El gobierno de India ha anunciado un paquete de medidas de 250.000 millones de euros para hacer frente a los efectos económicos de la Covid-19. Así lo anunció la semana pasada el primer ministro de India, Narendre Modi. Según el ejecutivo de la India, el plan de recuperación de 250.000 millones que se está ultimando permitirá impulsar el crecimiento económico del país y consolidar la “autosuficiencia” de la potencia surasiática. El paquete de medidas de 250.000 millones, que supone cerca del 10% del PIB de la India, se centrará en inyectar liquidez a tres áreas estratégicas para el país: la infraestructura, la demografía y la cadena de suministro.
Sin embargo, el plan de recuperación económica de India prevé también ayudas a migrantes y agricultores, así como a reforzar el empleo y a aportar liquidez a las pequeñas y medianas empresas. Con este nuevo paquete de 250.000 millones, el ejecutivo de la India se muestra convencido de la necesidad de autoabastecimiento de India para afrontar el futuro con garantías. Así, el primer ministro de India, Narendre Modi, aseguró que “las condiciones del mundo nos muestran que solo hay una forma de hacer las cosas: la de construir una India autosuficiente”.
En este sentido, el ejecutivo de India apuesta por fortalecer la manufactura y la cadena de suministro a nivel local. Dos polos de generación de riqueza que, según el gobierno del estado, “ha salvado al país” durante los meses de confinamiento.
El FMI prevé que India evite la recesión
Antes de la eclosión de la pandemia generada por la Covid-19 las previsiones de crecimiento para India en 2020 eran altamente optimistas. De hecho, el Banco de la Reserva de India pronosticaba que la economía india crecería un 6% en 2020, superando así el incremento de su PIB vivido en 2019, que fue del 5%, el peor de los últimos años.
Ya a pesar del impacto de la Covid-19 en las economías de prácticamente todo el mundo, India podría conseguir crecimientos positivos para este 2020. En concreto, el Fondo Monetario Internacional pronostica que el país hindú podría cerrar 2020 con un crecimiento del 1,9%. Se trata una cifra muy inferior al 6% previsto a finales de 2019, pero relativamente satisfactoria para el funcionamiento del país.
De hecho, India podría seguir los pasos de la China, que también cerraría el año con tasas de crecimiento positivo. Todos los organismos internacionales prevén que el impacto económico en el sudeste asiático de la Covid-19 sea menor que el cosechado en Europa y Estados Unidos. El FMI cree que la economía china crecerá un 1,2%. También Indonesia crecería en 2020, en concreto un 0,9%.
Por el contrario, otras economías emergentes como Rusia y Brasil se podrían desplomar. Así el Fondo Monetario Internacional cree que la economía de Brasil podría caer un 5,3% este año, mientrs que Rusia podría sufrir un crecimiento negativo del 5,5%. También México entraría en recesión este 2020 con una caída del 6,6% de su PIB.
Un crecimiento económico a costa de recortar derechos laborales
A pesar del crecimiento previsto para India este año, no parece claro que este aumento de la riqueza suponga un mayor bienestar para su población. Y es que, según informa France 24, varios estados del país están emitiendo decretos que suspenden los derechos laborales de los trabajadores.
De entre ellos destaca el decreto del estado de Uttar Pradesh, el más poblado de India con 200 millones de habitantes. El ejecutivo de Uttar Pradesh ha emitido un decreto con vigencia para tres años donde se derogan todas las leyes de protección de los trabajadores. Así, el gobierno regional solo conserva tres leyes de protección a los trabajadores: una que obliga al empleador a pagar a sus obreros, un texto que prohíbe la esclavitud y otro que elimina el trabajo infantil.
Tanto el gobierno central como la mayoría de gobiernos regionales se encuentran gobernados por el partido de derecha nacionalista que encabeza el primer ministro hindú, Marendra Modi. Así, en la región de Gujarat la jornada laboral pasará de ocho a doce horas. Por otro lado, en el estado de Madhya Pradesh, las compañías con menos de 40 trabajadores no tendrán que cumplir la normativa relacionada con la seguridad laboral.
Los sindicatos y las organizaciones internacionales de derechos humanos sospechan de un plan orquestado por el ejecutivo central de eliminar derechos laborales para ganar competitividad. Así, el objetivo del gobierno hindú pasaría por competir directamente con la China como centro de producción industrial del mundo.
1.300 millones de personas confinadas hasta el 31 de mayo
Los planes del país de reactivar la economía y reducir los derechos laborales con el fin de ganar en competitividad y atraer inversión se dan en un contexto donde la mayoría de la población hindú se encuentra todavía confinada. De hecho, ayer el gobierno hindú ordenó la extensión del confinamiento hasta el próximo 31 de mayo.
India impuso desde el 25 de marzo un estricto confinamiento que eliminaba prácticamente cualquier movilidad personal que no fuera por motivo justiciado. Desde la semana pasada las normas de confinamiento se han relajado en algunos estados. Desde la semana pasada el gobierno ha permitido abrir oficinas privadas al 33% de su capacidad y se ha recuperado el transporte ferroviario. Sin embargo, los viajes en avión, tanto domésticos como internacionales, siguen prohibidos hasta el mes de junio. También se mantienen cerrados los colegios hasta nueva orden.
Hasta ahora, la India ha detectado un total de 96.169 casos de Covid-19. Sin embargo, y como en el caso de China, la cifra de fallecidos es muy inferior en comparación a las de Europa. En concreto, el ejecutivo hindú ha reconocido 3.029 fallecimientos a causa de la Covid-19. El número de curados se eleva hasta los 36.824 pacientes.