El economista jefe de Deutsche Bank, David Folkerts-Landau, augura una recesión “larga y profunda” en el Reino Unido mientras el Banco de Inglaterra intenta controlar la inflación. “Ese es el precio que tenemos que pagar por la estabilidad financiera y por ir por el buen camino”, indicó en una entrevista para Bloomberg.
La libra esterlina ha caído fuertemente entre agosto y septiembre. Para el 25 de septiembre de este año, cotiza a $1,08504, su nivel más bajo en 37 año. La última vez que la libra esterlina estuvo en estos niveles fue durante el mes de febrero de 1985, cuando cayó a $1,05200.
Folkerts-Landau dijo que el Banco de Inglaterra está entre dos y tres puntos porcentuales por debajo de lo que debería y que sería un “poco arriesgado” esperar hasta la próxima reunión programada en noviembre para hacer un movimiento. De todos modos, cree que es más probable que la libra vuelva a subir a 1,15 dólares a que alcance la paridad.
El economista celebró la “convicción” de las medidas del Reino Unido y cree que los recortes fiscales eran necesarios, pero cuestiona el momento. “El desempleo subirá significativamente y será una recesión dolorosa”, dijo. “Pero no creo que haya forma de evitarlo”.
Recorte de impuestos en Reino Unido
La primera ministra Liz Truss anunció junto con Kwasi Kwarteng, jefe del tesoro británico, una serie de medidas para hacerle frente a la inflación, cercana al 10% anual. Entre ellas, rebajar el tipo básico del impuesto sobre la renta al 19% para impulsar el crecimiento económico. La medida se pondrá en marcha sobre la renta a partir de abril de 2023.
Igualmente,se prevé una rebaja de la tasa sobre la compra de viviendas (el denominado stamp duty) en Inglaterra e Irlanda del Norte, elevando a 250.000 libras (286.000 euros) el precio de la vivienda a partir del cual se ha de pagar ese tributo. En el caso de las personas que adquieran propiedad por primera vez, el umbral se elevará de 300.000 a 425.000 libras (de 343.000 a 487.000 euros).
De esta manera, el coste total de los recortes fiscales asciende a casi 45.000 millones de libras (51.042 millones de euros) para 2027. Además, los anuncios implican que el endeudamiento del gobierno británico aumentará en 72.000 millones de libras (81.668 millones de euros).
La recesión acecha
La actividad económica en el Reino Unido se contrajo en septiembre a un ritmo que no se registraba desde enero de 2021, en pleno confinamiento, y es probable que el país ya esté en recesión.
“Las dificultades económicas del Reino Unido empeoraron en septiembre. El aumento del costo de vida, vinculado a la crisis energética, y la creciente preocupación por las perspectivas están frenando la demanda y afectando la producción en proporciones que no se veían desde 2009”, explicó Chris Williamson, economista de S&P Global, en un comunicado.
Justo antes del anuncio de Liz Truss, el Banco de Inglaterra subió los tipos de interés un 2,25% y advirtió de que el país estaba a las puertas de la recesión tras un crecimiento negativo en el último trimestre. De momento, la inflación ya está teniendo un impacto en la gasolina y en la cesta de la compra (el Reino Unido importa el 46% de los productos alimenticios).