- Los expertos alertan que el precio del crudo sobrepasará los $110 dólares por barril el próximo año.
- El cartel petrolero amenaza con aplicar un nuevo recorte del bombeo para “estabilizar los precios en ese mercado”.
- De hacerse efectiva esa medida, las tensiones entre Arabia Saudita y Estaos Unidos podrían aumentar.
Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) se verán las caras el próximo 4 de diciembre. En esa cita se discutirán temas relacionados con el mercado de esa materia prima y se decidirán los pasos a seguir en lo sucesivo. Una de las probables medidas que resulte de la reunión, es un nuevo recorte de producción para “estabilizar” los precios internacionales del crudo.
Los países compradores ya estarían nuevamente sonando las alarmas por esa posible disminución de la oferta. Las tensiones entre demanda y oferta en este mercado se cuentan entre las más candentes, dado que ninguna de las partes está dispuesta a ceder. Específicamente, las autoridades de Arabia Saudita, líder de la organización, y las de Estados Unidos, tienen una larga cadena de disputas vinculadas al comercio petrolero.
Durante la reunión pasada, la OPEP anunció un recorte aproximado de 2 millones de barriles diarios de petróleo. Ahora, se estaría manejando un recorte que va desde los 250,000 hasta los 2 millones de barriles. Las autoridades de Riad insinuaron de manea inusual que existen probabilidades de una nueva limitación de la oferta. Expertos de Goldman Sachs esperan que el precio del crudo se mantenga alto como consecuencia de las tensiones geopolíticas.
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Un nuevo recorte de producción a la vista
El hecho de que la OPEP+ anuncie un posible recorte de producción adicional en la próxima reunión no es bien recibido en Occidente. Los países de la UE y EE.UU. vienen aplicando serias presiones sobre algunos miembros de la alianza y estos últimos no han sido tímidos a la hora de responder. De allí que es altamente probable que a partir del 4 de diciembre se entre en una nueva fase de menor oferta y precios más altos.
Múltiples factores entran en juego en esta realidad. Uno de ellos es la limitación del comercio marítimo de petróleo ruso y el posible tope al precio del crudo producido en ese país. Más allá de las razones, la OPEP+ considera esas medidas como una “manipulación del mercado” por parte de los compradores. En consecuencia, temen que pasos similares puedan ser tomadas en el futuro contra la alianza bajo diversos pretextos, lo que pondría en riesgo la estabilidad económica de los productores.
Eso explica la agresividad de Arabia Saudita, cuyo gobierno se ha negado a tener en cuenta las presiones de su principal socio, EE.UU. El aumento de los contagios de Covid-19 en China ha sido el otro factor que presiona los preciso hacia abajo. Por ello, la directiva del cartel petrolero no contempla otra salida diferente a actuar de manera agresiva para preservar su estabilidad de ingresos por ventas petroleras.
Hasta esta semana, los portavoces de la OPEP+ sostenían que harían una pausa en los recortes para evaluar el impacto en el mercado. Sin embargo, la aguda caída de los precios experimentada recientemente provocó declaraciones decididas de algunos fuertes mandos de la alianza. La más importante de ellas vino del ministro de energía saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, quien ratificó que la OPEP “estaba lista” para aplicar el recorte de producción.
Operadores y analistas esperan un recorte de producción
En una encuesta reciente de Bloomberg, se conoció que 10 de los 16 operadores y analistas encuestados esperan una disminución del bombeo petrolero. Las estimaciones de estos expertos van desde los 250,000 hasta los 2 millones de barriles diarios. Por su parte, los consultores de FGE consideran que el recorte estaría en la parte superior de este rango, expresa el citado portal.
“La mayoría de los analistas del mercado petróleo están de acuerdo en que se anunciará un nuevo recorte de producción de grandes dimensiones el próximo 4 de diciembre”
Aunque los miembros de la organización de productores parecen alarmados por las caídas recientes, sus declaraciones son compensatorias. En ese sentido, pocas horas después de las palabras del príncipe saudí, los precios del crudo en los principales índices comenzaron a subir. Al momento de redactar, el Brent escaló un 1,51% hasta los $84,58 dólares por barril y el WTI estadounidense subió un 1,28% hasta $78,52. Estos datos corresponden al portal oilprice.com.
