- Las acciones en el mercado financiero de Estados Unidos se encuentran en un momento negativo en extremo para los capitales de inversión.
- 2022 es considerado como un año para el olvido y los inversores contemplan las estrategias para el próximo calendario.
- En este trabajo se analizan algunas de las probables tendencias que podrían adoptar los inversores.
No es exagerado decir que el 2022 fue, desde el principio, un año miserable para los inversores. Las políticas agresivas de la Reserva Federal arrojaron agua fría sobre los mercados, lo que generó grandes pérdidas en los principales activos financieros. En medio de una situación tan incierta, los poseedores de capital comienzan a explorar las principales tendencias de inversión para 2023.
Se debe adelantar que las condiciones macroeconómicas no experimentarían un cambio radical en comparación con la situación actual. En otras palabras, la inflación continuará como la principal protagonista en la economía. Este último hecho cobra fuerza si se dan por consumadas las posibilidades de una reducción de la intensidad de las subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal.
Si disminuye la agresividad de la Fed, es probable que la economía se caliente nuevamente. En caso de que los tipos bajen hasta el 3% a finales de 2023, la lucha contra la inflación podría prolongarse. Estos elementos son vitales a la hora de analizar el destino de los capitales para el año que está a la vuelta de la esquina. Se podría decir que el clima no será muy diferente al de 2022 debido a que las medidas del banco central no contemplan efectos inmediatos.
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Estas son las principales tendencias de inversión para 2023
Existen grandes probabilidades de que las principales tendencias de inversión para 2023 sean similares a las del año que termina. Durante 2022 se practicaron seis subidas de tipos (falta una) y los efectos sobre la inflación hasta ahora han sido tímidos. El empleo apenas comienza a sentir las medidas y el consumo minorista también mantiene cierta fortaleza.
En consecuencia, que la inflación baje en los próximos meses hasta el objetivo de la Fed del 2% parece que no está entre los planes de los analistas. De allí se puede inferir que los altos precios continuarán afectando la capacidad de compra de millones de personas en Estados Unidos. Al mismo tiempo, el banco central mantendrá unas tasas considerablemente altas a la espera de que la inflación manifieste síntomas claros de retroceso.
Ese “mientras tanto” podría prolongarse prácticamente por todo 2023, según expertos consultados en Forbes. Atendiendo ese posible contexto, estos podrían ser los campos de los inversores:
- Valores de protección del Tesoro.
- Activos alternativos.
- Criptomonedas.
Existen otras tendencias que podrían perfectamente estar en esta lista. Entre ellas se cuentan: la planificación patrimonial, el reanimado sector de energía renovable, los bonos de ahorro de serie I y otros. En esta lista de tendencias de inversión también podría figurar el infaltable “comprar bajo” de las common stocks. En todo caso, las tres tendencias de inversión enumeradas arriba son consideradas de manera arbitraria por este trabajo como las más candentes para el 2023.
Es seguro que las condiciones que caracterizaron el 2022 como un año negativo para los inversores no serán eternas. En ese sentido, el fondo de las acciones podría ser precisamente el próximo año. Debe tenerse en cuenta que el índice de referencia S&P 500 superó el mercado bajista durante la segunda mitad del año, lo que sugiere que el fondo ya estaría definido. Hasta ahora, el SP se encuentra en -17% con respecto a su pico reciente.
1. Sí, 2023 también será un año de inflación
Como ya se dijo arriba, las subidas de tipos no surtirán los efectos deseados sobre la inflación en un corto período de tiempo. Si a esto se suma la comentada baja de intensidad de los próximos incrementos, es de esperarse que una lenta caída del IPC. En pocas palabras, 2023 será un año de precios altos para los estadounidenses casi en la misma medida que 2022.
“Los analistas esperan que las medidas de la Fed tengan un efecto lento en la inflación, por lo que 2023, en cierto modo, será similar al 2022”
Los analistas de Morningstar creen que los tipos, sea cual sea el tope que alcancen, experimentarán bajas de 3% para finales de año. Así, si las tasas llegan al 5%, algunas reuniones del FOMC de finales de año tumbarán 200 puntos básicos. Como es de suponer, esto no sería una buena jugada si realmente se desea derrotar la inflación. Por otro lado, no se debe perder de vista que las decisiones de la Fed están estrechamente vinculadas a las cifras, lo que hace que esta predicción de Morningstar no sea del todo segura.
