Nissan Motor reducirá la producción global para los meses de octubre y noviembre en un 30 por ciento. La causa es la misma que afecta a la industria automotriz desde hace meses: la escasez mundial de chips de procesadores.
El fabricante de automóviles japonés le informó a los proveedores que fabricará 263 mil vehículos en octubre y 320 mil en noviembre. Ambos números están por debajo de las expectativas previas en un 30 por ciento.
Nissan había detenido las operaciones en una planta de Estados Unidos durante dos semanas en agosto debido también al estancamiento de la producción de semiconductores en Malasia.
Pero el ritmo de producción hasta septiembre superó los pronósticos, debido, en parte, a que las estimaciones iniciales de Nissan son más conservadoras que las de otras empresas.
Hasta ese entonces, el fabricante de automóviles pudo contener el impacto negativo de la escasez de chips, pero ahora el escenario cambió.
Nissan y Honda, ambas marcas con dificultades
El plan de producción de octubre requería un aumento en la producción en comparación con el año anterior, pero los suministros de semiconductores se redujeron, algo que también impactó en otros fabricantes de automóviles.
Eso llevó a la decisión de Nissan de recortar la producción en octubre y noviembre, en comparación con sus planes anteriores.
Honda Motor también reveló este jueves 21 de octubre que espera reducir la producción en un 10 por ciento en sus tres plantas de ensamblaje de vehículos japonesas a principios de noviembre.
La producción en ese país ya se está reduciendo en un 30 por ciento en promedio en octubre. En la planta de Suzuka, por ejemplo, se redujo en un 40 por ciento, mientras que la de Sayama, la caída es del 20 por ciento.
En la planta, no se habían planeado recortes de producción en octubre, pero en la práctica sí hubo bajas del orden del 10 por ciento, siempre debido a la falta de semiconductores.
Aunque Honda está mejorando sus niveles de producción, la fabricación de los minicars de la Serie N y los vehículos deportivos utilitarios Vezel todavía se ve afectada.
Los concesionarios se enfrentan a esperas de un año para ciertos tipos y colores de Vezel.
Qué pasa en Toyota
En un contexto más amplio, los fabricantes de automóviles japoneses en su conjunto están reduciendo los márgenes de los recortes de producción.
La semana pasada, reportamos la decisión de Toyota Motor de reducir la producción mundial en un 15 por ciento en noviembre en comparación con sus planes iniciales. Esto representa un recorte mayor en un 40 por ciento respecto de lo que se había anunciado a mediados de año.
En el caso de Nissan, la producción actual proyectada de la compañía en octubre caerá un 32 por ciento en comparación con las cifras del 2020, pero el margen mejorará en un 21 por ciento en noviembre.
Se espera así que el volumen de producción de Toyota en noviembre esté a la par de las 820 mil unidades que fabricó en noviembre de 2020, un récord para ese mes.
Los fabricantes de automóviles también padecen de una disminución en los suministros de otras piezas.
Toyota, Nissan y Honda se están preparando para volver a la producción plena en diciembre.
Para ese mes, Nissan no se ha movido de su pronóstico inicial que decía que la “crisis de los chips” haría que su producción cayera en 500 mil unidades para el año financiero que finaliza en marzo de 2022.
“Estimamos que podremos recuperar la mitad del volumen de producción en el segundo semestre”, había dicho el presidente y director ejecutivo de Nissan, Makoto Uchida. Sin embargo, no se sabe que sucederá, porque el escenario es muy cambiante. Todas las empresas están dando prioridad a los semiconductores para vehículos populares y para productos destinados a mercados donde se prevé una alta demanda, por lo que se estima que los automóviles de lujo y los que tienen pocas ventas, se retrasarán aún más.
El movimiento de las acciones de los mayores grupos del ecosistema automotriz es lento y está expectante. Todo dependerá de que tan bien asignen los limitados recursos de los que disponen.