En la lucha para frenar el cambio climático, las ciudades que están en vías de desarrollo serán las más afectadas. Esto expresa una investigación publicada en marzo de 2022 de los principales expertos en el asunto, que avisa que se está agotando el tiempo para una respuesta global significativa respecto al cambio climático.
En un preocupante llamamiento a la acción, la organización de la ONU llamada Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) indica que las consecuencias provocadas por el derretimiento de los glaciares y el deshielo de la capa de suelo permanentemente congelado (permafrost) están cerca de un punto sin retorno. También dice que cerca del 50 por ciento del planeta vive con ciclos anuales de importante falta de agua y que posiblemente aumenten en todo el mundo los fallecimientos vinculados a las altas temperaturas si no trabajamos en una adaptación.
Apunta asimismo que en un planeta que sigue urbanizándose, las ciudades del llamado “sur global” sufrirán más los efectos de estos cambios radicales.
Igualmente, hay esperanza. El informe dice que un proyecto a largo plazo sobre la sostenibilidad posiblemente logre un apoyo significativo para frenar las peores consecuencias del cambio climático.
Ciudades vulnerables al cambio climático
Ciudades por todo el mundo ya muestran señales de vulnerabilidad frente al cambio climático, indica la investigación, tanto en forma directa mediante olas de calor o inundaciones, o de manera indirecta con el impacto que el cambio climático provoca en otras cuestiones, como la contaminación.
La crisis sanitaria expuso mucho más la situación de vulnerabilidad también en las principales ciudades del mundo, lo que pone en evidencia la necesidad de fuertes inversiones en infraestructura.
Sin embargo los sitios más afectados por el cambio climático serán las comunidades urbanas con sociedades y economías marginadas.
Además son estos sitios los que tendrán un crecimiento mayor en los próximos años.
Población: 2,5 mil millones más en 2050
Como indica la investigación, estiman que la población urbana global se incremente cerca de 2,5 mil millones de personas en las próximas tres décadas, y cerca del 90 por ciento de este aumento sería en ciudades asiáticas y africanas.
Debido a este cambio significativo, la cantidad de personas que habitan en ciudades gravemente afectadas por el cambio climático también se incrementará en gran manera.
Por la urbanización, esperan que mil millones de personas que habitan en sitios costeros y ciudades de baja altura sufran inundaciones antes del 2050.
Las ciudades de los países en desarrollo posiblemente sean vulnerables a estos problemas ya que su desarrollo urbano generalmente es informal, algo que provoca que las ciudades crezcan sin planificación y no poseen la suficiente capacidad de adaptación.
Oportunidades
Más allá de todo esto, estas áreas urbanas brindan oportunidades importantes para llevar a cabo acciones “curativas”. El proceso de urbanización ofrece la oportunidad de reprogramar la planificación, infraestructura y economía para lograr una mayor adaptación y sostenibilidad.
“La planificación del desarrollo integral que vincula la innovación y las inversiones en infraestructura social, ecológica y física podría incrementar en gran manera la capacidad de adaptación de las áreas urbanas y ciudades”, señala la investigación elaborada por 270 científicos de casi 70 países.
“El camino de las ciudades en la descarbonización y una adaptación moderada posiblemente conduzca a una compensación con modelos importantes de desarrollo económico que se basan en las inversiones en viviendas e infraestructura”.
Cambio climático: no queda tiempo
A pesar de esto, esta oportunidad no es por tiempo ilimitado, indica el documento, y el reloj ya está en marcha.
Aunque varias ciudades anunciaron objetivos para reducir las emisiones y proyectos para lograr una adaptacion climatica, pocos estados los implementan y se enfocan principalmente en reducir riesgos, como desarrollar alertas de desastres más eficientes y tomar medidas más rígidas para controlar las inundaciones, en vez de enfocarse en las metas más amplias de moderación y desarrollo sostenible.
Las acciones respecto al clima en las ciudades es muy lenta y despareja, al tiempo que el nulo acuerdo respecto a las métricas para la medición del impacto y las inversiones redujo el alcance para distribuir acciones en conjunto entres las ciudades.
Se necesita una medida que tenga efecto en superar estos inconvenientes adoptando una perspectiva interseccional para las acciones del clima que esté comprometida con los sitios con mayor riesgo y los defienda.
“El impacto climático se siente de forma desigual en las ciudades entre las comunidades marginadas social y económicamente”, señala la investigación.
Recomiendan que las ciudades y países prioricen las inversiones destinadas a la reducción de riesgo climático para personas marginadas y con escasos ingresos, centrándose principalmente en las comunidades urbanas informales.
Todos estos datos del informe de la ONU deja una enseñanza para los inversores: hay que tener mucho cuidado con las acciones de las empresas que sólo se enfoquen en estos mercados urbanos de rápido crecimiento y no posean una perspectiva ambiental.