- Según la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) gran parte de los tokens y monedas digitales entran en la categoría de valores (securities).
- Bajo ese supuesto, todas las plataformas de comercio de criptomonedas deben contar con una licencia para comerciar con ese tipo de activos.
- Sin embargo, en el país norteamericano no existe una regulación clara que determine cuál es la naturaleza de las monedas digitales ante la ley.
Numerosas plataformas de comercio de criptomonedas están bajo los cañones de la SEC por comerciar activos de manera ilegal. Los populares cripto exchanges sienten la persecución de la agencia reguladora, la cual sostiene que los tokens que comercian son securities. Para comerciar con ese tipo de activos se requiere una licencia de la SEC.
El asunto es que esa percepción de las criptomonedas como securities por parte de la agencia no es reconocida como legal por las empresas. Pese a ello, la SEC ha demandado a muchas compañías por ventas de tokens que ella considera ilegales para el comercio.
Entre las empresas bajo acusaciones se cuentan las bolsas de comercio Coinbase, Kraken y la recientemente quebrada Bittrex. Otras empresas del sector como Ripple y Tron también sintieron el látigo del organismo comandado por Gary Gensler. En el campo de las compañías cripto, estas niegan las acusaciones bajo la premisa de que los tokens son activos nuevos y diferentes y, por tanto, necesitan leyes específicas.
De cualquier manera, el forcejeo entre ambos bandos tiene en suspenso a la comunidad cripto. Al mismo tiempo, un importante número de plataformas continúan alistando y promocionando tokens que la SEC considera como valores. En ese sentido, es de esperar que la agencia mantenga la ofensiva hasta que exista una clara regulación.
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Los exchanges no se dejan intimidar por los reguladores
En numerosos países, los reguladores tienen normas claras o aproximadas con respecto al mercado cripto. Pero ese no es el caso de Estados Unidos, donde hay un limbo que permite a las autoridades provocar pérdidas millonarias a los exchanges y otras empresas del sector. Esta semana, el CEO de Ripple, Brad Garlinghouse, dijo a CNBC que, al acabar el caso contra la SEC, su firma habrá gastado unos $200 millones de dólares.
Pero estos costos que se deben asumir para enfrentar la ira de la agencia reguladora parecen no intimidar a las directivas de las plataformas. Según un reciente trabajo publicado por The Wall Street Journal, más de una docena de monedas digitales que la SEC considera de comercio ilegal han sido listados por las plataformas de compra y venta de activos digitales.
Desde 2017, la comisión asegura que tiene potestad para regular el comercio de monedas virtuales y a las empresas que lo emprenden. Es importante tener en consideración que la SEC solamente tiene radio de acción en activos que entran en la categoría de valores o securities, tales como los bonos y las acciones de la bolsa. En tanto, para tener autoridad sobre las criptomonedas, estas deben entrar en una de esas categorías y evidentemente no se las puede encajar como bonos.
De tal modo, el titular de la SEC, Gary Gensler, considera que la mayor parte de las monedas virtuales entran en la clase de securities. Vale la pena señalar que esta postura contrasta con la visión de ese funcionario en su época de profesor del MIT. Sea como sea, los exchanges continúan comerciando los tokens que la SEC tacha bajo su potestad.
Los directivos de las empresas afectadas, como Brian Armstrong, de Coinbase, critican a la SEC por su “falta de voluntad a la hora de buscar soluciones”. Asimismo, anhelan una ley regulatoria que brinde claridad y detenga la política de represión de Gensler.
Gary Gensler criticado en el Congreso por la represión al sector cripto
A mediados del pasado mes de abril, el presidente de la SEC asistió al Comité de Servicios Financieros del Congreso para defender su postura represiva contra el sector cripto. El funcionario dijo que nunca había visto una industria tan infractora de las leyes de valores y que lo hiciera de manera tan rutinaria.
Como ya se dijo, en 2017 la SEC comenzó a dar los primeros pasos para apoderarse del derecho a regir sobre el comercio cripto. No obstante, fue en 2021, con el ascenso de Gensler, que las posiciones radicalizaron. Los representantes republicanos fueron críticos con la postura de la agencia. Tal es el caso de Patrick McHenri quien calificó los argumentos de la SEC como “tonterías”.
“Estás castigando a las empresas de activos digitales por supuestamente no cumplir con la ley cuando no saben qué se aplicará a ellos, eso es una tontería”, expresó. Otro representante republicano, Tom Emmer, fue más duro con los señalamientos. En su palabra, calificó a Gensler de “policía incompetente de ronda”. El legislador apuntó:
“Usted dice que la industria cripto está plagada de incumplimientos, sin embargo, las leyes existentes de la SEC no tienen sentido para las empresas basadas en la blockchain, y seguirlas en realidad mataría a esas empresas. Su estilo regulatorio carece de flexibilidad y matices”
Posterior a la larga estancia del funcionario ante el Congreso, las reacciones no se hicieron esperar. Kristin Smith, CEO de Blockchain Association se refirió al funcionario con palabras de fuerte tono. Recalcó que el discurso de Gensler reflejó a la perfección el enfoque de la agencia hacia la criptoeconomía: “confuso, poco claro, opaco y, en última instancia, ciego al daño que su estrategia de regulación” provoca a las empresas y a los exchanges.
Las criptomonedas a las que apunta la SEC
Desde 2017, la SEC afirma que se puede determinar si un token entra en la categoría de security mediante el test Howey. Este dicta que un activo se puede considerar como un valor si hay una inversión de dinero, una empresa común y una expectativa razonable de ganancias. Con la ayuda de este examen, la agencia logró identificar a unos 76 tokens en esa modalidad.
De esos, cerca de 16 todavía están disponibles en los exchanges. Para 2022 el número de tokens calificados como valores por los reguladores se triplicó, lo que evidencia la agresividad repentina de la institución. Un elemento que salta a la vista es que 76 tokens no representan una proporción significativa de las decenas de miles de monedas que existen en el mercado cripto.
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Al mismo tiempo, se destaca que, de las denominadas monedas grandes, solamente XRP está en la lista de la agencia regulatoria. De tal manera, la agresividad actual podría incrementarse de una forma más desproporcionada durante los próximos años. Así, la SEC podría considerar que el terreno que le falta por cubrir debe ser abarcado cuanto antes.
Numerosos expertos consideran que el desespero de los reguladores por golpear a los exchanges es dañino para la industria tecnológica financiera. Temen que esas compañías decidan marcharse del país hacia otras regiones donde gocen de leyes más amistosas. Con eso, Estados Unidos entraría en un rezago peligroso frente a sus rivales. Para los exchanges, se trata de perderse el principal mercado del mundo y para la comunidad cripto la anulación del derecho del acceso a los desarrollos tecnológicos.
Paralelamente, para la SEC se trata de obligar a un naciente número de empresas a cumplir con unas leyes diseñadas muchos años antes de que existiera la industria de monedas virtuales.