- Un equipo de estrategas de BofA Global Research publicó un informe con las perspectivas económicas y de mercado para el próximo año.
- Los expertos consideran que a mediados de 2023 los mercados están llamados a “activar el riesgo”.
- Se espera que finalmente llegue la temida recesión a los EE. UU., a la eurozona y al Reino Unido.
- En el primer semestre del año, los bonos del tesoro deberían ofrecer mejores oportunidades, mientras que las acciones quedarían como la mejor opción en el segundo semestre.
2022 será recordado como uno de los peores años de este siglo para los mercados de valores y para la economía global. El sacudón provocado por la creciente inflación post pandemia y los ajustes agresivos de los tipos de interés, han creado las condiciones necesarias para que en 2023 las economías entren en recesión.
Con este escenario económico, los economistas y estrategas de BofA Global Research han publicado sus perspectivas para 2023. Los expertos consideran que el próximo año ofrece dos oportunidades distintas para la inversión en el primero y el segundo semestres.
Se espera que los Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido entren en recesión el próximo año. Mientras tanto, el resto de las economías deberían seguir desacelerándose con excepción de China que podría continuar fortaleciéndose.
La recesión provocará seguramente una disminución de las ganancias corporativas y una caída del PIB de los países durante el primer semestre del año. Pero, simultáneamente, la reapertura de China podrá ofrecer un alivio para ciertos activos.
Según la directora de BofA Global Research, Candace Browning, “el año pasado se vio una volatilidad significativa en el mercado debido al aumento de la inflación, los riesgos geopolíticos y el aumento de los bancos centrales a un ritmo que no se había visto en décadas”.
Agregó que “en 2023, la inflación debería bajar, pero los bancos centrales tardarán en declarar la victoria. El próximo año seguirá presentando incertidumbres en los mercados, pero también oportunidades para los inversores dispuestos a ser pacientes y elegir sus posiciones con cuidado”.
De acuerdo con los estrategas de BofA, las macro clave para los mercados y la economía en el próximo año son las siguientes:
1. Los mercados activan el apetito por el riesgo a mediados de 2023
Se espera que la inflación, el dólar estadounidense y la política monetaria de la Reserva Federal alcancen su punto máximo en la primera mitad del año. En consecuencia, los mercados deberían tolerar más el riesgo en la segunda mitad de 2023.
Por lo general, el índice S&P 500 cae con fuerza seis meses antes del final de un período recesivo. Quiere decir que los bonos del Tesoro podrían ser más atractivos en el primer semestre de 2023 y la perspectiva para las acciones mejoraría en la segunda mitad del año.
Los expertos de BofA esperan que el S&P finalice el año en 4000 puntos y que las ganancias por acción del índice alcancen un total de 200 dólares para el año.
2. La recesión es casi inevitable en EE. UU., Europa y el Reino Unido
Se prevé la llegada de una recesión leve en los Estados Unidos durante el primer semestre del próximo año, aunque podría comenzar más tarde. También es probable que la zona euro caiga en recesión este invierno y comience luego a recuperarse, debido a que los ingresos reales y la presión generada por la demanda tenderán a endurecerse.
3. Altas tasas de interés en EE. UU. pero con tendencia a disminuir a finales de 2023
Otra previsión de los expertos es que se produzca una reversión de la curva de rendimiento y la volatilidad de las tasas de interés disminuya. En este escenario, los bonos del Tesoro a dos y diez años deberían terminar el año en 3,25%. Se prevé que los sectores económicos que resultaron afectados por el incremento de las tasas en 2022 se beneficien en 2023.
4. La reapertura de la economía de China continúa con algunos inconvenientes durante 2023
La gradual normalización de la actividad económica en China debería mantenerse en la primera mitad del año. Por lo tanto, se prevé que la mayor parte de las restricciones impuestas por el régimen chino sean eliminadas en el segundo semestre de 2023.
5. Los mercados emergentes deberían mejorar sus rendimientos
Tras un comienzo de año volátil, la perspectiva para los mercados emergentes debe tender a mejorar, después de que la inflación y las tasas de interés lleguen a su punto máximo tanto en Estados Unidos como en Europa.
La reapertura de China y su expansión económica deberían contribuir a fortalecer el comercio de los mercados emergentes. Incluso, se prevé que las acciones de China mejoren su perspectiva al revertirse las duras medidas dictadas bajo la política de COVID cero y sobre las propiedades.
6. Impulso de los metales con un aumento del precio del cobre
2022 fue un año particularmente malo para la industria de los metales industriales. Para 2023 se espera que los impulsores cíclicos y seculares del mercado, inyecten un fuerte impulso al precio de los metales.
Los estrategas pronostican una subida del cobre de un 20 % aproximadamente. Si bien la recesión en las principales economías del mundo son un factor negativo, la reapertura de China ofrece un estímulo para que se cumpla este pronóstico.
Con el precio dólar estadounidense alcanzando su punto máximo y una mayor inversión en las energías renovables para enfrentar el chantaje de Rusia contra Occidente, los efectos negativos que podría tener la recesión sobre el cobre deberían quedar compensados.
7. Precios altos del petróleo crudo por más tiempo
Se espera que las sanciones rusas, los bajos inventarios petroleros después del invierno, el crecimiento de la actividad industrial de China y la decisión de la OPEP de reducir la producción de crudo si la demanda se debilita, deberían mantener en un nivel alto los precios del petróleo.
Durante 2023 se estima que el precio del crudo Brent de referencia para Europa promedie los 100 dólares por barril. En tanto que durante la segunda mitad del año, el precio del crudo podría llegar a los 110 USD / pb.
8. El gasto de capital de relocalización se mantendrá alto a pesar de una recesión
Con un mercado laboral todavía fuerte, los criterios ambientales de inversión ESG, la desvinculación económica entre los EE. UU. y China y la desglobalización/relocalización deberían mantenerse sólidas ciertas áreas del gasto de capital, a pesar de la inminencia de una recesión global.
9. Baja un poco la presión sobre los precios a nivel de consumidor
En los Estados Unidos la presión de la inflación sobre los precios del consumidor tenderá a aliviarse. No obstante, también los consumidores estarán menos dispuestos a gastar por la disminución de los ingresos y el empeoramiento de los mercados laborales.
Se espera que el empleo tienda a relajarse el próximo año y que la tasa de desocupación en EE. UU. alcance un nivel máximo del 5,5 % durante el primer trimestre de 2024. Esto sin duda dificultará el gasto de los consumidores.
10. Los aumentos de la tasas de interés de la Fed llegan a su fin y mejora el crédito
Con las subidas de los tipos de interés llegando al final y una gestión de los balances de las empresas más conservadora, se espera que el crédito vuelva a un mejor momento. Con perspectivas de crecimiento más débiles y tipos de interés más altos, las empresas tenderán a cambiar sus prioridades.
La recompra de acciones y el gasto de capital pasarán a un segundo plano frente a la reducción de la deuda de las empresas. Se prevé que haya rendimientos corporativos totales de un 9 % aproximadamente en el crédito con grado de inversión el próximo año.
Por otro lado, se espera una tasa de incumplimiento máxima del 5 %, lo que sería bastante menos que lo registrado en recesiones pasadas.
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