- Luego de un año de prohibición, se conoció que el negocio de la minería digital de criptomonedas en China tienen una fuerza colosal.
- Los mineros operan en la clandestinidad y hasta ahora han hecho subir el poder de hash del país asiático hasta colocarlo en el segundo puesto del mundo.
- Se teme que la actividad ilegal se alimente con energía proveniente de carbón, lo que echaría por tierra la transición de la minería hacia formas de consumo sustentables.
El negocio de la minería de bitcoin se mantiene firme en la República Popular de China pese a llevar casi un año en las sombras. En 2021, las autoridades de ese país declararon ilegal esa rama industrial y comenzó una aguda persecución. Algunas empresas migraron a Estados Unidos y a otros países.
Sin embargo, la historia parece estar lejos de terminar en el que alguna vez fue el epicentro mundial de la generación de criptomonedas. En ese sentido, un reciente estudio del Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge concluyó que el negocio se recuperó rápidamente.
De ese modo, apenas un mes después de ser reducida casi a cero, la minería china ya se encontraba nuevamente en el podio mundial. Ahora el hashrate o poder de cómputo establecido en China es uno de los más grandes del mundo nuevamente y solo es superado por Estados Unidos.
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El renacimiento de la minería de bitcoin en China
Un año pasó desde que las autoridades de China iniciaran una feroz campaña para erradicar la minería de bitcoin dentro de sus fronteras. Meses después, el ataque pasó a otro sector de ese mercado como el comercio. Ambas áreas son consideradas por las autoridades como “nocivas” para el sistema financiero.
Gran parte de los mineros apagados se mudaron a países vecinos, mientras otro grupo vendió sus equipos en el mercado de segunda mano. Una tercera oleada se trasladó hacia Estados Unidos, donde consiguieron mejores condiciones para reanudar sus operaciones. No obstante, un cuarto grupo, cuyas dimensiones eran desconocidas, se mantuvo a las sombras.
Ahora se sabe que ese grupo de mineros era el más grande y que muchos de ellos apagaron sus máquinas durante la persecución. Pero una vez se calmaron las aguas reanudaron sus operaciones en la clandestinidad y adaptándose a una nueva situación en la que pasan a ser criminales. Esto último, ha motivado a que se tomen medidas extremas para evitar ser descubiertos por las fuerzas de seguridad.
Desde entonces, las autoridades han dado con el paradero de algunas granjas ilegales de minería de bitcoin, pero se trata de casos aislados. El grueso de las operaciones se mantiene fuera del alcance del gobierno y sus instituciones. Se desconoce de qué tipo de medios se valen los mineros chinos para cambiar sus bitcoins por dinero fiat para sus gastos operativos.
La minería de bitcoin es perseguida con celo por el gobierno
Con la mira puesta en eliminar cualquier tipo de competencia contra su largamente trabajado yuan digital, las autoridades chinas persiguen sin descanso a las criptomonedas. En consecuencia, los bancos tienen serias advertencias de mantener vigiladas las cuentas bancarias de sus usuarios en busca de actividades sospechosa de comercio con monedas digitales.
Cualquier cuenta que no respalde cierta cantidad de fondos movidos, es inmediatamente reportada a las autoridades. Con ello, el gobierno por medio de los bancos mantiene la vista sobre cualquier persona que intente utilizar criptomonedas para canjearlas por el dinero local. Lo mismo ocurre en el plano de las empresas que pudieran estar amparando la minería de bitcoin.
De ese modo, las instituciones públicas son regularmente escaneadas por las autoridades para buscar rastros de irregularidades. Las empresas que prestan servicios eléctricos también deben llevar una contabilidad estricta de la energía que sale de sus fuentes de generación y que encaje con la demanda de los sectores tradicionales.
En medio de esa estricta supervisión parece difícil, aparte de peligroso, llevar a cabo algún emprendimiento relacionado con las monedas virtuales. Pese a ello, ese es el caso. Desde mediados del año pasado, la minería digital de criptomonedas en China comenzó a levantarse y ahora se erige nuevamente como uno de los epicentros pese a moverse en las sombras.
La recuperación del hashrate de bitcoin luego de la prohibición de la minería
Un aspecto que otorga un alto rango de credibilidad al informe de Cambridge, es la rápida recuperación del hashrate de bitcoin el año pasado. Aunque el crecimiento de la actividad minera en Estados Unidos fue vertiginoso, era poco probable que ese país ocupara completamente el puesto de China en un período tan corto de tiempo.
De allí la sospecha de que los mineros en China se habían ocultado de tal manera que las autoridades no les encontraran. Para finales del mes de junio de 2021, el poder informático de bitcoin se desplomó hasta los 69 EH/s debido a la prohibición de la minería en China. Poco más de dos meses antes, el mismo había tocado un alto histórico de 193 EH/s.
