Los efectos socioeconómicos provocados por la Covid-19 están profundizando todavía más las desigualdades en todo el mundo. Sin embargo, dicho aumento de la brecha socioeconómica entre pobres y ricos se está disparando especialmente en Oriente Medio. Así lo asegura un informe reciente realizado por Intermon Oxfam, que advierte que la brecha social en Oriente Medio es hoy mucho mayor que hace un año.
Más concretamente, el informe asegura que desde la aparición de la Covid-19 el 11% de la población de Oriente Medio ha acaparado el 74% de los ingresos generados. Así, según Intermon Oxfam, los milmillonarios de Oriente Medio han aumentado su riqueza en 10.000 millones desde el estallido de la pandemia provocada por la Covid-19. El informe recuerda que Oriente Medio ya era una de las zonas del mundo más desiguales antes de la aparición de la pandemia, pero alerta que la situación actual podría llegar a ser insostenible. De hecho, Oxfam calcula que la pandemia ha arrojado a 45 millones de personas más a la pobreza en tan solo unos meses.
Por otro lado, Intermon Oxfam pone el foco en el Líbano, donde la explosión en la capital Beirut hace unas semanas hará aumentar las desigualdades sociales. “A menos que los gobiernos den prioridad inmediatamente a las personas en vez de a las ganancias y los ricos paguen su parte justa, millones de personas se verán empujadas a la pobreza y se les negarán sus derechos básicos. Durante demasiado tiempo se ha priorizado el beneficio a expensas del bien público y la seguridad. El resultado de esto no podría ser más evidente tras la catastrófica explosión en Beirut, que ha puesto de manifiesto aún más la fragilidad de la economía y solo exacerbará las desigualdades existentes”, aseguró ayer el asesor de políticas de Intermon Oxfam en el Líbano, Nabil Abdo.
La Covid-19 también agrava las desigualdades en España
A pesar del foco de Intermon Oxfam en atajar el agravamiento de las desigualdades sociales en Oriente Medio, la ONG advierte que las desigualdades generadas por la Covid-19 se producen también en los países occidentales. De hecho, hace justo dos meses Oxfam Intermón publicó el informe “Una reconstrucción justa y necesaria es posible”, donde se analizaba el impacto de la Covid-19 en la realidad socioeconómica española. Las previsiones entonces ya eran catastrofistas. Según Oxfam Intermón, la pandemia podría arrojar a más de 700.000 personas del Estado español a la pobreza. Un número de personas que supone cerca de un 2% de la población española y que se añade a los problemas endémicos de pobreza que, según Intermón, sufre España.
De hecho, el informe constataba que, a pesar de los buenos datos de reversión de las desigualdades en 2018 y 2019, el 21,5% de los habitantes del Estado español ya se encontraban en riesgo de pobreza antes de la llegada del a Covid-19. El porcentaje hacer referencia a cerca de 10 millones de personas. De entre ellas, Intermón Oxfam calculaba que, unos 2,5 millones de personas se encontraban ya en pobreza severa. Una cifra que, según los cálculos de la ONG, podría llegar a los 3 millones debido a la Covid-19.
Por otro lado, el informe constataba tendencias parecidas a las vividas en Oriente Medio. Mientras la población en riesgo de pobreza aumenta, el número de millonarios también. Intermón Oxfam calcula que los 23 milmillonarios del Estado Español habían aumentado sus riquezas en 19.200 millones de euros durante los tres meses de confinamiento. Una tendencia que, según la ONG, requiere de medidas inmediatas en materia de fiscalidad y servicios sociales para frenar la brecha social en el país.
El PIB de la OCDE sufre una caída histórica del 9,8% en el segundo trimestre del año
Y el incremento de las desigualdades se genera en un contexto poco alentador para las economías occidentales. El impacto de la pandemia en el desarrollo económico de los países de la OCDE es peor del previsto en un momento. De hecho, en el segundo trimestre de 2020 la OCDE ha sufrido una caída histórica de su Producto Interior Bruto (PIB) . Según datos de la OCDE, entre abril y junio de 2020 la economía de la OCDE cayó, de media un histórico 9,8%. Se trata de la mayor caída de la economía de los 23 países occidentales de su historia. El dato cuadriplica la caída generada en el primer trimestre de 2009 por la crisis económica y financiera de 2008.
Sin embargo, el impacto de la Covid-19 en la riqueza de los países de la OCDE es desigual. El Reino Unido es el país más afectado con una caída del PIB del 20,4%. Le sigue España con una caída del 18,5% y Francia (-13,8%). Según la OCDE, el impacto en el sí de la Unión Europea es algo superior al de la media de la OCDE, con una caída del PIB del 11,7%. Así, el impacto en las principales economías europeas es superior al de los países orientales, e incluso al de Estados Unidos. La OCDE calcula que el impacto de la Covid-19 ha hecho reducir el PIB estadounidense en un 9,5%. Un impacto muy parecido al sufrido en Alemania (-9,7%), pero infinitamente inferior al de países como Reino Unido, España, Francia o Italia.
China, la única economía de la OCDE que crece en el segundo trimestre de 2020
Todavía es menor el impacto en Japón (-7,8%). Pero el país que claramente destaca por encima de los demás es la China. Según la OCDE la economía china fue capaz de recuperarse de forma exponencial durante el segundo trimestre de 2020 con un crecimiento del 11,5%. El crecimiento en el segundo trimestre de China contrasta con la caída sufrida en el primer trimestre. Entonces la economía china cayó un 10%. Pero en todo caso, la recuperación es mucho más rápida que en los países de occidente. De hecho, tanto el ejecutivo chino como las principales consultoras internacionales pronostican que la economía china termine 2020 en tasas positivas.