Ha comenzado una nueva fase para las acciones de los Estados Unidos en medio de un creciente clima de tensiones geopolíticas, mayores perspectivas de alta inflación este año y de aumento de los rendimientos de los bonos. Pero, al mismo tiempo, muchas empresas han registrado enormes ganancias corporativas mientras el mercado laboral sigue creciendo.
Estas buenas y malas noticias son sopesadas por los inversores, quienes están estudiando con mayor detenimiento los escenarios de inversión previstos para 2022. En enero las acciones se desplomaron ante las previsiones sobre los cambios de política de la Reserva Federal.
Si bien han mejorado su desempeño en febrero, todavía las acciones siguen siendo afectadas por distintas variables de carácter financiero y político. Los precios de los valores bursátiles se mantienen inestables ante los temores de una guerra en Ucrania, que terminaría afectando gravemente la economía y la paz globales.
El viernes el marcador europeo Brent tocó los 95 dólares el barril, por primera vez desde 2014. En tanto que el West Texas Intermediate llegó a cotizarse a 93,78 dólares. Para los analistas, la previsión del precio del barril de crudo en 100 dólares es muy realista. Incluso, se pronostica que el petróleo alcance los US $120 por barril si Rusia finalmente invade a Ucrania.
Los inversores buscan seguridad
Mientras esto ocurría en los mercados de la energía, en la bolsa de Nueva York las acciones cayeron. Ahora los inversores están buscando algo más de seguridad comprando nuevamente bonos del Tesoro. Los eventos en pleno desarrollo en Europa del este están inyectando mucho nerviosismo en los mercados de EE.UU.
La Casa Blanca advirtió el viernes que Rusia podría iniciar acciones militares ofensivas en cualquier momento en Ucrania. Se espera que a más tardar la próxima semana comiencen las hostilidades dado el creciente clima de tensión en esa región.
Los activos de riesgo aumentaron sus pérdidas semanales después de que Gran Bretaña y los EE. UU. aconsejaron a sus ciudadanos abandonar cuanto antes Ucrania. La subida del petróleo es explicable porque si EE.UU. sanciona a Rusia por los ataques a Ucrania, el precio del barril se va a disparar.
Aunque Rusia ha negado una y otra vez que esté planeando invadir a su vecina Ucrania, los hechos desmienten al taimado gobierno de Putin. Tropas rusas siguen rodeando la frontera común de ambos países al tiempo que en la frontera de Ucrania y Bielorrusia también crece la presencia de soldados rusos, tanques y armamento de guerra pesado.
Después de las fuertes caídas del jueves, los índices S&P 500 y Nasdaq 100 cayeron un 1,9% y un 3%, respectivamente. Los inversores consideran que la Fed endurecerá más rápido su política monetaria. Los bonos del Tesoro siguieron captando ofertas, pero el rendimiento a 10 años cayó 11 puntos básicos, 1,92% aproximadamente.
¿Una tercera guerra mundial?
El jueves el presidente Joe Biden advirtió que un ataque ruso a Ucrania podría desatar la tercera guerra mundial. “Si Rusia y Estados Unidos se empiezan a disparar unos a otros, habrá una guerra mundial”, expresó el mandatario estadounidense.
Biden pidió a los ciudadanos estadounidenses abandonar Ucrania “ahora”. Señaló que un enfrentamiento con Rusia dista de cualquier otra guerra que ha librado el ejército de EE. UU. fuera de sus fronteras recientemente.
“No es como que estemos lidiando con una organización terrorista. Estamos lidiando con uno de los mayores ejércitos del mundo. Es una situación muy diferente y las cosas pueden volverse locas rápidamente”, declaró.
Sin embargo, Biden descartó enviar tropas a Ucrania para sacar a los estadounidenses que aún se encuentran allí. Afirmó que el presidente ruso, Vladímir Putin, “es lo suficientemente inteligente para, de hecho, no hacer algo que afectaría negativamente a los ciudadanos estadounidenses”.
Posible interrupción de los suministros de crudo
Estados Unidos también advirtió que está lista para imponer “la madre de las sanciones” a Rusia si decide atacar a Ucrania. Mientras tanto, el Kremlin reclama a la OTAN su expansión hacia el este y el uso del territorio ucraniano para instalar armamento bélico.
Si se produce una invasión de Rusia a Ucrania podría interrumpirse el suministro de crudo hacia Occidente. Pero, además, desencadenaría fuertes represalias económicas y de todo tipo de EE.UU y sus aliados de Europa y Asia contra Rusia.
Este escenario podría desatar una subida abrupta de los precios del petróleo y nuevamente conducir a una recesión mundial, similar o peor a la que el mundo sufrió con la pandemia del virus de origen chino.
La sola amenaza de invasión a Ucrania, ha elevado el precio del barril a niveles insospechados. Se especula que la demanda de crudo superará a la oferta cuando la economía mundial esté plenamente recuperada de la pandemia de covid-19.
Los mercados podrían continuar a la baja
“Las noticias de Rusia/Ucrania asestaron otro duro golpe a los mercados, que ya estaban tambaleándose por las obstinadas cifras de inflación y los comentarios súper agresivos de los funcionarios de la Fed”, indicó el director de inversiones de Cornerstone Wealth, Cliff Hodge.
Agregó que “es posible que tengamos más riesgo a la baja en las próximas semanas a medida que los mercados reaccionan a los titulares”.
Las acciones y los bonos a 10 años cayeron debido a las persistentes previsiones de inflación a lo largo del año y los comentarios de un funcionario de la Fed sobre lo que espera el organismo este año.
Se espera un aumento más temprano de las tasas de interés. Algunos traders creen que estos aumentos podrían comenzar antes de la reunión de la Fed pautada para marzo. El banco central de los EE. UU. anunció el viernes la última compra de bonos antes de la finalización del programa el próximo mes.
Cae la confianza de los consumidores
Según lo dicho por la Fed, las tasas no subirían hasta terminar las compras de bonos. “A los inversores les preocupa que la economía también se esté desacelerando justo en el peor momento, justo cuando la Fed está a punto de subir las tasas de interés”, señaló el estratega jefe de inversiones de CFRA Research, Sam Stovall.
El analista advirtió que esto “podría amenazar la salud de esta expansión y mercado alcista” Y añadió que estas preocupaciones junto con las tensiones geopolíticas explican la volatilidad actual de las acciones.
La confianza de los consumidores estadounidenses se redujo comenzando el mes debido a las preocupaciones por la subida constante de precios de los bienes y servicios. Las perspectivas de la gente sobre sus finanzas pesan mucho sobre su confianza.
El índice de confianza de la Universidad de Michigan cayó en febrero a 61,7, desde el 67,2 registrado en enero. Este es el índice más bajo hasta ahora desde octubre de 2011. Las previsiones de inflación de los consumidores para 2023 se ubican en un 5%, una décima por encima del mes pasado.