- La desaceleración de la economía de Estados Unidos y de Europa fue un factor clave para que la ONU bajara de nuevo el pronóstico.
- Se trata de un marcado recorte con respecto a la más reciente baja para 2023, la cual fue anunciada en mayo del año pasado.
- Los expertos afirman que para 2024 habrá más alivio para la economía mundial cuando las condiciones adversas aflojen.
Como era de esperarse, la ONU anunció el pasado miércoles (25 de enero) una nueva rebaja a su previsión de crecimiento económico global para este 2023. Los expertos del organismo colocaron su pronóstico de expansión económico en 1,9%. Se trata de un recorte considerable teniendo en consideración la cifra hasta entonces vigente.
En consecuencia, en mayo del año pasado anunciaron que la economía mundial crecería en 3,1% para este 2023. Sin embargo, las movidas condiciones macroeconómicas obligaron a revisar la cifra hacia la baja. Los principales factores fueron la desaceleración en la economía de Estados Unidos y de Europa. En el bloque, la situación está escalones más arriba en cuanto a problemas.
Por otra parte, para el próximo 2024, la organización espera que las condiciones sean menos asfixiantes y permitan un retorno positivo. De tal modo, la inflación y los efectos de las altas tasas de interés aplicados en las economías occidentales tendrían menos incidencia. Debe tenerse en consideración que en EE.UU. crece el entusiasmo ante lo que podría ser el anhelado “aterrizaje suave”.
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La previsión de crecimiento asume la recesión como un hecho
Un factor a tener en mente es que el actual recorte de la previsión de expansión económica de la ONU podría asumir que habrá recesión. Tal como reportó este medio, la inmensa mayoría de los expertos no pone en duda que habrá una contracción generalizada en EE.UU. y hacia allí podrían apuntar las predicciones.
En todo caso, los analistas de ese organismo aclaran que el pronóstico no está tallado en piedra, sino que es altamente cambiante. Se trata de una evolución con un alto grado de incertidumbre y que depende de los ajustes de la política económica de la Reserva Federal. Este último no es el único factor que causaría perturbaciones. A él se suman los posibles problemas en la cadena de suministro y la situación en Ucrania.
No está claro cómo será el desenlace de la guerra en el país eslavo o si será este año. Lo que se puede dar por cierto es que será un problema difícil de esquivar en cuanto a las consecuencias que tendría en la economía global. No debe perderse de vista que los países involucrados en las hostilidades son de importancia clave en el mercado de materias primas y alimentos.
De cualquier manera, la baja de la previsión de crecimiento de la ONU se puede traducir en que 2023 no será en absoluto fácil. Será un año de inflación, de desempleo y de lento crecimiento y, en el mejor de los casos, podría producirse un aterrizaje suave que, en palabras de expertos de Bloomberg, no sería tan suave como suena. Durante las últimas semanas, el optimismo gana terreno entre los analistas de Wall Street en ese sentido.
Las condiciones en EEUU determinarán el crecimiento en última instancia
Como ya se dijo, una de las condicionantes para que la ONU espere un crecimiento más escuálido es la desaceleración económica en EEUU. En el país norteamericano, las condiciones macroeconómicas no son fáciles para los hogares y para las empresas de todos los tamaños. Durante 2022, la inflación echó fuertes raíces, las cuales no cederán sin dar pelea.
En otras palabras, para no eternizar los altos precios, la Fed podría verse en la obligación de anunciar una ronda adicional de subidas de tipos. De superar el límite actual aproximado al 5%, la posibilidad de recesión aumentaría prácticamente al 100%. Los efectos de la actual política de halcones están fracturando sensiblemente el mercado de empleos, sobre todo en el sector tecnología. Esto quiere decir que, si la tasa va más allá, el número de parados podría marcar historia de varias décadas.
Hasta ahora, la Fed mantiene las subidas del precio del dinero, aunque con cierta moderación. En ese sentido, en diciembre, con una subida de 0,5%, rompieron una cadena de cuatro incrementos seguidos de 75 puntos básicos. Asimismo, para la primera reunión de este año (entre el 31 de enero y 01 de febrero), se anunciaría una subida de 25 puntos básicos. Esto último lo sostiene el gobernador de la Fed, Christopher Waller, tal como reportó Investor Times.
Como se puede apreciar, se trata de unas condiciones tan impredecibles, que la previsión de crecimiento de la ONU podría estar totalmente errada. Como ya se apuntó, todo dependerá de lo que pase en Estados Unidos y otras regiones como la UE.
La previsión de crecimiento mundial para 2024
Pero como no existe ningún mal eterno, los expertos del organismo internacional hablan del inicio de un ciclo de recuperación. De esta manera, para 2024 la inflación debería estar en el carril hacia el objetivo de la Fed del 2%. Al mismo tiempo, las subidas de tasas ya habrían cobrado las víctimas necesarias para su sacrificio supremo.
“Luego de los contratiempos que tendrá la economía este año, la ONU espera que en 2024 la inflación y los problemas relacionados abandonen progresivamente la escena”
Esos elementos permitirían que la economía mundial comenzará a rebotar y mostrara un mejor rendimiento. Así, el crecimiento global para ese año sería de 2,7%, según el mismo informe de la ONU. Ese año, el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense crecería en 1,7% y el de la UE un 1,6%. Pese a que estarían muy por encima del 0,4% y 0,2% respectivamente de este 2023, igual tendrán la marca de una caída del poder adquisitivo y un consumo tímido.
En el caso de la UE, la baja del pronóstico tendría como aditamento las consecuencias de la guerra en Ucrania. Algunos países como Alemania e Italia, sin contar las economías periféricas, experimentarán pequeñas recesiones debido a la inflación, el problema de la energía y la caída del presupuesto de los hogares. No se debe dejar de mencionar que el desangre que representa la ayuda a Ucrania estaría perpetuando el mal momento.
En el caso particular de España, la economía en 2023 crecería en 0,9% y 2,2% el próximo año. Por su parte, en el Reino Unido, las cifras serían menos alentadoras al ubicarse en 0,8% y 1% en el mismo orden respectivo. Con ese panorama de 2023, la previsión económica luce desaliñada globalmente y en las regiones subdesarrolladas las consecuencias irían más allá.
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La expansión económica en el resto del mundo
Los problemas de la economía global tendrán presencia en todas las regiones del mundo. Las denominadas economías de transición se destacan por asuntos severos en materia de crecimiento económico. Rusia se destaca como la que sale con los peores números debido a las sanciones impuestas como represalia por sus operaciones bélicas en Ucrania.
En tanto, estas economías tendrán una contracción de 0,8%, mientras en Rusia será de 2,9%. Uno de los casos contrarios a la tendencia es China, país que crecerá 4,8% en 2023, en contraste con el 3% de 2022. La razón de esto es el estímulo luego del levantamiento de las medidas extremas de pandemia que caracterizaron casi todo el año pasado.
Pese a ello, los especialistas de la ONU esperan que Pekín pase por un número considerable de problemas. Esto estaría motivado en el hecho de que la economía no alcanzará pronto los niveles previos a la pandemia. En las naciones denominadas como “países en vías de desarrollo”, la economía crecerá un 4,8% durante este año y 5,9% en 2024. En el caso de Latinoamérica, la región crecerá apenas un 1,9% y 2,5%.
La caída de la previsión del crecimiento de la ONU destapa nuevamente las preocupaciones de un año flojo para los mercados. Se espera que las materias primas y la energía continúen con mercados altamente volátiles.