- Hay mucha preocupación por el colapso bancario de Silicon Valley y sus consecuencias a nivel global.
- Se trata de la segunda quiebra bancaria más grande en la historia de los EE. UU., que está arrastrando a la baja también a las acciones bancarias internacionales.
- Las tenencias del banco y su empresa matriz SVB Financial Group, fueron fuertemente afectadas por las agresivas subidas de las tasas de interés de la Fed.
- Varios expertos financieros coinciden en que la codicia y la avaricia han roto el saco en el sistema financiero estadounidense.
El colapso de uno de los bancos más grandes de los Estados Unidos, ha puesto en el tapete una discusión que durante el año pasado estuvo presente en la industria de las criptomonedas: la codicia, la avaricia y la mala administración de fondos de los clientes.
Ahora le tocó el turno a los bancos que hasta ahora habían logrado surfear la tempestad desatada por la subida de tipos de interés de la Fed. Sin embargo, en este caso, algunos analistas opinan que el problema es el sistema bancario más que el propio banco.
Primeros efectos de la quiebra de SVB
Comenzó una nueva semana con los mercados financieros operando con fuertes caídas debido al colapso de Silicon Valley Bank (SVB). Existe el temor fundado entre los inversores de que el riesgo de contagio pueda extenderse a otros bancos.
El domingo, la Reserva Federal de EEUU emitió un inusual comunicado en el que aseguró que está lista para apoyar financieramente a las instituciones que así lo requieran. El banco central estadounidense busca garantizar a todos los depositantes sus fondos.
El lunes a las 10 am (GMT), las acciones bancarias europeas cayeron un 5,5%, después de cerrar el viernes con una fuerte caída del 4%. Ese día los reguladores financieros de EE. UU. dieron la orden de cerrar SVB y de inmediato tomaron el control de sus depósitos.
Este evento afectó a todos los principales índices de EE. UU, que cerraron el viernes un 1% más bajo debido al pánico colectivo generado por la quiebra de SVB. Después vino el cierre de Signature Bank, arrastrado por el colapso del decimosexto banco más grande de EE. UU.
Signature Bank era uno de los principales prestamistas de criptomonedas del país y fue cerrado ante los riesgos sistémicos que existen, dijeron los reguladores. Paralelamente, Silvergate Capital también se derrumbaba, debido a la crisis del Bitcoin y las criptomonedas.
Los reguladores estadounidenses han asegurado que todos los depósitos en SVB serán devueltos en su totalidad. Sin embargo, analistas e inversionistas consideran que a pesar de la rápida actuación de la Fed, la crisis de SVB no es un incidente aislado.
¿Qué causó el colapso de Silicon Valley?
Sus verdaderas causas están vinculadas con un problema sistémico de mayores dimensiones, asociado a otras crisis similares en el pasado, dicen los expertos.
Para Keith Fitz-Gerald, trader y director de Fitz-Gerald Group, está claro que la culpa de la debacle de SVB es la “codicia y la avaricia”, que ha estado presente desde hace mucho tiempo en Silicon Valley.
“Hicimos que la Junta de la Reserva Federal cambiara de reservas fraccionarias a sin reservas, y eso permitió que bancos como SVB salieran y comenzaran a comprar activos en lugar de simplemente prestar dinero”, dijo Fitz-Gerald a CNBC.
“Mi opinión es que la banca debería ser aburrida, como ver cómo se seca la pintura, y cada vez que no lo es, tienes un problema. Que es lamentablemente lo que sucedió”, añadió el experto.
No soportó la subida de los tipos de interés
Se trata de uno de los bancos más grandes del país con sede en California, que durante 40 años estuvo financiando a startups y a empresas de capital de riesgo. SVB es una empresa subsidiaria de SVB Financial Group y era la entidad bancaria más grande de Silicon Valley.
El colapso de SVB Financial Group, cuyos activos estaban expresados en bonos del Tesoro de EE. UU. y otros valores hipotecarios respaldados por el gobierno, se debió a las agresivas subidas de tasas de interés por parte de la Fed, haciendo que su valor cayera drásticamente.
El miércoles de la semana pasada fue un día crucial para el banco cuando anunció la venta de activos por un valor de 21.000 millones de dólares. Este movimiento le ocasionó a SVB una pérdida de 1.800 millones de USD aproximadamente.
Según los voceros del banco, la compañía requería de unos 2.250 millones de USD para hacer frente a los retiros masivos de los clientes y poder financiar nuevos préstamos. El anuncio produjo un desplome inmediato en las acciones de la empresa.
