- Europa enfrenta un problema severo de dependencia del gas ruso.
- Conoce uno de los principales proyectos que podrían cambiar la situación en los próximos años.
La dependencia del gas ruso no es nueva, se fue profundizando con los años, en particular, en el caso de Alemania.
El estallido de la guerra en Ucrania y el grave problema inflacionario post-covid que afecta a la Unión Europea, han desnudado por completo el problema.
Sin embargo, se están explorando nuevas alternativas de suministro a corto, medio y largo plazo, que permitan escapar de la trampa energética de Vladimir Putin.
Presentamos uno de los planes más ambiciosos a largo plazo.
El problema del gas ruso
Desde que comenzó la invasión de Putin a Ucrania, Occidente ha venido aplicando una serie de sanciones económicas sobre Rusia.
Entre ellas está la reducción en los volúmenes de compra de hidrocarburos, tales como el petróleo, el carbón y el gas. Sin embargo, en el caso del gas los países europeos se han cuidado de evitar un boicot total debido a la enorme dependencia de muchos de ellos.
El resultado: la salida de importantes volúmenes de gas ruso del mercado, aunado a las presiones inflacionarias, han supuesto un aumento significativo del precio de este combustible.
“De hecho, aunque la Unión Europea está comprando menos gas, Rusia ha aumentado sus ingresos significativamente gracias a la subida de los precios.”
Incluso, el régimen ruso coquetea con cortar el suministro a sus clientes europeos utilizando la figura de unos supuestos “mantenimientos programados”. El mensaje es claro: “puedo cortarte el suministro de gas y arrojarte directo a una recesión económica”.
La apuesta fallida de Rusia era que esta dependencia del gas ruso atenuara la reacción de Europa a su guerra de conquista en Ucrania, tal y como ocurrió con la anexión de la península de Crimea en 2014.
Sin embargo, a Rusia tampoco le conviene demasiado cortar por completo el suministro, pues se acabarían los ingresos por concepto de venta de gas, y además, perdería un importante elemento de negociación y presión. Por otro lado, una recesión en Europa podría deprimir los precios de los hidrocarburos, lo cual, en última instancia, también afectará a la economía rusa.
¿Qué tan grande es la dependencia del gas ruso?
“La crisis política y diplomática surgida en 2022 entre Rusia y los países miembros de la OTAN podría hacer peligrar la estabilidad energética de la Unión Europea, ya que las exportaciones rusas de gas representan casi el 50% del total del consumo europeo de este combustible.
Una gran parte del gas es exportado a través del gasoducto Nord Stream. Noruega y Argelia se erigen como el segundo y tercer mayor proveedor del continente, con una cuota de mercado del 20,5% y el 11,6%, respectivamente.”
La dependencia se concentra en Alemania, Italia, Francia, Países Bajos, Austria, Polonia, Bulgaria, y Hungría, para nombrar los mayores importadores de gas.
La interconexión gasística a través de España
Una de las alternativas que se plantean para vencer la dependencia del gas ruso en el futuro es la interconexión de gasoductos desde España, país que cuenta con gran potencial, buenas instalaciones y una excelente ubicación.
Esto podría hacerse realidad a través de 2 vertientes:
- España cuenta con instalaciones para el manejo de gas natural licuado que puede ser regasificado e inyectado a los gasoductos que se construirían hacia el resto de Europa, a través de Francia, o bien, a través de Italia.
- Los gasoductos provenientes de Argelia y que pasan a España directamente, o bien, cruzan por Marruecos.
Incluso, estas 2 vertientes podrían combinarse, pero, en cualquier caso, es necesario aumentar la conectividad de España con el resto de Europa.
En este sentido, España aspira a profundizar su rol como “gas hub”, un centro logístico y financiero, incluso virtual, para el mercado de gas europeo.
“Ante las dificultades a consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, el canciller reclamó públicamente días atrás que se impulsara la interconexión de gas de España con Francia por los Pirineos (el denominado MidCat) y este martes ratificó su «apoyo total» ante Sánchez.”
