- El continuado descenso del desempleo en Estados Unidos se convierte en una ratificación de la buena salud del sector.
- Los números verdes del empleo indican que las medidas de la Reserva Federal no tienen el suficiente poder para enfriarlo.
- Los analistas esperan que los números sean un indicativo suficiente para que la Fed aplique una nueva subida de 75 puntos básicos a los tipos en noviembre.
La economía de Estados Unidos continúa generando temor entre los analistas y los mercados debido a los números desconcertantes. Este viernes, se conoció que el empleo en septiembre estuvo mejor de lo esperado, según el informe correspondiente. Tal fortaleza en el sector podría traducirse en que la Reserva Federal continuará su marcha sin frenos en cuanto a la subida de tasas de interés.
Tal como reportó este medio, la tasa de desempleo descendió desde el 3.7% en agosto hasta el 3.5% en septiembre. Se trata de un fuerte golpe a las políticas de la Fed, las cuales son las más agresivas desde 1994, pero que no alcanzan para doblegar el mercado de empleo. Es de destacar que del estado de este sector depende en gran medida el consumo y el aumento de los precios al consumidor.
Al mismo tiempo, los números se convierten en una pesadilla para los inversores en el mercado de acciones. Esto se debe a que las cifras dan más margen de agresividad al banco central para que continúe con la agresividad. Asimismo, se traducen en un nuevo paso hacia la recesión en la economía. No se debe perder de vista que la Fed ha manifestado en repetidas oportunidades que hará lo que sea necesario para vencer la inflación. La interpretación más evidente es que están dispuestos a provocar una recesión.
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Informe de empleo causa malestar en los mercados
En el momento en que se conoció el informe del empleo en Estados Unidos, los mercados reaccionaron de manera negativa. Luego de algunas jornadas positivas en la semana, el pesimismo se convierte nuevamente en protagonista. Los principales índices cerraron con números rojos la jornada de este viernes y se espera que las caídas se extiendan la próxima semana. Los números rojos se extendieron hacia el mercado de las monedas digitales también.
De tal manera, el aumento de las nóminas no agrícolas fue de 263.000 nuevos puestos en septiembre, una cifran que supera ampliamente las expectativas. Los analistas esperaban 255.000, según Bloomberg. La otra cara de las noticias negativas fue el aumento del 5% de los salarios, lo cual se puede considerar como un mensaje claro de que las subidas de tipos son débiles. Esto último, a pesar de ser asumidas por los mercados como alarmantes por su magnitud.
“El bajo desempleo solía sentirse tan bien. Todos los que parecen querer un trabajo lo están consiguiendo”, expresó a CNBC Ron Hetrick economista senior de Lightcast. “Nos hemos estado metiendo en una situación en la que nuestra baja tasas de desempleo ha sido absolutamente un factor importante para nuestra inflación”, agregó. De este modo, afirma, el estado saludable del empleo ya no es tan bien recibido por los mercados y por la economía, puesto que está generando problemas en el corazón financiero.
Es de tener en consideración que el promedio de los salarios, aunque se colocó en 5% de subida, presenta un ritmo menor al 5.2% del mes anterior. Sin embargo, se trata de una posición fuerte que se suma al incremento del empleo expresado en el informe de las autoridades. En su conjunto, los dos se deben interpretar como una seria amenaza para las aspiraciones del banco central.
Dato: los ingresos por hora aumentaron en 0.3% en septiembre, de la misma manera que en el pasado mes de agosto.
La Reserva Federal sin frenos y en bajada
El presagio de una Fed más agresiva luego de conocerse los resultados del desempleo causó pánico en los mercados. Como ya se dijo, los principales índices experimentaron fuertes caídas. En líneas generales, unos $930 mil millones de dólares fueron borrados del mercado de acciones solamente el viernes. Una vez más, las compañías tecnológicas estuvieron al frente de las pérdidas.
Por ejemplo, Alphabet, la matriz de Google, descendió un -2,52%, Amazon un -4,75% y Tesla un -6,35%. Por su parte, Microsoft y Apple perdieron -5% y -3,49% respectivamente. En lo que respecta al mercado de monedas digitales, los principales activos sufrieron caídas no menos pesadas. La principal de las criptomonedas en capitalización de mercado, Bitcoin, perdió una vez más su soporte de $20.000 dólares por unidad. Al momento de redactar, su valor es de $19.500.
