El gigante tecnológico Microsoft compró Activision Blizzard por 68.700 millones de dólares, la mayor operación de la industria de los videojuegos. De esta forma, la empresa creada por Bill Gates pasó a ser dueña de títulos populares como Call of Duty, Candy Crush, World of Warcraft, entre otras franquicias valoradas en millones de dólares.
Cuando se difundió la noticia, las acciones de Microsoft bajaron un 1,6%, mientras que las de Activision aumentaron un 38%. Se trata de la mayor adquisición que ha llevado a cabo Microsoft en su historia, superando así la compra de LinkedIn en 2016. En aquel entonces, la empresa pagó 26.200 millones de dólares por la red social.
“Esta adquisición acelerará el crecimiento del negocio de juegos de Microsoft en dispositivos móviles, PC, consolas y la nube, y proporcionará elementos básicos para el metaverso”, dijo Satya Nadella, presidente y director ejecutivo de Microsoft. Igualmente, la compañía busca que el público acceda a los juegos de Activision Blizzard desde cualquier parte del mundo mediante la nube.
“La combinación del talento de clase mundial y las extraordinarias franquicias de Activision Blizzard con la tecnología, la distribución, el acceso al talento, la visión ambiciosa y el compromiso compartido con los juegos y la inclusión de Microsoft ayudarán a garantizar nuestro éxito continuo en una industria cada vez más competitiva”, aseguró Bobby Kotick, director ejecutivo de Activision Blizzard.
Con esta compra, la compañía tecnológica multinacional se posiciona como la tercera empresa de videojuegos más importante del mundo por ingresos. En primer y segundo lugar están Sony y Tencent. No obstante, la transacción está sujeta a la revisión regulatoria y la aprobación de los accionistas de Activision Blizzard. Se espera que el acuerdo se cierre en el año fiscal 2023.
La polémica alrededor de Activision Blizzard
En 2021, la desarrolladora de videojuegos recibió denuncias por acoso sexual y discriminación. Las trabajadoras de la empresa eran sometidas a salarios desiguales, tratos denigrantes y hostigamiento por parte de sus compañeros, entre otras problemáticas.
En consecuencia, las acciones de Activision Blizzard se desplomaron. La situación se agravó cuando los inversores presentaron una denuncia formal ante la corte federal del centro distrital de California, exigiendo una indemnización por daños y perjuicios. Según el documento, de haber estado al tanto de los problemas que afrontaba la compañía, no habrían invertido en ella.
Phil Spencer, máximo responsable de Microsoft Gaming, comentó hace meses sobre la situación en Activision Blizzard. Dijo estar “perturbado y profundamente preocupado por los horribles eventos y acciones” que tenían lugar en la empresa de videojuegos. Igualmente, detalló que en Xbox estaban “evaluando todos los aspectos” de su relación con Activision Blizzard y haciendo ajustes proactivos en curso”. Pero nadie esperaba que dichos ajustes derivarían en la compra del estudio estadounidense.
“Como empresa, Microsoft está comprometida con nuestro camino hacia la inclusión en todos los aspectos del juego, tanto entre los empleados como entre los jugadores. También creemos que el éxito creativo y la autonomía van de la mano con el tratamiento de cada persona con dignidad y respeto. Estamos deseando extender nuestra cultura de inclusión proactiva a los grandes equipos de Activision Blizzard”, declaró Spencer.
Beneficios a futuro para Microsoft
La adquisición refuerza la cartera de Game Pass de Microsoft, que ha alcanzado un nuevo hito de más de 25 millones de suscriptores. Sumando los casi 400 millones de jugadores activos mensuales de Activision Blizzard en 190 países, será una de las alineaciones de contenido de juegos más atractivas y diversas de la industria.
Asimismo, Microsoft dispondrá de 30 estudios internos de desarrollo de juegos, junto con capacidades adicionales de publicación y producción de e-sports.