El potencial de España frente a la dependencia del gas ruso
El país ibérico posee 6 plantas regasificadoras activas que representan una tercera parte de la capacidad de regasifición de toda la Unión Europea y más de un 40% del potencial de almacenamiento comunitario de gas natural licuado.
Adicionalmente, hay una séptima planta, la de El Musel (Gijón), la cual está inactiva, pero recibió el visto bueno de las autoridades para su puesta en marcha y podría ser clave para exportar gas al resto de la unión.
Respecto a las interconexiones por gasoducto, existen las de Larrau (Navarra) e Irún (País Vasco), ambas con Francia, que permiten exportar parte del gas, pero no son suficientes.
“El mercado español de gas se encuentra todavía poco desarrollado comparado con los principales mercados mayoristas de gas de Europa, aunque, impulsado por el desarrollo normativo europeo, ha iniciado su evolución hacia un mercado organizado, con precios transparentes y fomento de la libre competencia.”
Desafíos para la interconexión gasística europea
A pesar de todo, aún falta un largo camino por recorrer para reducir o eliminar la dependencia del gas ruso.
Aunque el proyecto español puede abordarse a través de las dos vertientes mencionadas, es muy importante que se mejoren las complicadas relaciones diplomáticas de España y Francia con Argelia, país que ya representa el tercer suplidor de gas para la Unión Europea.
De igual modo, deben considerarse los problemas fronterizos entre España y Marruecos, así como entre éste y Argelia.
Como ya lo hemos visto en otros conflictos regionales, el factor geopolítico podría afectar esta prometedora iniciativa.
Sin embargo, de entrada, la ubicación de España, alejada del epicentro de la guerra en Ucrania, así como de zonas potencialmente conflictivas para el tránsito de hidrocarburos, tales como el Estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico o el Estrecho de Malaca en Asia, la convierte en un gran candidato para el tránsito seguro y confiable del gas que suple a Europa.
Los precios del gas siguen al alza
Mientras tanto, los precios del gas siguen al alza, tal y como podemos apreciar en el gráfico mensual con la Evolución de los Contratos de Futuros de Gas Natural en el NYMEX:
Actualmente, los futuros del gas cotizan a 9,10 $ por MMBtu, en lo que se vislumbra como una clara tendencia alcista que viene en desarrollo desde comienzos de 2022, acelerada por la invasión de Putin a Ucrania.
“Rusia se seguirá beneficiando de los altos precios, pero a nivel estratégico su acción bélica terminará por ahuyentar a sus clientes europeos, quienes harán todo lo necesario para reducir su dependencia del gas ruso.”
Las alternativas para sustituir a estos clientes en Asia suponen en algunos casos, como el de China, importantes descuentos y mayores costos logísticos. De una excelente posición estratégica con respecto a Europa Occidental, ahora Rusia pasa a una creciente dependencia de China…
Ten cuidado con lo que deseas
La última vez que vimos unos precios del gas tan altos fue en febrero de 2008, en vísperas de la Gran Crisis Financiera.
Sin embargo, el precio continuó subiendo por 4 meses más, hasta junio. Luego, en el mes de julio, con la crisis ya en desarrollo, los precios sufrieron una caída vertiginosa: en ese solo mes el gas cayó un 32% volviendo a los niveles de febrero, para luego seguir en caída libre por 13 meses más.
En agosto de 2009 el gas cotizaba a 2,977 $ por MMBtu, un 78% menos desde el máximo anterior.
“El Kremlin parece ignorar las leyes de la oferta y la demanda, pensando que los países europeos sencillamente seguirán comprando gas a cualquier precio para siempre.”
La economía no lo soportará por demasiado tiempo y habrá que buscar un ajuste a través de la actividad económica. Si éste es profundamente recesivo, los mercados del gas y los otros hidrocarburos también caerán, cortando la principal fuente de financiación de la guerra.
Ahora más que nunca se deben impulsar todas las nuevas tecnologías que permitan acelerar la transición energética de manera sostenible.
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