Los resultados de la caída del poder de hash inmediatamente se expresaron en una disminución de la dificultad de la red blockchain. Es de tener en cuenta que la complejidad se mueve de forma simultánea con el poder informático. Asimismo, sirve para determinar en alrededor de 10 minutos el intervalo de tiempo entre bloques de transacciones procesados en la red.
De tal modo, para mayo de 2021 el nivel de complejidad de la red alcanzó un máximo histórico de 25.05T. Los siguientes cuatro ajustes se produjeron en una dramática baja que correspondió con las desconexiones masivas de equipos en China. Pero en poco tiempo inició el proceso de recuperación que sorprendió incluso a los más optimistas partidarios de la recuperación.
El ajuste correspondiente al 31 de julio, fue un aumento de 6%. Desde ese momento hasta ahora hubo 21 ajustes, de los cuales 17 fueron al alza. En tanto, el hashrate, desde 69 EH/s ahora se encuentra en otro nuevo alto histórico aproximado de 223 EH/s, según Coinwarz.
Relación de la dificultad con la minería de bitcoin
La dificultad de la red blockchain para minar bitcoin, es uno de los elementos más valiosos de esa cadena. Los ajustes de ese índice se producen cada 2016 bloques minados, lo que equivale a aproximadamente dos semanas. Estos ajusten se producen al alza o a la baja de manera automática en relación con el nivel del poder de hash.
“Cuando concluyan los 118 años de minería que quedan por delante, los ingresos de los validadores o mineros serán exclusivamente por comisiones de transacción”
Para explicarlo en términos sencillos, se trata de acertijos matemáticos que deben resolver los mineros y cada acertijo equivale a un bloque de transacciones. Cuando aumenta el número de mineros que compiten por los bloques (crecimiento del hashrate), el acertijo se hace más difícil. Cuando el número de mineros baja (caída del hashrate), el acertijo se vuelve más sencillo de resolver.
El objetivo de esta automatización de la complejidad, es que cada bloque se separe del anterior por aproximadamente 10 minutos. De esta manera, la red mantiene la programación de durabilidad de la minería de bitcoin hasta el año 2140, cuando se mine la última de las monedas digitales creadas por Satoshi Nakamoto.
Cuando concluyan los 118 años de minería que quedan por delante, los ingresos de los validadores o mineros serán exclusivamente por comisiones de transacción. Para ese año, se habrán emitido los 21 millones de bitcoins existentes y se espera que gran parte de los mismos se haya perdido permanentemente. Aunque es difícil predecir un futuro tan lejano, es de prever que dada la popularidad de la moneda digital pionera y su escasez, el valor de cada fracción será considerablemente alto.
Algunos asuntos pendientes con los datos
Un aspecto importante de destacar del mencionado informe de la Universidad de Cambridge, es que los datos podrían no ser del todo exactos. La metodología de investigación se basa en la geolocalización agregada de los principales pools de minería. Con ayuda de esto, se determina un aproximado de dónde se encuentran los mineros.
Sin embargo, estos resultados pueden ser vulnerables a la denominada “ofuscación deliberada” por parte de los mineros. Esto no se trata de otra cosa que la utilización de VPN para esconder la verdadera ubicación de sus bases de operaciones. El uso de VPN permite a las personas colocar el tráfico de datos de red en direcciones de otros países distintos al de ubicación real.
Este hecho se hace ideal para personas que habitan en China, donde la utilización del Internet está considerablemente restringida. Pese a ello, es poco probable que personas en masa utilicen sus VPN para colocarse dentro de China, por lo que el citado informe concluye que, si existen algunos casos, estos no son determinantes para los resultados publicados.
Con ello, se confirma que la minería de bitcoin no es un fenómeno que se haya evaporado de China, como muchos pensaron. Las grandes granjas consideraron que vale la pena el riesgo y emprendieron nuevamente las operaciones. Para ello, como ya se dijo, probablemente se hayan valido de numerosas artimañas para hacerse invisibles ante el “ojo avizor” de las autoridades.
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¿De qué elementos se podrían valer los mineros para ocultarse?
Ocultar la minería de criptomonedas no es una tarea fácil debido a una importante cantidad de factores que la hacen muy vulnerable al rastreo. Entre esos elementos, se cuenta el imponente consumo de electricidad de los equipos ASIC. Esto hace que una simple medición de consumo lleve a los oficiales de policía directamente al sitio en el que se encuentran funcionando las máquinas mineras.
