- Este viernes se conocieron los números de la inflación en la economía de Estados Unidos durante el mes de mayo. El resultado fue un sorpresivo 8.6%.
- Los precios de la energía y los alimentos representaron el 22% de la subida y dejaron a la Reserva Federal con la mayor de las presiones.
- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que su administración haría todo lo posible para bajar los precios. Asimismo, culpó al presidente de Rusia, Vladímir Putin, de los altos precios en EE.UU.
El incremento de los precios en Estados Unidos se presenta como un serio desafío para la principal economía del planeta. Entre los minoristas de ese país, la inflación se manifestó particularmente fuerte durante el primer trimestre y se espera que la tendencia se mantenga.
Este viernes, las autoridades del país norteamericano publicaron el informe de precios, el cual subió nuevamente para sorpresa de los analistas. Luego de haber descendido de 8.5% hasta 8.3% durante el mes de abril, en mayo los precios dieron otro estirón y se colocaron en 8.6%.
Para las grandes cadenas minoristas del país, el panorama se torna gris en la medida en que los consumidores cambian su comportamiento de gasto. Hasta ahora, los números no habían afectado de manera crónica el gasto ciudadano, sin embargo, se cree que es cuestión de tiempo, sobre todo si los precios siguen subiendo en magnitud.
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La inflación más alta de los últimos 40 años
Aunque los analistas de Wall Street sopesaban que la inflación había alcanzado un pico en abril, la realidad parece ser una muy distinta. El pasado mes de mayo se conocieron los reportes de algunas firmas como Walmart, Target y Amazon. Estos se tomaron como un mal augurio sobre el futuro inmediato del negocio de ventas minoristas.
En consecuencia, los altos costos están afectando de manera negativa las operaciones de estas y otras empresas del sector. Entre los altos costos, se cuenta el incremento del valor de la mano de obra. Estas cadenas se cuentan entre las más perjudicadas por la denominada “gran renuncia” que azota el mercado laboral de esa nación.
Para tener una idea de la sangría de los ingresos de las minoristas basta compararlos con el crecimiento promedio del S&P 500. Mientras las empresas agrupadas en ese índice tuvieron un margen conjunto de 9% en el primer trimestre, el de las minoristas fue de -30% interanualmente. Entre los factores causantes, aparte del alto costo de la mano de obra, también se cuenta el incremento de las materias primas y los envíos.
Con esto en contexto, se destaca que la inflación se convierte en el mayor dolor de cabeza para las principales cadenas. Es de destacar que este sector es uno de los más importantes, puesto que el consumo determina los ingresos de las empresas y eso, a fin de cuentas, mueve los resultados del mundo financiero en la bolsa.
El débil rendimiento provocado por la inflación
Los inversores del mercado de valores toman el negocio minorista como un referente para las inversiones no solo en esa, sino en otras áreas. Los débiles resultados estarían cogiendo con la guardia baja a muchos de ellos, a pesar de que las minoristas ya vienen mostrando algunas grietas.
En ese sentido, las tiendas de esas cadenas tendrían varios meses aumentando el valor de los productos para cubrir gastos operativos. Además, con esto buscarían mejorar sus márgenes de ganancia para animar a los inversores a comprar sus acciones en la bolsa. Es de destacar que a pesar de estos aumentos el consumo se había mostrado resistente durante 2021 y buena parte de 2022.
Pero en una economía con una tendencia de inflación que se presenta cada vez más abultada, es de esperar que el consumo comience a ceder. Cuando parecía que se establecía un equilibrio, los precios de la energía se dispararon, el mercado de combustible comenzó a abultarse y los presupuestos de los hogares quedaron más comprometidos.
Para el momento de redactar, el precio de la gasolina alcanzó un precio récord y rompió la barrera psicológica de los $5 dólares por galón. En algunos estados, sobre todo en la costa del Pacífico, el precio excede con mucho esa línea, lo que obliga a los consumidores a tomar decisiones que en conjunto perjudican a otras industrias, como en este caso la minorista.
El impacto de la guerra en Ucrania
La estabilidad que parecía alcanzarse para 2021 entre el consumo resistente a las subidas de precios llegó a un final inesperado. El 24 de febrero, a solicitud de las autoproclamadas repúblicas populares del Dombás, Rusia inició una operación militar contra Ucrania. Aunque la peor parte de este impacto, aparte de Ucrania, se la llevó Europa, en EE.UU. también se sienten de manera aguda los coletazos.
“La inflación de los precios de la gasolina en Estados Unidos va mucho más allá del costo del petróleo. La situación es agravada por la falta de capacidad de las refinerías”
Por ejemplo, los precios del petróleo, alcanzaron un alto nivel dado que Rusia es uno de los principales productores y exportadores. Actualmente, el precio del crudo en el mercado WTI estadounidense es de $120.67 dólares por barril. Sin embargo, esa es solo la mitad del problema.
