Tras medio año con Joe Biden al frente de la administración central de Estados Unidos, la desescalada comercial con la Unión Europea empieza a ser una realidad. Los gobiernos de la Comisión Europea y Estados Unidos han empezado a acordar nuevas medidas para eliminar los aranceles impuestos desde 2018, con la llegada de Donald Trump al gobierno de los Estados Unidos. Unas medidas que, de momento, se centra en la eliminación de los aranceles impuestos por EE.UU a Europa en la producción de acero. En 2018 la administración de Trump impuesto aranceles del 25% al acero proveniente de Europa, y del 10% al aluminio europeo. Los gobiernos de Biden y Von der Leyen consiguieron ayer un acuerdo en el que se comprometen a eliminar dichos aranceles antes de finales de año.
Se calcula que los aranceles impuestos por Trump a los productos europeos tuvieron un valor de 6.400 millones de euros. Una medida controvertida que la anterior administración estadounidense impuso alegando “motivos de seguridad nacional”. Dichos aranceles comportaron la reacción de la Unión Europea, que impuso impuestos a productos norteamericanos, como el bourbon, pantalones o tabaco, por valor de 2.800 millones de euros. La ley impuesta por la Unión Europea en 2018 cifraba los impuestos por un periodo de 3 años, que termina a mediados de este 2021.
Si bien la desescalada comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea se prevé complicada, las dos administraciones muestran su voluntad de cambiar el tipo de relaciones internacionales entre las dos potencias y avanzar en un contexto de cooperación mutua.
La Unión Europa y Estados Unidos se comprometen a “alcanzar un acuerdo comercial antes de fin de año”
La buena sintonía entre el equipo negociador de la UE y de la EE.UU se hizo evidente ayer mediante un comunicado de prensa conjunto donde se establecía el compromiso de las dos potencias para “alcanzar un acuerdo comercial antes de fin de año”. En el comunicado, ambas partes se comprometen a “abordar el exceso de capacidad, garantizar la viabilidad a largo plazo de sus industrias del acero y el aluminio y fortalecer su alianza democrática”.
Las negociaciones están lideradas por el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, y el representante comercial de Estados Unidos Kahterine Tai. En las negociaciones realizadas hasta ahora también se ha acordad la necesidad de “soluciones efectivas que preserven nuestras industrias críticas” y llegar a un nuevo acuerdo que ponga fin a las disputas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Por otro lado, la Comisión Europea también se ha comprometido a no aumentar ningún tipo de arancel a partir del 1 de julio, tal y como estaba previsto. Este nuevo compromiso se suma a la tregua entre Airbus y Boeing conseguida a principios de marzo. En esa tregua, se pactó entre Estados Unidos y la Unión Europea la suspensión temporal de las medidas arancelarias existentes en el marco de la disputa de Airbus y Boeing.
Estados Unidos y Europa buscan un frente común frente a China
La nueva era que se vislumbra con la llegada de Biden a la Casa Blanca hace prever una alianza más sólida con el viejo continente para hacer frente a las tensiones comerciales con china. Con los acuerdos conseguidos hasta ahora, las dos potencias buscan eliminar todos los efectos negativos del comercio bilateral entre la UE y EE.UU. Y aunque el acuerdo no cite directamente a China, el comunicado sí especifica la necesidad de asociación “para promover altos estándares, abordar preocupaciones compartidas y establecer un marco de seguridad nacional de las economías de mercado democráticas”. Unas economías de mercado democráticas que dejaría fuera a China como aliado, tanto en el caso de Europa como en el de Estados Unidos.
La Comisión Europea revisa al alza sus previsiones de crecimiento económico para 2021 y 2022
El buen clima de relaciones con EE.UU, junto con el buen ritmo de vacunación previsto para los próximos dos trimestres, la Unión Europea ha revisado al alza el crecimiento económico comunitario para los próximos dos años.
Según los últimos cálculos de la Comisión Europea, la economía comunitaria podría crecer un 4,2% en 2021 y un 4,4% en 2022. El crecimiento de este año no sería suficiente como para recuperar el nivel del PIB europea previo a la pandemia, pero se quedaría más cerca de lo previsto inicialmente. El ejecutivo comunitario prevé que las economías que más cayeron en 2020 sean las que más crezcan en 2021. Sería el caso de España (que crecería un 5,9% en 2021), Francia (+5,7%) y Rumanía (+5,1%). Por el contrario, las economías que mejor aguantaron su PIB en 2020 serían las que menos crecerían. Sería el caso de los Países Bajos (+2,3%), Finlandia (+2,7%) y Estonia (+2,8%).
En cambio, las previsiones son más pesimistas respecto al a deuda pública de la Unión Europea. Bruselas prevé que la deuda siga incrementándose en 2021, a pesar del crecimiento del PIB previsto en los 27 Estados. Según los cálculos de la Comisión Europea, en 2021 la deuda pública comunitaria crecería hasta el 102,4% del PIB, 2,4 puntos más que en 2020. En cambio, a partir de 2022, la Unión Europea sí sería capaz de reducir su nivel de deuda, pero de forma muy discreta, hasta el 100,8% del PIB.
Algo parecido pasaría con el déficit público. La Unión Europea considera que en 2021 el déficit público de la Zona Euro registraría un récord del -8% del PIB, superior incluso al registrado en 2020. En 2022, Europa todavía no conseguiría recuperar el déficit público, pero mejoraría sus datos, acercándose a las cifras previas a la llegada de la pandemia.