- Jesse Livermore pasó a la posteridad como el mejor trader del que se tenga memoria, hoy te presentamos su historia.
- Sus éxitos y fracasos ofrecen muchas lecciones para el inversor de nuestros tiempos.
Jesse Livermore es un personaje obligado para todos aquellos que se adentran en el mundo de la inversión y el mercado de valores.
En una época sin regulaciones y sin mayor información sobre las compañías se hizo famoso haciendo trading, aún a pesar de que no contaba con una educación formal.
De hecho, muchos aún lo consideran “el mejor trader de todos los tiempos”. Sin duda, tenía un talento natural para la especulación bursátil.
Ganó y perdió varias fortunas hasta que los tiempos comenzaron a cambiar luego de la Gran Depresión. Su final estuvo rodeado por la fatalidad.
Su vida deja grandes lecciones que no deben ser olvidadas por los inversores, en especial, por los inversores minoristas y los traders.
En este artículo te contaremos los aspectos más resaltantes de la vida de Jesse Livermore. Haremos énfasis en varias lecciones de mucho valor para nuestra educación bursátil.
En general, el material sobre este interesante personaje se centra en sus grandes operaciones y en el dinero que ganó, pero nosotros resaltaremos lo que podemos aprender de él, en especial de sus errores.
Jesse Livermore: Una muy breve reseña
Jesse Livermore nació el 26 de julio de 1877, en Massachusetts, EE.UU. Murió el 28 de noviembre de 1940, en la ciudad de New York, a la edad de 63 años.
Comenzó su carrera en bolsa a la edad de 14 años, en 1891, trabajando como “board boy” en una casa de corretaje.
Pronto utilizó su talento en los llamados “bucket shops”, que eran establecimientos que permitían apostar pequeñas cantidades de dinero sobre el precio de las acciones o los productos básicos.
“Con el tiempo, dado su récord positivo, Jesse Livermore fue vetado en casi todos los establecimientos de Boston.”
Para 1900 se muda la ciudad de New York, donde comienza a trabajar en otra firma de corretaje y realiza operaciones de mayor envergadura.
Sus mejores operaciones
Su primera gran operación llega en 1901, a la edad de 24 años, cuando compró acciones en Northern Pacific Railway. Convirtió 10.000 dólares en 500.000 dólares.
En 1906, realiza otra gran operación, tomando una posición corta masiva en Union Pacific Railroad el día antes del terremoto de San Francisco, lo que generó una ganancia de 250.000 dólares.
En el pánico bursátil de 1907, las grandes posiciones cortas de Livermore le hicieron ganar 1 millón de dólares en un solo día.
Sin embargo, bajo consejo de su mentor, J.P. Morgan, que había rescatado a toda la Bolsa de Valores de Nueva York durante la crisis, dejó de realizar más ventas al descubierto. Por el contrario, se benefició del rebote del mercado, aumentando su patrimonio neto a 3 millones de dólares.
Entre 1924-1925, participó en la manipulación del mercado, ganando 10 millones de dólares comerciando con trigo y maíz, así como con otras operaciones.
A principios de 1929, acumuló enormes posiciones cortas, utilizando más de 100 corredores de bolsa para ocultar estas operaciones. Para la primavera, acumulaba pérdidas de más de 6 millones de dólares. Sin embargo, tras el desplome de Wall Street poco después, obtuvo aproximadamente 100 millones de dólares netos en ganancias. Es de esta época que recibe el no muy feliz apodo de “Gran Oso de Wall Street”.
“Al hacer un balance, si trasladamos todas estas cantidades a dólares de 2022, hablamos de sumas realmente gigantescas que convirtieron a Jesse Livermore en uno de los hombres más ricos de su época. Una época sin mayor regulación estatal, pero ello estaba por cambiar, y con ello la suerte de Livermore.”
Sus bancarrotas y caída definitiva
A pesar de haber ganado varias fortunas en la bolsa, también las perdía al cabo de un tiempo…
Se estima que en 1908 quedó en bancarrota por primera vez, aunque pudo recuperarse de sus pérdidas.
Para 1915 vuelve a quedar en la ruina nuevamente. Sin embargo, a sus 38 años de edad aún contaba con la fuerza suficiente para continuar. Pero, eventualmente, sus energías se agotarían con trágicas consecuencias.
