IBM se aleja un paso más de su origen centrando en el hardware y el desarrollo de software para afianzarse en el negocio de los servicios en la nube.
Así es, International Business Machines (esa es la frase de la que deriva la abreviatura IBM) anunció esta semana que planea escindir su unidad de servicios de infraestructuras para que se conforme como una compañía pública separada y con ingresos por unos 19 mil millones de dólares.
El objetivo es enfocarse más directamente en nuevas oportunidades de negocio, especialmente en el cloud computing, un segmento con más altos márgenes que ha experimentado un gran impulso en los últimos años.
También buscará posicionarse en el negocios de la inteligencia artificial.
La separación no incluirá el negocio de servidores de la empresa, uno de los pocos “viejos sectores” que le sigue siendo muy redituable.
La idea de IBM es completar el proceso para fines de 2021, aunque todo dependerá de los organismos reguladores y de la aprobación de los accionistas.
Aún no ha dado el nombre de la nueva compañía (en los memos internos hablan sólo de NewCo), pero el cálculo de los medios estadounidenses especializados en tecnologías es que la empresa escindida tendrá unos 90 mil empleados exIBM, algo más de 4.500 clientes de grandes empresas en 110 países y negocios por más de 60 mil millones de dólares.
En el segmento de la infraestructura en la nube busca competir con gigantes muy bien instaldos como AWS (de Amazon), Microsoft (a través de Azure) y Google (con Cloud).
IBM y sus planes para seguir siendo relevante
Al mismo tiempo que IBM anunció la noticia, también brindó una guía de ingresos y ganancias actualizada para el tercer trimestre, cuyo detalle planea informar oficialmente a finales de octubre.
Sin embargo, adelantó que espera ingresos por 17,6 mil millones de dólares, con ganancias por acción de 1,89 dólares.
Como punto de comparación, en el tercer trimestre de 2019 reportó ingresos por 18 mil millones.
En la Bolsa
Al mercado parece haberle caído bien la noticia: las acciones de IBM subieron en el día posterior del anuncio más de 10 por ciento.
La división de la empresa es un cambio significativo, quizás el más radical desde que IBM se convirtió en ícono del avance tecnológico mundial en el siglo 20.
Su última gran decisión había sido en 2019, cuando compró Red Hat por 34 mil millones de dólares.
En este sentido, hay que decir que IBM se centrará en su plataforma de nube híbrida abierta, un negocio en el que se espera que concentre más de un billón de dólares en los próximos años.
Precisamente la adquisición de Red Hat buscó acelerar más su presencia en este mercado.
Esta plataforma potencia el ecosistema de inteligencia artificial y el poder de los datos, ahora con el respaldo de una compañía como IBM, con vasta experiencia en el mundo de la tecnología y alta imagen internacional.
La división de IBM va a contramano de otros gigantes que se han rehusado sistemáticamente a ser segmentados, como Facebook, Google y Amazon.
Resumiendo: IBM pondrá en una nueva empresa toda su unidad de infraestructura de tecnologías de la información, al igual que su negocio de soporte técnico para los centros de datos que opera.
Accede al detalle en PDF de la nueva estrategia de IBM.
Cuando IBM compró Red Hat, la adquisición por 34 mil millones de dólares se convirtió en una de las más importantes de la historia de las tecnológicas estadounidenses.
Sólo hubo dos más relevantes antes:
- cuando Dell adquirió EMC por 67 mil millones de dólares en el año 2016
- y cuando JDS Uniphase se hizo con SDL erogando 41 mil millones de dólares. Esto fue a comienzos del siglo 21, en el año 2000.
OpenShift, el producto estrella de Red Hat, es la pieza clave para que IBM pueda sumar nuevos clientes y generar nuevos flujos de ingresos relacionados con la nube.