El equipo de estrategia del banco de inversión estadounidense Morgan Stanley, acaba de lanzar esta recomendación. A medida que las perspectivas de ayuda financiera del gobierno se desvanecen debido a la creciente inflación, “las altas valoraciones frenan los activos estadounidenses en 2022”, resalta Bloomberg.
La recomendación de los analistas de Morgan Stanley es válida “incluso cuando el crecimiento mejora y la inflación se modera”, agrega la publicación. El banco ve con mejores ojos los bonos y las acciones en Europa y Japón, cuyos fundamentos le resultan más atractivos.
La política de los banqueros centrales del viejo continente y Japón, parece ser más paciente con respecto al recorte del estímulo. Se prevé además que las presiones inflacionarias sean menores que en Estados Unidos, de acuerdo con los estrategas del banco en su perspectiva de inversión anual.
“Creemos que 2022 se trata realmente de desafíos de ‘ciclo medio a tardío’: mejor crecimiento frente a las altas valoraciones, endurecimiento de la política, actividad de los inversores bulliciosa y una inflación más alta de lo que la mayoría de los inversores están acostumbrados”, dijo el grupo de estrategas que dirige Andrew Sheets en un informe el domingo.
Menores retornos para los activos de riesgo
Para los técnicos de Morgan Stanley “hay muchos desafíos en el mercado estadounidense, incluyendo la desventaja de que el S&P 500 y los rendimientos a 10 años de EE.UU. estén muy por encima de los futuros”.
Los estrategas han lanzado su oferta de comercialización para el próximo año, en medio de la preocupación de los inversores por el crecimiento constante de los precios. Pero, después de un 2021 en el que se produjeron inmensas ganancias de capital y una venta masiva de bonos.
Por su parte, los analistas de Goldman Sachs Group Inc. la semana pasada, pronosticaron la semana pasada que esperan retornos menores para los activos de riesgo, conforme el ciclo económico madura.
La previsión de Morgan Stanley es que el próximo año el índice S&P 500 termine en 4.400 puntos (un 6% por debajo del nivel actual). Los estrategas sostienen que a finales de 2022, “los rendimientos a 10 años aumentarán al 2,10% para mejorar el crecimiento y aumentar las tasas reales, frente al 1,55% del lunes”, puntualizaron .
La inflación tenderá a moderarse
La escalada incesante de precios a nivel global alcanzó su punto más alto en el último trimestre del año. Aunque se prevé que tienda a moderarse en los siguientes doce meses. Será una consecuencia directa de comparaciones interanuales más sencillas y presiones menores en la cadena de suministro, según indicaron los estrategas del banco.
Después vendrá una recuperación “más caliente y más rápida”, que estará impulsada por una mayor capacidad de gasto de los consumidores y el incremento de la inversión de capital, precisaron.
Las expectativas moderadas sobre el mercado, son publicadas por el banco estadounidense en un momento en que dentro del propio banco se produce un debate más amplio relacionado con las perspectivas de la política monetaria de EE.UU.
La Fed no actuará sino hasta 2023, predicen
Para los economistas de Morgan Stanley, la Reserva Federal no hará un aumento de las tasas de interés el próximo año. Piensan que la decisión se podría tomar en 2023. Una opinión en contravía con lo que piensan la mayoría de los analistas, e incluso, su propio CEO, James P. Gorman.
Según los estrategas, el dólar tenderá a debilitarse en 2022, debido a los retrasos en el alza de los tipos. Pero esto no será sino después de un período de fortaleza que se producirá a comienzos del próximo año, señala la nota.
En cuanto a las perspectivas en los mercados emergentes, los estrategas liderados por Sheets dijeron que hay que tener paciencia. El equipo ha sugerido que los inversores deben esperar a que el dólar se debilite, antes de comenzar a considerar la compra de acciones y bonos en esos mercados.
Respecto al mercado de divisas, el equipo de estrategas de Morgan Stanley destaca el dólar canadiense y la corona noruega. También esperan que el yuan se ubique en una posición muy estable.
Sobre las inversiones en materias primas, el banco se decanta por el oro y el petróleo. No obstante, sugiere que los precios de los metales enfrentarán un panorama desafiante. En octubre pasado, Gorman declaró que cree “que las criptomonedas sean una moda pasajera”, aunque el banco todavía se mantiene cauteloso sobre este negocio.
¿Qué dice Goldman Sachs?
Por su parte, el también banco de inversión estadounidense Goldman Sachs pronostica que el índice de gastos de consumo personal (PCE) de los Estados Unidos crecerá en los próximos meses, pero luego se reducirá casi a la mitad finalizando 2022.
El banco espera que se produzca un alivio en los altos precios de las materias primas y en los cuellos de botella que impulsaron una aceleración de la inflación.
La previsión de los economistas de Goldman Sachs es que el índice PCE básico que utiliza la Reserva Federal para medir la inflación, descienda alrededor de 2,3% a finales de 2021 desde el 4.4% que se prevé cerrará el año.
El pronóstico está basado en la expectativa de que la demanda de bienes tienda a moderarse después del pico registrado durante los confinamientos y cesen los efectos de la ayuda monetaria dada por el gobierno federal a las familias.
Aunque la superación de la meta de inflación de la Fed ha causado alarma, los analistas del banco atribuyen este fenómeno por entero a una subida de precios de los bienes duraderos, que está impulsada por fuertes factores desequilibrantes de la oferta y la demanda.
“El actual aumento de la inflación empeorará este invierno antes de mejorar”, comentó Jan Hatzius, el economista jefe de Goldman. Añadió que esperan “una presión inflacionaria persistente por un crecimiento más rápido de los salarios y las rentas, pero solo lo suficiente para mantener la inflación moderadamente por encima del 2%, en línea con el objetivo de la Fed bajo su nuevo marco”.
En septiembre el índice PCE, sin incluir los precios de los alimentos y la energía que tienen un comportamiento volátil, aumentó un 0,2%, desde un aumento del 0,3% registrado en agosto. Desde septiembre de 2020 hasta el mismo mes en 2021 el PCE subyacente vio un aumento de un 3,6% por cuarto mes consecutivo.