Su estilo de vida no era precisamente estable. Se casó 3 veces, y de hecho, su segundo divorcio en 1932, así como el tiroteo no fatal de su hijo por parte de su esposa en 1935 y una demanda de su amante, llevaron a un deterioro progresivo de su equilibrio mental.
Por otro lado, la creación de la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (la SEC) en 1934, impuso nuevas reglas que afectaron su trading.
“Aunque no se conocen los detalles de cómo sucedió, terminó perdiendo su fortuna nuevamente, declarándose en bancarrota por tercera vez en 1934. Se estima que sus activos alcanzaban 84.000 dólares, mientras sus deudas alcanzaban los 2,5 millones de dólares.”
Además, fue suspendido como miembro del Chicago Board of Trade ese mismo año.
A pesar de todo, en 1937, pagó una factura de impuestos por 800.000 dólares…
En 1939, comenzó una compañía de asesoría financiera, promocionando un sistema de análisis técnico.
Para fines de ese mismo año, siguiendo el consejo de unos de sus hijos, escribió un libro sobre trading. El libro, “How to Trade in Stocks”, fue publicado en marzo de 1940, aunque no tuvo gran acogida.
No obstante, parecía que en esta etapa ya madura de su vida, a los 63 años, podría iniciar un capítulo más tranquilo.
Pero, los años de vida licenciosa y sus muchos problemas personales y financieros le habían pasado factura. Con las páginas de su libro se escribía, de hecho, el capítulo final de su vida.
Se estima que al momento de su muerte mantenía un patrimonio neto negativo.
La muerte de Jesse Livermore
El 28 de noviembre de 1940, poco después de las 5:30 p.m., Jesse Livermore se disparó fatalmente con una pistola automática en el guardarropa del Hotel The Sherry-Netherland en Manhattan, New York.
La policía encontró una nota de suicidio de ocho pequeñas páginas escritas a mano en el cuaderno personal encuadernado en cuero de Livermore.
La nota estaba dirigida a su última esposa, Harriet, a quien Livermore apodaba “Nina”, y decía:
“Mi querida Nina: No puedo evitarlo. Las cosas han ido mal para mí. Estoy cansado de pelear. No puedo continuar por más tiempo. Esta es la única salida. No soy digno de tu amor. Soy un fracaso. Lo siento mucho, pero esta es la única salida para mí. Con amor, Laurie”.
Laurie era el diminutivo del segundo nombre de Livermore, Lauriston.
Así terminaba la vida de un personaje notable que fue ícono de la llamada época de oro de Wall Street.
Su tránsito por los mercados debe juzgarse a la luz de su época. Una época que, como ya hemos dicho, carecía de reglas y regulaciones.
Sin embargo, considerando que empezó con orígenes muy humildes, se trata de una genuina historia americana de éxito y fracaso.
Hollywood ha dejado películas memorables que retratan este vertiginoso mundo, tales como “Wall Street” con Michael Douglas, o más recientemente, la caricaturesca, “The Wolf of Wall Street” con Leonardo DiCaprio. Pero, la realidad siempre termina superando a la ficción y la vida de Jesse Livermore lo confirma con creses.
Enseñanzas más importantes de Jesse Livermore
De su propia obra, “How to Trade in Stocks”, podemos extraer varias recomendaciones muy útiles:
“A lo largo del tiempo, las personas han actuado y reaccionado de la misma manera en el mercado como resultado de: la codicia, el miedo, la ignorancia y la esperanza. Es por esto que las formaciones numéricas y los patrones se repiten sobre una base constante.”
Esta es la reflexión de apertura de este interesante libro y permite apreciar que el método de Jesse Livermore se basaba en el análisis técnico. No podía ser de otra forma en una época carente de información fundamental sobre las compañías, ni mucho menos grandes cantidades de datos en tiempo real como ocurre hoy en día.
Esta obra podría resumirse en 10 importantes consejos para aquellos que especulan en los mercados:
1.- Corta las pérdidas rápidamente
Si el mercado no te da la razón, acéptalo con humildad. Si mantienes tus pérdidas a raya podrás recuperarte.
2.- Aumenta la posición si el escenario favorable es confirmado
Es recomendable entrar siempre con un tamaño de posición mínimo para controlar nuestro riesgo, no sabemos lo que va a ocurrir. Pero, si el mercado se mueve a nuestro favor, debemos aumentar nuestra posición en lugar de cerrar la operación.
