Las últimas cifras oficiales en Alemania respecto del impacto de la pandemia de coronavirus son verdaderamente alarmantes. Más aún si se considera que se trata de la economía más fuerte de Europa y la suele traccionar al resto de la región. Para bien, o para mal.
Según la información entre abril y junio, la producción total de bienes y servicios en el país que gobierna Angela Merkel disminuyó un 10,1 por ciento, anotando la mayor disminución desde que Alemania comenzó a producir cifras de crecimiento trimestral en 1970.
Igualmente, los analistas económicos del Deutsche Bank y del Commerzbank dicen que no se evidenciaban registros similares desde que el país comenzó a salir de la devastación que se produjo en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
La economía alemana se vio golpeada de la misma manera que las del resto de Europa, aún cuando el Covid-19 la afectó con menor fuerza si se compara con las cifras de contagios y fallecimientos de España, Italia, Gran Bretaña o Francia, por citar a las otras cuatro mayores potencias regionales.
Igualmente, la expectativa es que el país germano sea el que pueda lograr una recuperación más rápida, aunque todo está en el terreno de las especulaciones porque la pandemia sigue presente y las restricciones impuestas para contenerla cesaron, pero no desaparecieron.
Alemania es un exportador líder, especialmente de productos manufacturados, por lo que inevitablemente se ha visto muy afectada por la interrupción del comercio internacional causado por la crisis sanitaria.
La única área donde la oficina de estadísticas germana detectó signos de aumento es la que tiene que ver con los gastos de consumo del gobierno, donde hubo cifras positivas. Igualmente, hay que tener en cuenta que esas erogaciones no están relacionadas con inversiones del sector público.
¿Rebote de la economía?
Los datos que realmente auguran un tímido rebote de la economía son estos: las cifras mensuales de mayo y junio muestran un leve incremento de la producción industrial y de las ventas minoristas.
Todos coinciden que en el tercer trimestre habrá una recuperación en Alemania (al igual que en las restantes economías europeas), pero se espera que se mantengan por debajo de los niveles anteriores a la crisis durante mucho tiempo.
Las nuevas cifras confirman que Alemania está en un proceso de recesión, definido cuando se producen dos trimestres consecutivos de disminución del producto interno bruto (PIB). Esto es así porque la caída del 10,1 por ciento del segundo trimestre se suma al 1,9 por ciento que retrocedió entre enero y marzo.
Hasta el último informe, la oficina de estadísticas de Alemania había consignado una baja del 0,1 por ciento en el trimestre final de 2019, pero en la última medición corrigió hacia arriba esa cifra (hasta “0,6”), por lo que la recesión recién es oficial ahora, con el primer semestre completo en retroceso.
En lo que se relaciona con el empleo, si bien más trabajadores están siendo parte del programa de licencias, la tasa de paro del país se mantuvo estable hasta junio (6,4 por ciento).
Alrededor de 6,7 millones de personas se inscribieron en un plan de desvinculaciones sostenido con fondos estatales en mayo, frente a los 6,1 millones del mes anterior.
En este sentido, lo que preocupa ahora es que la llegada de una segunda ola de la enfermedad originada en Wuhan impida un rebrote de la economía.
En comparación con el año pasado, las cifras del segundo trimestre son aún peores. En ese cotejo interanual, el PIB bajó un 11,7 por ciento entre abril y junio, con un colapso general de las exportaciones y el gasto de los hogares.
De acuerdo con las previsiones oficiales, el país podría caer un 2,8 por ciento en todo 2020, mucho menos de lo que se espera para otras naciones más afectadas por el virus y con economías mucho menos sólidas como la germana.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que ese cálculo se basó en la suposición de que los confinamientos perdurarían por no más de cinco semanas y que las restricciones se aliviarían rápidamente. Ahora, el panorama es un muy diferente.
El gobierno alemán ha dispuesto de un paquete multimillonario de subsidios que incluye préstamos de emergencia, garantías de crédito y exenciones fiscales para suavizar el impacto.
Los datos de Alemania seguramente estarán seguidos por otros aún peores de Francia e Italia, que se publicarán este viernes 31 de julio.