A la vez que la pandemia de coronavirus sigue instalada en el mundo y la única forma de combatirla parecen ser las medidas de aislamiento, distintos países están decidiendo la extensión de las cuarentenas, en la mayoría de los casos hasta después de iniciado el mes de mayo.
El nuevo ejemplo no es menor, se trata del segundo país más poblado de la Tierra y uno de los más vulnerables en lo que se refiere a la solidez de su sistema hospitalario: la India.
Así es, el primer ministro indio, Narendra Modi, anunció una extensión del aislamiento obligatorio que ya lleva tres semanas, bloqueo que ahora se prolongará hasta el 3 de mayo.
Son medidas que, aunque con matices según los países, ya han determinado otros líderes mundiales.
En un discurso televisado a los 1.300 millones de habitantes de la India, Modi dijo que continuará el aislamiento social especialmente en los que llamó “puntos calientes” o “grandes grupos con casos positivos de Covid-19”. Habló de un “desafío de arduo trabajo y de penitencia”. Agregó también que se tomarán medidas “más estrictas” para combatir la pandemia la próxima semana.
La decisión de la India llega cuando el país superó los 10 mil casos positivos de coronavirus, un número bajo respecto de su enorme población, pero que en los últimos días comenzó a crecer exponencialmente. Hasta este martes contabilizaba cerca de 350 fallecidos.
Modi también dijo que en algunas ciudades serán evaluadas en función de la cantidad de casos y, siempre hablando en potencial, agregó que allí “es probable” que comiencen a retomarse “ciertas actividades muy necesarias” a partir del 20 de abril.
India en cuarentena: golpe a su economía
Desde el 25 de marzo India está en cuarentena obligatoria. Desde ese día, la gente permanece en el interior de sus hogares y sólo funcionan los servicios esenciales como hospitales, departamentos de policía y bomberos, y las tiendas de comestibles y las de venta de medicamentos. No hay transporte público.
El impacto en la economía es de una magnitud aún no valorada. Basta decir que según el Centro de Monitoreo de la Economía de la India, la tasa de desempleo aumentó hasta el 23 por ciento en la primera semana de abril, en comparación con el 8,7 por ciento que registraba en marzo.
Las ventas de automóviles, por ejemplo, cayeron en marzo un 60 por ciento en la comparación interanual y se espera que los números de abril sean aún peores.
En este contexto, Suzuki Motor, el mayor fabricante de vehículos de India, tiene suspendidas todas sus actividades desde el inicio del aislamiento.
“Desde el punto de vista de la economía, todo esto parece costoso ahora”, dijo Modi. “Pero comparado con la vida de los ciudadanos indios, no hay comparación”, agregó en su discurso. “Tenemos que asegurarnos de que el coronavirus no se propague por todo el país, a cualquier costo”.
Desde el gobierno están asistiendo a los desempleados, pero lo cierto es que en una economía dominada por la informalidad esto es muy complicado. Se calcula que la India pierde unos 5.250 millones de dólares diariamente debido al bloqueo y se espera que entre abril y septiembre se queden sin empleo 40 millones de personas, casi la misma cantidad de habitantes de países enteros como España o Argentina.
Según Capital Economics, y contemplando que el cierre generalizado de la India se extienda por tres meses (en especial sectores como fabricación de insumos, construcción, transporte, comercio minorista, ocio y recreación), la economía crecería sólo el uno por ciento en 2020, el ritmo más débil en cuatro décadas.
Europa tiene un plan
En Europa la realidad es similar. Los líderes de los países más afectados han decidido mantener el aislamiento, aunque comenzaron a delinear planes para reabrir sus economías en medio de signos de podrían hacer suponer que lo peor del brote de coronavirus ya pasó.
Emmanuel Macron, presidente de Francia, por ejemplo, anunció que prolongará el bloqueo hasta el 11 de mayo. Sin embargo, dijo que algunos centros educativos reabrirían progresivamente después de esa fecha.
La señal de Macron se dio horas después de que España se convirtiera en el primero de los países europeos más afectados en levantar algunas de las restricciones al permitir que los trabajadores de industrias “no esenciales”, como la construcción, regresen a sus puestos.
Italia, otro de los países más afectados, extendió sus medidas de distanciamiento social hasta el 3 de mayo.