- La caída en el precio de la gasolina dio un breve respiro a la inflación británica.
- Es el primer retroceso que se registra desde septiembre de 2021.
- El Banco de Inglaterra subirá las tasas la semana próxima.
La inflación en Inglaterra cedió por primera vez en un año. El índice de precios al consumidor bajó 0,2% del 10,1% de julio al 9,9% en agosto. Si bien el descenso es menor la cifra quedó por debajo de lo estimado por los analistas que pronosticaron 10,2% de inflación.
Esta bajada de precios se sustentó en la caída de los precios de combustibles, la cual ofreció un mínimo respiro a los hogares ingleses. Este dato provocó que la libra esterlina se debilite. No obstante economistas británicos no son optimistas a futuro, dado que esperan que la inflación siga siendo alta e incluso seguir subiendo hasta fin de año.
El Banco de Inglaterra tendrá que subir las tasas la semana próxima. Esta decisión estaba prevista para esta semana pero se suspendió tras la muerte de la reina Isabel II.
“La inflación general y la inflación subyacente del Reino Unido no han tocado techo todavía. Por lo tanto, el Banco de Inglaterra tendrá que seguir girando las tuercas“, dijo Paul Dales, economista jefe para el Reino Unido de la consultora Capital Economics.
El IPC subió un 0,5% entre julio y agosto, en términos desestacionalizados, por debajo de las previsiones de los economistas, que preveían un aumento del 0,6%, al mismo ritmo que el mes anterior.
La subida de tasas del BoE es un hecho
“El Banco de Inglaterra sigue enfrentándose a un duro reto para reconducir el crecimiento de los precios hacia su nivel objetivo” afirmó Rachel Winter, socia de Killik & Co. “Los responsables de la política monetaria ya han dicho que tienen la intención de llevar a cabo otra subida de tasas la próxima semana” declaró la analista.
Los precios de los combustibles y lubricantes para vehículos bajaron un 6,8% en agosto, su mayor caída mensual desde abril de 2020. Pese al leve dato alentador conocido hoy, la economía británica continua luchando con una inflación que es considerada la más alta de las siete mayores economías del mundo.