La inflación de los precios de la gasolina en Estados Unidos va mucho más allá del costo del petróleo. La situación es agravada por la falta de capacidad de las refinerías. Durante la pandemia, muchas de estas empresas cerraron o se vieron seriamente afectadas debido a la inactividad. Ahora, lo que queda del sector está trabajando a máxima capacidad, pero no da abasto para la creciente demanda.
La otra cara de este problema, es que la transición a formas más limpias de energía disuade a los inversores de colocar capitales en el sector de refinerías. Todo esto es testimonio de que los precios en Estados Unidos, impulsados por el combustible y los alimentos, darán poco respiro a la economía. Como ya se resaltó, si esto impacta a los consumidores minoristas, los coletazos llegan al PIB.
El cambio de comportamiento de los consumidores
En medio de ese panorama, el comportamiento de los consumidores comenzó a cambiar de manera acelerada. Como señala AP, “los consumidores también cambiaron el gasto de artículos discrecionales de alto precio a bienes necesarios. En otros casos, simplemente se redujeron por completo a medida que los costos más altos de alimentos y gasolina se llevaron gran parte de sus ingresos”.
Para Brad McMillan, CIO de Commonwealth Financial Network, durante el último trimestre los consumidores se vieron más vulnerables. “En la medida en que se aleja el consumidor, también lo hace la economía y, en última instancia, el mercado”, expresó citado en el mismo medio. Explica que otras tendencias como la confianza de los consumidores y los ingresos reales también están en números rojos.
De esta manera, la inflación sigue pasando factura a los bolsillos de los consumidores en la principal economía. Los sectores que mayor presión inflacionaria están haciendo son el de la energía, con más del 250% de crecimiento interanual. Seguidamente, se encuentran los alimentos, materias industriales, bienes raíces y salud.
Para el sector minorista la situación se hace más compleja si se atienden los datos de las capas sociales con menores ingresos. Los hogares de las clases bajas, que en algún momento gozaron de la bonanza salarial de 2021, nuevamente se retiran del sector de productos de marca y buscan alternativas más económicas. Mientras esta reacción en cadena continúa, el IPC se mantiene aumentando en magnitud.
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La inflación se ensaña contra las principales minoristas
En el caso de las principales cadenas minoristas, el monto de los ingresos salta a la vista debido a sus números negativos. Por ejemplo, Target experimentó pérdidas de ingresos que rondan el 52% en comparación con el año anterior. En esto tuvieron un importante papel los costos acumulados.
Por su parte, Walmart, el minorista más relevante de Estados Unidos, también reportó ganancias débiles en su informe trimestral. Los números desglosados por estas dos empresas revelan de manera nítida el cambio del comportamiento de los consumidores. Tal es el caso de los cambios hacia marcas privadas desde las marcas nacionales en lo que respecta a las carnes frías, solo por señalar un ejemplo revelado por los ejecutivos de Walmart.
La presión de la inflación se siente de una manera más asfixiante en los consumidores. Y otra prueba de ello es que durante los primeros meses del año la economía estadounidense se contrajo por primera vez desde el inicio de la pandemia. Teniendo en cuenta las preocupaciones manifestadas en los informes de los minoristas, no sería sorpresivo que el PIB siga pasando malos momentos durante lo que resta de año.
Un aspecto considerable que quita el lado positivo a los grandes ingresos de los minoristas en los últimos meses, es presentado por Barrons. Según este portal, los consumidores no han estado en buena posición, puesto que no están comprando más, simplemente están pagando más por la misma o incluso menor cantidad de compras.
Levantar las tarifas a los productos chinos
Una de las posibles soluciones es el levantamiento de las tarifas impositivas a las importaciones desde la República Popular de China. Este sábado se conoció que la Asociación de Comercio Minorista de Estados Unidos (NRF, en inglés) habría solicitado a la administración de Joe Biden el levantamiento de las tarifas a los productos de la nación asiática.
“Los altos aranceles a los productos chinos que entran a los puertos estadounidenses fueron impuestos durante el gobierno de Donald Trump. Esta medida proteccionista buscaba fortalecer la industria local. Sin embargo, los resultados no han sido del todo rentables para las empresas minoristas y menos aún para los consumidores”
La campaña publicitaria de la NRF insta al gobierno a eliminar los aranceles de los productos importados de China. Con ello, aseguran, se salvaría de la quiebra a decenas de empresas minoristas pequeñas, las cuales no tienen la mínima posibilidad de asumir el aumento de los precios. Si para las empresas grades la inflación es un dolor de cabeza, para las pequeñas se convierte en una guillotina, advierten.
