Los empleados de tres franquicias de la cadena Starbucks en la ciudad de Buffalo, Nueva York, Estados Unidos, están luchando por llevar a cabo el primer sindicato de esta compañía en los EE.UU.
Por esto, han insistido esta semana en su deseo por hacer historia pese a las presiones que ejercen los directivos de la empresa, opuesta a la afiliación en un sindicato.
Michelle Eisen, una trabajadora de la cafetería en cuestión, le indicó a los medios que quiere que Starbucks vuelva a ser la compañía en la cual empezó, donde era feliz y sentía orgullo de trabajar.
Eisen apuesta por una victoria electoral, con la idea de que la multinacional pueda dejar en el pasado las luchas en contra de las asociaciones de trabajadores y comenzar las conversaciones con ellos como socios. “Esto puede desembocar en que se firme en la marca el primer contrato sindical, algo que se corresponde con la historia de Starbucks de ser una compañía con conciencia social”, dijo.
Tres tiendas de esa ciudad estadounidense se encuentran en pleno proceso electoral en el que los empleados están decidiendo si se agrupan gremialmente, o no.
El proceso finaliza el miércoles 8 de diciembre y su resultado se va a anunciar al día siguiente.
Para las acciones de Starbucks es todo un desafío, porque una sindicalización masiva puede generar mayores costos, entienden los analistas.
Por otra parte, puede ser positivo porque muestra un avance de la marca en temas sociales que son muy valorados en la actualidad.
Starbucks y las presiones
La plantilla que trabaja en Starbucks dice que los directivos de la empresa recurrieron a presiones individuales y colectivas con el objetivo de que no se conforme un sindicato.
Pese a los planes antisindicalistas que desarrollaron desde Starbucks, desde que empezaron con el proceso de sindicalización, otras tres franquicias presentaron diversas solicitudes a la National Labor Relations Board (Junta Nacional de Relaciones Laborales) que va a estudiar su caso, y que puede tomar una decisión acerca de si las habilitan a una votación para constituir un sindicato que los represente.
James Skretta, un empleado de un local que recién comienza este proceso ha denunciado que las presiones de la compañía están llevando a estados de ansiedad y estrés entre los compañeros.
Agregó que “todos están pasando por una lucha psicológica”.
Jaz Brisack, otra miembro de la plantilla de Starbucks, dijo que esta votación es sumamente importante debido a que se sabrá si los trabajadores podrán romper el frente y la historia del antisindicalismo en la compañía y conseguir su derecho a la organización.
Dijo también que están intentando “llevar a los demás trabajadores de Starbucks y, en cierto modo, a la mayoría de este sector de la industria con ellos” cuando luchan por el derecho a sindicarse y por un adecuado contrato sindical.
Starbucks y la política
Muchas personas conocidas por su actividad progresista en Estados Unidos, como la congresista del partido demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, el senador Bernie Sanders, o la fiscal general de NY, Letitia James, apoyaron a los trabajadores luego de los intentos de la multinacional por desbaratar sus intentos de organizarse.
El mes pasado, los empleados, que quieren asociarse con el nombre Starbucks Workers United, han presentado una denuncia por sobornos contra los directivos de la cadena de cafeterías en un tribunal local.
Amazon y los sindicatos
El caso de Starbucks no es el primero de su país en resistirse a la sindicalización de sus empleados.
La compañía del comercio online, Amazon, el segundo mayor empleador de Estados Unidos y famoso por su antisindicalismo, está enfrentándose a un intento de una plantilla de un almacén en Nueva York y otra en Alabama.
Esta semana, la NRLB estadounidense ha autorizado un nuevo proceso electoral para la sindicalización en Alabama, luego de las denuncias por interferencias e injerencias en la elección anterior por la empresa, según el grupo que representa a los empleados de allí.