3.- Mantén la posición abierta hasta que el mercado te quite la razón
A medida que el mercado se mueve a nuestro favor debemos evitar cerrar una operación ganadora para tomar ganancias. Esto sólo debe hacerse cuando el mercado de señales de un cambio de dirección.
4.- Controla tus emociones
Las emociones no controladas pueden ser el peor enemigo de un trader, pues llevan a tomar decisiones erróneas. Debemos mantener la serenidad.
5.- El trading es el juego más fascinante del mundo, pero debe abordarse con seriedad, disciplina y profesionalismo
El mercado no es un lugar para aquellos que quieran hacerse ricos de la noche a la mañana, ni para aquellos con poco equilibrio emocional o carentes de disciplina. Terminarán perdiéndolo todo.
6.- Pocas personas ganaron dinero alguna vez recibiendo consejos. Toma tus propias decisiones
Es necesario que te eduques y formes tu propio criterio como inversor. Esto requiere mucho tiempo y esfuerzo, puede tardar incluso años. Sin embargo, ello es mejor que tomar las decisiones que comprometan tu capital a partir de la opinión de otros.
7.- No se puede ganar dinero de manera consistente haciendo trading a cada momento
El dinero grande está en aprovechar al máximo las buenas oportunidades, y éstas no aparecen todos los días, por lo que no se debe operar indiscriminadamente.
8.- Nunca compres una acción sólo porque haya tenido una caída muy pronunciada
El mercado bien puede seguir cayendo, por lo que es mejor concentrarse en seguir las tendencias.
9.- Nunca vendas una acción sólo porque parece que está cara
En este caso, el mercado bien podría continuar subiendo luego de una corrección, por lo que es la acción del precio la que nos dice cuando salir. Al mercado no le importa nuestra opinión.
10.- Los buenos movimientos tardan en desarrollarse, por lo tanto, se requiere ser muy paciente
Es preciso saber esperar la aparición de movimientos tendenciales para entrar y seguir la corriente, y no salir hasta que el movimiento se agote.
Esta hoja de ruta parece una exhortación a seguir la acción del precio en todo momento, aunque a decir verdad, está más orientada a un estilo swing trading, que por ejemplo, al daytrading e incluso al scalping.
¿Hay algo que aprender de los errores de Jesse Livermore?
Sin duda hay mucho que aprender del lado trágico de su historia. En ese sentido te dejamos las siguientes reflexiones:
Considerando que Jesse Livermore ganó y perdió varias fortunas, no olvides que el mercado puede ir en cualquier dirección, en cualquier momento, y eso está fuera del control de cualquier persona. Por ello, observa al mercado con desapego y sin expectativas por el resultado final. Respeta al mercado.
La historia de Livermore confirma que los grandes también se equivocan. Por ello, como seres humanos debemos aceptar la posibilidad de cometer errores, pero jamás errores catastróficos que pongan en peligro nuestro capital y permanencia en los mercados a largo plazo.
Si no gozas de un buen equilibrio en tus asuntos personales, ello se terminará reflejando en tu conducta como inversor. Cuando operes, procura hacerlo en un estado de serenidad que te permita ser paciente, respetuoso de la dinámica del mercado, humilde ante tus resultados y ajeno a la codicia.
Por último, la forma en que Livermore dilapidó su fortuna nos hace pensar que no consideró seriamente invertir a largo plazo, ni diversificar su capital hacia activos reales u otro tipo de inversiones.
Es cierto que su estilo de vida influyó mucho en su final, pero sin duda, la historia pudo haber sido distinta si hubiera abierto sus opciones más allá de la mera especulación. Por ello, si realizas grandes ganancias, diversifica tus inversiones entre distintos tipos de activos, distribuyendo tu capital adecuadamente.
Algunos observadores han considerado a Livermore como el mejor trader que jamás haya existido, pero otros, no pocos precisamente, han considerado su legado como una advertencia sobre los riesgos del apalancamiento para buscar grandes ganancias en lugar de una estrategia centrada en retornos más pequeños, pero consistentes.
Si deseas saber más sobre él, una obra recomendada es el best-seller de Edwin Lefévre, “Reminiscences of a Stock Operator”, publicado en 1923.
Esperamos que el artículo te resulte de interés y contribuya a un mayor entendimiento de los factores que conducen al éxito en este maravilloso mundo de la bolsa de valores.
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