“Nadie está más cerca del consumidor que la industria minorista, y los minoristas están haciendo todo lo posible para mantener los precios bajos. Todo esto a pesar de las presiones económicas de la alta inflación”, expresó Matthew Shay, presidente y CEO de la NRF.
Los altos aranceles a los productos chinos que entran a los puertos estadounidenses fueron impuestos durante el gobierno de Donald Trump. Esta medida proteccionista buscaba fortalecer la industria local. Sin embargo, los resultados no han sido del todo rentables para las empresas minoristas y menos aún para los consumidores. Hasta ahora, las autoridades del país no se han manifestado sobre el tema aparte de algunas tímidas intensiones de actuar.
¿Quiénes son los culpables de la inflación?
Determinar el verdadero agente responsable de la actual situación inflacionaria no es una tarea sencilla debido a que los actores son muchos. Se trata de una cadena de eventos que inició con la pandemia en 2020 y las subsecuentes políticas fiscales y monetarias, sobre todo la disminución de la tasa de interés y el programa de compra de deuda.
En ese caso se podría pensar que la Reserva Federal es la principal responsable de los altos precios. Esta suposición pudiera ser más acertada si se tiene en consideración el tiempo valioso que el banco central tardó en percatarse que la inflación no era pasajera.
Luego de la publicación del informe de precios de este viernes, el temor de recesión no hizo más que aumentar. Pese a ello, la autocrítica parece no ser una virtud de las autoridades del país norteamericano. Eso quedó demostrado con las acusaciones del presidente Biden, quien increpó a las empresas petroleras multinacionales por no procesar más petróleo.
De igual modo, culpó a Rusia del problema de los precios. Esto último debido al alto valor del petróleo en el mercado internacional. No se debe perder de vista que estas acusaciones carecen de algunos elementos para ser consideradas viables. Por ejemplo, la inflación ya venía subiendo mucho antes del inicio de la guerra en Ucrania, lo mismo que los precios del crudo y el nivel de la producción de las refinerías era similar al actual.
Desde Moscú se mofan de las acusaciones de Biden
Los señalamientos de que la inflación en Estados Unidos es responsabilidad de Rusia fue tomada con humor por parte del Kremlin. En ese sentido, el representante permanente de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Dmitry Polyanskiy, calificó la acusación de “carente de sentido”.
El diplomático fue más allá y afirmó que se trata de un intento “poco convincente” de eludir la responsabilidad por la tasa de inflación. El viernes, el primer mandatario estadounidense dijo que los altos precios en la economía de EE.UU. son “un impuesto” de Vladímir Putin, primer mandatario de la Federación de Rusia.
“El informe de hoy confirma lo que los estadounidenses ya saben: la subida de precios de Putin está golpeando duramente a EE.UU. Mi administración va a seguir haciendo todo lo posible para bajar los precios para el pueblo estadounidense”, expresó Biden el pasado viernes desde Los Ángeles.
La respuesta del mencionado funcionario de Rusia a las afirmaciones de Putin no se hizo esperar. “Parece que el presidente Putin también gobierna en Estados Unidos, ya que puede aplicar impuestos sobre los alimentos y el gas”, se burló el funcionario.
Paciencia, tiempo y dolor: los ingredientes para bajar la inflación
Llevar el IPC a los niveles objetivos de la Reserva Federal (2%) parece un sueño en estos momentos. Para la economista sénior de Wells Fargo, Sarah House, derrotar la inflación no será fácil, sino más bien un “descenso lento”. La analista considera que el IPC todavía tiene mucho impulso para continuar en su marcha ascendente para luego emprender el descenso.
“Si piensas en la inflación, gran parte de ella está dirigida por el impulso. La fijación de precios es lenta. Las empresas no solo cambian sus precios en un centavo”, expresó. Con esto insinuó que una vez los precios son marcados al alza, las empresas se niegan a bajarlos hasta que se sienten pisando un terreno más sólido.
Por otro lado, el índice favorito de la FED, el denominado core inflation, el cual excluye los precios más volátiles como alimentos y combustibles, se espera que retroceda ligeramente. En ese sentido, el mismo cerraría el mes de mayo en 5.9% desde el 6.2% del mes anterior.
Otros analistas creen que para volver al 2% objetivo, la economía debe pasar por una terapia de shock similar a la aplicada por Volcker. Para agosto de 1979, “la gran inflación” en Estados Unidos prometía seguir subiendo. Pero el Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC) liderado por Paul Volcker acordó elevar las tasas de interés de manera radical, (21%) lo que provocó, no una, sino dos recesiones antes de que los precios volvieran al carril. El desempleo alcanzó cifras de dos dígitos, pero los objetivos se alcanzaron.