022 y el interés por el sector se fue en picada. Los trabajadores de Meta no quieren saber nada de su propia plataforma, Horizon. Asimismo, algunas iniciativas se estrellaron con la apatía de las personas. Poco tiempo después, la fiebre por el metaverso fue sustituida por la de la IA.
El rápido ascenso de la IA
La mayoría de las personas que están familiarizadas con la IA es gracias a servicios como Siri de Apple o Alexa de Amazon. Se trata de herramientas que llevan años perfeccionándose y que en muchos lugares todavía siguen siendo desconocidas. Pero, al llegar el turno de ChatGPT, la historia ha sido totalmente distinta debido a su ascenso meteórico.
Tan fuerte ha sido la crecida de popularidad de esta herramienta que algunos planteles educativos buscan alternativas para evitar que los alumnos se aprovechen. El chat es capaz de generar textos y trabajos en cuestión de minutos y muchas profesiones podrían verse comprometidas en el futuro por la irrupción de esa tecnología. Desde el lanzamiento a finales de 2022, la popularidad de estas herramientas no ha parado de crecer.
En la medida en que crece el interés, los inversores también vuelcan su mirada y sus capitales a las empresas detrás de estos desarrollos. Aunque es probable una corrección en el corto plazo, en el futuro largo las inversiones en IA podrían ser de grandes retornos para los pioneros. A diferencia de los motores de búsquedas tradicionales, las aplicaciones de IA son capaces de dar resultados rápidos sin necesidad de entrar a links.
Por otro lado, no se debe obviar el hecho de que en la misma medida en que crece la fiebre por la IA, también lo hacen los estafadores. Se debe esperar la aparición de proyectos falsos y todo tipo de mañas para hacer fraudes y apropiarse del dinero de los inversores. La recomendación entre los analistas y expertos a los inversores es que coloquen capitales solamente en aquellas firmas reconocidas que lleven adelante desarrollos en el área.
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¿Renacerá la apuesta por el metaverso?
Al otro extremo, es de crucial importancia tener en mente que el metaverso tampoco es una inversión al estilo meme. Su potencial se mantiene como uno de los más brillantes para las próximas décadas. Así, al mismo ritmo en que sus tecnologías subyacentes avancen, más nítida será la pintura general que se tenga de los mundos digitales que complementarán al mundo real.
En otras palabras, el metaverso y su proyección no se extinguieron con el desinterés de los inversores. Eso significa que invertir en esa tecnología en los actuales momentos podría ser una de las decisiones más sabias. Pese a ello, no se puede colocar capitales en las empresas del sector esperando beneficios a corto plazo.
Aparte de Meta, existen compañías de gran calibre que están en proceso de construcción directa o indirecta de las herramientas relacionadas con el metaverso. Entre ellas se destacan firmas como NVIDIA, Sony, Microsoft y otras. Como se puede notar, algunas de estas empresas son las mismas que desarrollan trabajos de IA.
En ese sentido, invertir en algunas de las más importantes es como tener un portafolio que abarca diversas áreas de tecnología futura. A pesar de que la fiebre de la IA desplazó a la del metaverso, lo cierto del caso es que ambas están estrechamente ligadas. A pesar de que el interés general de los inversores por el metaverso ha descendido drásticamente, el futuro de ambas formas tecnológicas difícilmente se pueda separar a la hora de medir éxitos o fracasos.