Como en la mayoría de los mercados, en el petrolero, las declaraciones de los principales protagonistas tienen un efecto inmediato en el comercio de futuros. Se debe destacar que la situación pondría en mayores aprietos a las naciones desarrolladas, dado que las reservas estratégicas se encuentran en los niveles más bajos en casi 20 años. La reacción de algunos líderes de países consumidores podría ser de reclamo a las naciones que lideran la alianza.
Hasta ahora, las tensiones entre Riad y altos funcionarios estadounidenses han sido notables. Tal como reportó INVESTOR TIMES, como respuesta al recorte de producción del mes pasado, algunos sectores legislativos amenazaron con tomar represalias contra el Reino. Las mismas estarían enfocadas en la paralización de la venta de armas para el ejército saudí y otros acuerdos en el área de inteligencia y defensa. Debe tenerse en cuenta que en el Medio Oriente existe una guerra fría entre Irán y Arabia Saudita.
Mientras el país persa produce su propio armamento, Riad depende enteramente de Estados Unidos.
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Un 2023 de volatilidad en el mercado petrolero
Desde Goldman Sachs están convencidos de que el mercado petrolero será el epicentro de una fuerte volatilidad en 2023. Los estrategas de esa institución financiera esperan que el precio del crudo alcance los $110 dólares por barril. Según Jeff Currie, director de materias primas de ese banco, las expectativas son del todo pesimistas para una commodity que es uno de los principales impulsores de la inflación.
Consultado en CNBC, el experto hizo mención al papel de Rusia en el mercado petrolero. A su entender, el sector petrolero del país euroasiático ha sido sorprendentemente resistente a las sanciones. A esto se suma que Moscú anunció que no venderá crudo a aquellos países que se sumen al tope de precios, lo que hace más aguda la crisis de oferta en Europa.
Dato: para 2023, la producción petrolera rusa caerá un 15% como consecuencia de las medidas.
La invasión a Ucrania por parte de Rusia ha provocado una reacción desmedida por parte de los gobiernos europeos y el Kremlin parece capitalizarla. De tal modo, para 2023, las naciones con mayor exposición al recurso ruso tendrán grandes dolores de cabeza a la hora de hacer bajar la inflación. En el caso de China e India, sus autoridades se negaron desde el principio a condenar a Rusia por la invasión a Ucrania y ahora gozan de descuentos en sus compras de petróleo y gas.
Así, en el caso de un nuevo recorte de producción, estos países tendrían un colchón ante una eventual escalada del precio del barril de petróleo. La incertidumbre, expresa Carrie, será uno de los principales factores a tener en consideración para el próximo calendario anual.
Por otro lado, expresa que el recorte más el aumento de demanda en China serán factores explosivos para los precios del petróleo. Opina que Pekín se verá forzada a abrir nuevamente la industria ante la creciente presión social en contra de su política de “cero Covid-19”.
La OPEP parece no tener grietas
Un aspecto importante de este escenario, es que la OPEP+ parece no tener fisuras frente a la presión. En otras palabras, las discrepancias internas parecen ser secundarias cuando se trata de mantener los precios del petróleo altos. El mes pasado, cuando se aplicó el primer recorte, desde EE.UU. se señaló a Riad de intimidar a otros miembros de la organización para que aceptara la disminución del bombeo.
Paralelamente, se acusó al Reino de apoyar al Kremlin en su campaña contra Kiev. La respuesta del bloque fue inmediata y descartaron en coro ambos señalamientos. En el caso de la guerra en Ucrania subrayaron el carácter exclusivamente comercial y apolítico del bloque. Concluyeron que las medidas de recorte de producción seguían pasos de mercado y no de índole ideológica.
En lo que respecta a la segunda acusación, los miembros negaron categóricamente haber sido presionados. Representantes de Iraq, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Bahréin y Argelia dijeron que la medida fue ampliamente analizada y al final todos estuvieron de acuerdo en la necesidad de mantener la estabilidad en el mercado.
La OPEP es una organización nacida en 1960 con la finalidad de mantener altos los precios del petróleo ante las arbitrarias manipulaciones de los compradores. Desde entonces, las tensiones entre unos y otros han sido corrientes. No obstante, la situación actual adhiere un extra de presión.