“Ocultar las operaciones mineras de las autoridades pasa por eliminar el ruido, disminuir el consumo y bajar los gastos operativos necesarios para mantener activo el negocio”
Otro de los elementos delatores, es el ruido que producen las máquinas. Los altos decibeles permiten que cualquiera pueda notar la existencia de un espacio de minería, aunque se encuentre lejos. En horas nocturnas, el ruido se hace más intenso. Aparte de ello, mantener una granja activa requiere una permanente inyección de dinero para cubrir gastos operativos. Esos movimientos de fondos difícilmente pasan desapercibidos para las autoridades.
A pesar de todo eso, no es imposible llevar a cabo la minería de bitcoin de manera secreta. Si se cumplen algunos parámetros de manera estricta, existen grandes posibilidades de tener éxito en el negocio al margen de las autoridades y, como muestra, se encuentra el auge de los mineros en China.
Estos pasos consisten principalmente en eliminar el ruido, disminuir el consumo y bajar los gastos operativos necesarios para mantener activo el negocio. Aunque se lee fácil, el hecho de poner en práctica esos pasos puede resultar cuesta arriba y cualquier error terminaría con el minero en la cárcel.
¿Cómo se esconden los mineros chinos?
Aunque este medio no tiene la posibilidad de comprobar las medidas tomadas por los mineros chinos para ocultarse, existen algunas que son estándar. Por ejemplo, para bajar el consumo, los mineros generalmente evitan las aglomeraciones. Esto significa que instalan números pequeños de máquinas en variados establecimientos. Así, en lugar de colocar 100 máquinas en una bodega, las reparten en distintos puntos.
La herramienta clásica para disminuir el ruido, es por medio de la técnica de la inmersión (immersion cooling). Esto consisten en sumergir los equipos en contenedores con aceite dieléctrico, lo cual resuelve una inmensa cantidad de problemas.
Con la inmersión en aceite mineral, los equipos de minería de bitcoin trabajan a temperaturas más bajas, no generan calor y el consumo es mínimo. Además, los gastos operativos se llevan al mínimo, pues la baja temperatura del líquido alarga el período de vida útil de los equipos y los trabajos de mantenimiento y limpieza constante son innecesarios.
Es probable que los propietarios de máquinas hayan optado por estos pasos para mantenerse efectivamente alejados de los funcionarios gubernamentales. Otras opciones pasarían por el ocultamiento de las máquinas en sótanos de zonas industriales donde disimulan el alto consumo y el ruido. Sea como sea, los mineros chinos parecen estar ganando la partida a la prohibición.
Aspectos negativos del renacimiento de la minería de bitcoin en China
Aunque la reanudación de operaciones de los mineros chinos pueda traducirse en una victoria de las criptomonedas contra gobiernos autoritarios, también tiene sus lados negativos. El primero de ellos es para el propio bitcoin y su aceptación entre los grandes inversores. Esto se debe a que en gran parte de China la energía eléctrica proviene de la quema de carbón.
Esto último quiere decir que la minería de esa moneda estaría alejándose de la transición hacia el consumo de energías limpias. En términos planos, esto se traduce en que ahora bitcoin es más contaminante que el año pasado, lo que perjudica su adopción y refuerza el rechazo de algunos países al Proof-of-Work (PoW).
El protocolo PoW permite que las transacciones en la red blockchain de bitcoin se realicen por medio del poder informático conocido como minería. Otras monedas como solana, por ejemplo, usan el Proof-of-Stake (PoS) para validar transacciones. Este último se basa en delegaciones hacia los stakers que tienen monedas bloqueadas para procesar los bloques. El resultado es menos consumo y, por tanto, menos probabilidades de contaminación ambiental.
No debe perderse de vista que el alto consumo de energía no se traduce de manera automática en contaminación. Todo depende de la fuente de la que provenga esa energía. Por ejemplo, si la minería digital se ejecuta con fuentes hidroeléctricas, nucleares o geotérmicas, el nivel de emisión de gases de efecto invernadero no sería un problema.
Los problemas internos para China
Al otro extremo, los problemas del renacimiento del negocio minero también afectan profundamente a China. El año pasado, el país pasó por un grave problema de escasez de energía debido a una aguda sequía que limitó la emisión de energías alternativas como la hidroeléctrica. Las autoridades debieron recurrir a la quema de carbón para intentar llenar el vacío.
De igual forma, decenas de industrias se paralizaron parcial o totalmente debido a la escasez de electricidad. El impacto en la cadena global de suministro no se hizo esperar y las exportaciones de productos tecnológicos y agrícolas se vieron seriamente afectadas.
La repetición de un escenario similar este año, pero con la minería de bitcoin en pujante auge, es un motivo de grandes preocupaciones para Pekín. Dentro de los planes de China de alcanzar la neutralidad en el consumo de carbón para 2060, la minería digital se presenta como un serio dolor de cabeza. Se espera que las autoridades reaccionen al informe y agudicen la cacería contra los mineros ilegales.