Pero sin contar esa hipotética bajada de tasas, la inflación permanecería alta durante buena parte del próximo año. Los estadounidenses se enfrentarían a precios altos en todos los bienes y servicios, desde las compras cotidianas hasta los coches, suscripciones y demás. Esto se traduce en que la capacidad de compra se mantendrá baja y, como consecuencia, el flujo de capitales hacia cierta clase de activos.
Este escenario convierte a los Valores de protección contra la inflación del Tesoro (TIPS) en una tendencia de inversión casi segura.
Aunque las acciones podrían ser nocivas para los capitales, la abstención de invertir también tendría efectos negativos dado al poder degradante de capitales de la inflación.
Los activos de refugio también se podrían contar en esta rama. Sin embargo, no se debe olvidar que el desempeño del oro y otros metales de reserva no ha sido convincente.
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2. Las inversiones en activos alternativos
Otro de los posibles destinos populares de los capitales podría ser el de las inversiones alternativas. Algunos activos subestimados o despreciados por los inversores estarían finalmente en sus portafolios durante 2023. Entre estos se destacan las materias primas. Las alternativas de inversión son casi una obligación independientemente de los factores colaterales, puesto que el dinero no puede permanecer ocioso.
Es de tener en cuenta que los activos alternativos se convierten en una pieza de gran valor por diversas razones. Vale la pena decir que tienen poca o ninguna correlación con las acciones y los bonos. Esto último les permite bloquear los daños de la volatilidad de la inflación y la recesión. Además, gozarían de un impulso mucho mayor en sus rendimientos si se les compara con las acciones de dividendos.
La mayoría de estas alternativas está restringida a un grupo selecto de inversores experimentados. Pero las circunstancias pondrían a una gran variedad de poseedores de capitales de inversión a colocar dinero en ellos. Entre los principales activos alternativos se cuentan las ya nombradas materias primas y futuros administrados por medio de una selección competitiva de fondos cotizados de bolsa (ETF) y fondos mutuos de valor bajo.
Aunque esta sea una inversión más costosa, la misma se vería compensada por el rendimiento de esos activos alternativos, comenta Forbes. De tal manera, esta podría ser una de las tendencias favoritas para las inversiones el próximo año. En lo que respecta a las materias primas, la elección se debe manejar con sumo cuidado teniendo en cuenta que una recesión fuerte llevaría al suelo la demanda de muchas commodities.
3. El mercado cripto entre las posibles tendencias de inversión
La tercera de las posibles plazas para los capitales, seleccionadas por este trabajo, son las criptomonedas. Se cuentan entre los activos más temidos de 2022 debido a los sucesos y a las aparatosas caídas que sufrieron. Para muchos analistas, la apuesta por las criptomonedas es “casi segura”, dado que su fondo es “evidente”.
En palabras sencillas, 2023 podría ser un año mejor para las criptomonedas, puesto que difícilmente podrían estar peor. En 2022, las condiciones macroeconómicas unidas a los escándalos, hackeos, fraudes y quiebras masivas de empresas del sector fueron noticia. Los principales activos del mercado cripto sufrieron pérdidas superiores al 70% llegando en algunos casos al 98%.
El resbalón de las criptomonedas arruinó los capitales de miles de inversores de todos los calibres, donde se incluyen los activos nacionales de El Salvador. Naturalmente, ese desolador panorama llevó el interés al mínimo. En medio de ese estado, es de esperarse un rebote. Al otro extremo, la correlación de estas monedas con las acciones de riesgo podría llevar a mayores caídas de valor. No se debe perder de vista que las consecuencias de la quiebra de FTX todavía no se han manifestado completamente.
A pesar del actual temor, el mercado cripto podría estar entre las tendencias de inversión para 2023. Una de las razones de esto es que las autoridades de Estados Unidos podrían dar pasos decididos en el terreno de la regulación, lo que eliminaría la anarquía de ese mercado y garantizaría un mínimo de seguridad para los inversores. Los legisladores lucen entusiasmados y las autoridades financieras avanzan en una CBDC.
Sea como sea, la inversión en monedas digitales siempre será un tema de alto riesgo debido a lo joven de ese mercado. No obstante, la debacle de este año podría ser la antesala para un bull-run de grandes dimensiones, los cuales no son raros en ese sector.