Esta violenta pérdida en todo el mercado fue la reacción de los inversores ante este golpe que recibe la Fed. Ahora, los analistas se muestran más alarmados acerca de los siguientes pasos de los halcones de la Reserva Federal. Muchos temen que las subidas que se vienen realizando hasta ahora se queden como una fase tímida en comparación con las próximas movidas. Otros apuntan a que mantendrán el ritmo, aunque se alargará la fecha de culminación del ciclo de subidas.
Hasta el momento, las autoridades del banco central han dado pocas señales de sus próximos movimientos y no es muy probable que lo hagan. Lo cierto del caso es que, a pesar de las medidas, la inflación se mantiene en la franja más alta de los últimos 40 años y el empleo tiene una fortaleza tal que hay 1.7 oportunidades de trabajo para cada persona en edad laboral, según CNBC.
Así, el informe de empleo publicado este viernes indica que las condiciones que generaron la inflación todavía están activas.
Las subidas continuarán hasta que haya resultados
El pasado jueves (06 de octubre), el gobernador de la Fed, Christopher Waller, reconoció que las medidas no estaban dando resultados palpables. “Como yo lo veo, no hemos logrado un progreso significativo en la inflación y hasta que ese progreso sea significativo y persistente, yo apoyo los aumentos continuos de tasas junto con las reducciones en curso en el balance de la Reserva Federal, para ayudar a restringir la demanda agregada”, apuntó.
“El informe de empleo se une a otros factores (como el recorte del bombeo de petróleo de la OPEP+) para dañar los planes de la Reserva Federal”
Aunque los mercados están temerosos de una Fed agresiva, en los futuros vistos este viernes, se espera que la subida de tipos de noviembre sea de 0,75%. Pese a ser el cuarto incremento seguido de esta magnitud, los comerciantes ven un 82% de posibilidades de que sea el último de esa naturaleza. De tal manera, en diciembre, la subida de tipos sería de 50 puntos básicos y en febrero de 2023 de 25 puntos.
De cumplirse este pronóstico, la tasa cerraría en el rango de 4,50% y 4,75%, según los resultados mostrados por CME Group. Pero lo que más lleva a la preocupación es que los funcionarios del banco central determinen que la nueva meta de subida de tasas es de 5% o más. En ese caso, se podría llegar a una dura y prolongada recesión en la economía.
Como ya es habitual, los inversores y analistas de Wall Street ven el fantasma de Paul Volcker en todos los rincones y probablemente muchos juicios sean exagerados. Pero lo cierto es que el soñado “aterrizaje suave” se convierte poco a poco en una utopía alimentada por los dirigentes de la Fed encabezados por su presidente, Jerome Powell. El informe sobre el estado de empleo parece poner punto final a esas esperanzas.
Algunos analistas de peso como Ken Kim de KPMG, Rick Rieder de BlackRock o Ron Temple de Lazard Asset Management transpiran pesimismo por todos los poros. “Si bien el crecimiento del empleo se está desacelerando, la economía de EE.UU. sigue siendo demasiado buena para que la Reserva Federal logre su objetivo de inflación. El camino para un aterrizaje suave se vuelve cada vez más desafiante. Si quedan palomas en la Fed, el informe de hoy [viernes] podría haber reducido aún más sus filas”, expresó el último de estos expertos citados en CNBC.
El objetivo de 3.5% queda prácticamente obsoleto
Diversos funcionarios de la Reserva Federal han asegurado durante las últimas horas que no bajarán el ritmo de subida de tipos. No se trata de declaraciones oficiales del banco central, puesto que antes de dar por cierto alguna política, la misma debe pasar por el Comité Federal de Mercado abierto (FOMC). Sin embargo, las afirmaciones sirven para tener una idea de cómo está el ambiente dentro de la institución y por lo que se ve, los halcones tienen un dominio absoluto de la escena. Para un importante grupo de analistas consultados por Bloomberg, es muy probable que la línea límite se extienda un poco más arriba del 4.5%.
Tres elementos pueden determinar cuál será la dirección de la subida de tipos para el mes de noviembre. Todos ellos apuntan a que habrá un incremento similar a los tres anteriores, es decir, de 75 puntos básicos. El primer elemento es el reporte del Estado del empleo y los salarios del que se habla más arriba. Pero no se puede restar importancia a los otros dos, los cuales son el recorte petrolero anunciado por la OPEP+. También jugará un papel de primer orden el informe de inflación correspondiente al mes de septiembre, el cual será publicado el próximo 13 de octubre.