Además, desencadenó una corrida bancaria ante el pánico de los inversionistas de riesgo y otros clientes. El primer día, las acciones del banco cayeron un 60 %, causando una pérdida neta de alrededor de 80.000 millones de dólares en acciones bancarias a nivel global.
¿Los reguladores también tienen culpa?
En opinión de algunos analistas de mercado, los reguladores tienen un porcentaje de culpa en lo sucedido. Ellos parece que se han quedado dormidos al volante. Pero lo que hundió a SVB finalmente, fue su propia estrategia de crecimiento.
El banco se alimenta principalmente de los depósitos de empresas y no de clientes minoristas más pequeños. Las tenencias de la mayor parte de los activos de la empresa, están en préstamos y valores, esto lo hizo más vulnerable y riesgoso que otros bancos.
Pero otros analistas señalan que el banco quebró por la codicia de sus directivos. La exposición de sus participaciones era desproporcionada con respecto a las tasas de interés a largo plazo, que se ubican en un máximo de 15 años para reducir así la inflación.
Entonces, al aumentar los tipos de interés los valores de SVB se vieron muy afectados. Esto hizo que la confianza de los depositantes resultara posteriormente perjudicada.
“SVB estaba en una liga propia: un alto nivel de préstamos más valores como porcentaje de los depósitos, y muy poca dependencia de depósitos minoristas más rígidos como parte de los depósitos totales”, explicó el presidente de estrategia de mercado e inversión de JP Morgan, Michael Cembalest.
Para el experto financiero, “se forjó un nicho distinto y más riesgoso que otros bancos, preparándose para grandes posibles déficits de capital en caso de aumento de las tasas de interés, salidas de depósitos y ventas forzadas de activos”.
Según Fitz-Gerald, lo que está realmente mal es el sistema bancario más que el propio banco. Y añadió que los reguladores “no solo son cómplices, sino que participaron en el diseño de este lío…”
“SVB hizo lo que tenía que hacer, posiblemente, dentro de la estructura de reglas que son el problema. Entonces, para mí, es el sistema el que está roto, o al menos necesita ser revisado seriamente aquí”, sentenció.
“Riesgos estúpidos” + Codicia
Para el conocido inversor Michael Burry, lo que pasó con SVB no es otra cosa que correr riesgos estúpidos, además de la codicia. Pues esto mismo ya ocurrió en “2000, 2008, 2023, siempre es lo mismo”, señaló el fundador del Fondo Scion Capital LLC.
“Las personas llenas de arrogancia y codicia toman riesgos estúpidos y fracasan. Luego se imprime el dinero. Porque funciona muy bien”, indicó.
No obstante, el colapso de SVB y la crisis de las criptomonedas que viene desde 2022, no es igual a lo ocurrido en 2008, según Fitz-Gerald. Por otro lado, el experto considera que el riesgo de contagio es menor, debido a la rápida actuación de los reguladores federales.
La Reserva Federal, el Departamento del Tesoro y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos, reaccionaron de inmediato para evitar que cundiera el pánico en el mercado y otras instituciones bancarias resultaran afectadas.
De modo que el riesgo de contagio “se ha reducido sustancialmente con la entrada en escena de la FDIC, la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Así que saben, nuevamente, este suspiro colectivo de alivio, creo que el contagio global está fuera de la mesa”, precisó.
¿Dónde estaban los reguladores y los auditores?
Aunque agregó que si bien no se sabe “dónde radica el riesgo de contraparte en este momento”, y podría ser algo similar a lo ocurrido en la crisis de 1929, lo cierto es que el actual sistema debe ser cambiado.
“Personalmente, estoy estupefacto de que el sistema sea lo que es hoy y que se permitiera que sucedieran estas cosas”, afirmó Fitz-Gerald. Y se preguntó dónde estaban los reguladores y los auditores que dejaron que esto ocurriera.
“Creo que habrá preguntas muy serias sobre cómo funcionan los sistemas de calificación. ¿Por qué se les permitió a estos bancos adquirir activos cuando deberían haber respaldado sus depósitos?” apuntó.
Dijo por último que “ese es un tema fundamental que tiene que pasar a primer plano ahora. No podemos ignorarlo y patear la lata por el camino”. Calificó de vergüenza tanto para la Reserva Federal como para los reguladores bancarios lo ocurrido.