- Los datos de inflación informados por Eurostat marcaron un 10% de inflación interanual.
- Nuevamente los precios de la energía y los alimentos se encuentran a la cabeza de los aumentos.
- El escenario de una recesión futura es cada vez más evidente en Europa.
La inflación no tiene freno en Europa. El dato dado a conocer hoy por Eurostat ha sido peor de lo que se esperaba, al llegar a marcar 10% de inflación en la eurozona,
Los datos anteriores de países como Alemania, Holanda o Estonia no auguraban un buen presagio para este viernes, al alcanzar los dos dígitos de inflación.
La inflación subyacente también aumentó en medidas mayores de lo esperado. Como es sabido, los precios de la electricidad y el gas natural han sido los grandes impulsores para llegar a esta preocupante cifra.
El récord del 10% de inflación interanual en septiembre se complementa con el 9,1% anual obtenido en agosto. Tan solo un año atrás la inflación de la eurozona fue de 3,4%. Estos aumentos son los más grandes desde que se empezó a registrar la estadística de la zona euro en 1997. La energía es el principal motor de la inflación, con un alza del 41% en un año, seguida de alimentos, alcohol y tabaco con el 11,8%.
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, las sanciones de los países de la OTAN a Rusia y los cuellos de botella en la cadena de suministro de materias primas son los tres principales factores detrás de este número. El recorte del gas ruso enviado a Europa provocó el aumento exponencial de los precios del gas.
La inflación sin control en servicios públicos, alimentos y energía están dejando a los usuarios sin dinero para gastar en otros ítems. De este modo se daría un escenario de estanflación previsto por economistas. Una recesión podría extenderse en el tiempo de manera significativa, para lo que resta de 2022 y al menos el primer semestre de 2023.
Esta situación lleva a evaluar que el Banco Central Europeo (BCE) tendrá que emprender una acción mucho más contundente respecto a las subidas de tasas en el futuro, aún más agresiva que lo que viene pregonando su presidente Christine Lagarde.
Una vez conocidos estos datos, los mercados europeos reaccionaron de manera negativa, lo que generó más incertidumbre bursátil a nivel global. En EE:UU nuevas declaraciones de funcionarios de la FED se enmarcan en continuar con una política “hawkish” de alzas, pese a los buenos indicadores que todavía arroja el mercado laboral norteamericano.
Inglaterra logra esquivar la recesión
Si bien Gran Bretaña no pertenece a la Unión Europea luego del Brexit, su economía marca influencia en el continente.
En el día de la fecha la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) revisó al alza su estimación de crecimiento en el segundo trimestre y registró un leve avance del 0,2% frente a la caída del 0,1% que se había previsto en el PIB.
Pese a lograr evitar una recesión la economía británica se encuentra estancada y con serios problemas inflacionarios al igual que el resto de Europa, con el plus de una crisis económica y financiera que explotó en los últimos días tras las medidas del gobierno de la nueva primer ministra Liz Truss.
En agosto la inflación interanual en el Reino Unido fue de 10,1% interanual.