Tal como reportó INVESTOR TIMES, la Organización de Países exportadores de petróleo y sus aliados anunciaron el pasado miércoles un recorte violento de la producción. La medida de los estados productores obedece a sus intenciones de mantener elevados los precios del crudo a despecho de las presiones de Estados Unidos y de otros países consumidores. La decisión de recorte fue recibida con amargura por parte de las autoridades de Washington, las cuales la calificaron de “miope”.
De cualquier manera, el fuerte recorte del bombeo impactó de inmediato los precios del crudo y eso tendría un inevitable efecto en los precios del combustible en Estados Unidos y, como consecuencia, en la inflación.
Los recortes petroleros junto con el informe de empleo se convierten en dos elementos indeseados para el éxito de la política de la Fed.
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En busca de dos viejos y descarriados amigos
Aunque es poco lo que puede hacer el gobierno de Estados Unidos frente a la decisión de una organización diseñada precisamente para mantener altos los precios del petróleo, las autoridades tomaron algunas medidas. Una de ellas es la de evaluar las relaciones con países hasta ahora considerados hostiles como Irán y Venezuela. Tanto Teherán como Caracas son calificadas por Estados Unidos como “países totalitarios”, lo que ha servido para imponer medidas coercitivas unilaterales (MCU) o sanciones.
En el caso de Venezuela, se trata de un socio histórico y directo para el mercado estadounidense. El país sudamericano cuenta con las reservas probadas de petróleo más grandes del mundo y se encuentra a una distancia muy corta de los puertos estadounidenses, lo que facilita el comercio de esa materia prima. No obstante, las amargas relaciones entre los dos países imposibilitan que el petróleo venezolano vaya hacia las refinerías del sur de Estados Unidos. Se trata de una realidad que viene golpeando al país sudamericano desde hace años, pero que ahora también está afectando a sus rivales.
En todo caso, las autoridades estadounidenses iniciaron las negociaciones con el gobierno de Maduro para reanudar los envíos petroleros. Recientemente, se conoció que el gobierno de Joe Biden acordó un intercambio de prisioneros con Caracas, algo que cayó muy mal entre la oposición venezolana y los sectores de derecha de Miami. Pero la necesidad tiene cara de perro e impuso que las relaciones entre ambos países deben reanudarse. Ahora, la tarea que tienen por delante algunas empresas como Chevron es reactivar una industria petrolera que se encuentra en ruinas desde que iniciaron las MCU contra el régimen de Caracas.
Actualmente, la producción petrolera venezolana se encuentra aproximadamente en 400,000 barriles de petróleo diarios. Los analistas consideran que para finales de año podría alcanzarse la meta de un millón de barriles si se dan las condiciones. Asimismo, en un plazo de 2 años Venezuela podría exportar dos millones de barriles de petróleo diariamente. Para compensar la espera, el gobierno estadounidense podría aliviar algunas sanciones contra Irán, de manera que el petróleo de sus dos rivales se convierta en una alternativa al desbalance del mercado internacional.
Con esto se solucionaría una de las tres partes del problema que tiene enfrente la Fed. Como ya se destacó, las otras dos son el informe de empleo y el reporte de inflación de septiembre.
¿Una subida de 100 puntos básicos?
Pero entre los analistas financieros también florecen aquellos que son pesimistas y que ven mayores problemas en el panorama. Algunos de estos hablan abiertamente de una subida de tipos de interés de 100 puntos básicos o un 1% para el mes de noviembre. Citado en medios especializados, Christian Borjón de XM aseguro que no se debe descartar una subida de esta magnitud, dado que la Reserva Federal está dispuesta hacer lo que sea necesario para enfriar los mercados.
Pese a ello, esto se trataría de un escenario poco probable debido a que el informe de inflación podría ser mucho mejor de lo esperado. Al menos esto es lo que plantean analistas citados por el portal de Forbes. Pese a ello, nada indica que la subida de tipos sea menor a los 125 puntos básicos en lo que queda de año. Es importante destacar que, aunque la inflación retroceda considerablemente durante septiembre, en octubre podría experimentar una nueva subida debido al ya mencionado recorte del bombeo de crudo anunciado por la OPEP+.
De cualquier manera, ya existe una situación inestable mientras que en Wall Street se espera que la recesión llegue antes de lo esperado debido a la agresividad del banco central. El deseo de las autoridades financieras es que el próximo mes el informe de empleo no llegue con una nueva sorpresa que mantenga la desocupación en el nivel más bajo de los últimos 50 años.