- El rendimiento de los bonos del tesoro de EE.UU. es una variable clave para inferir las expectativas de los inversores.
- Los factores de riesgo sobre la economía parecen estar aplanando la curva de rendimiento, lo cual podría ser una señal de futura recesión.
- Sin embargo, aunque la mayoría de las veces ha ocurrido así en las últimas décadas, no siempre termina materializándose una crisis, o bien, lo hace al cabo de cierto tiempo (+ 12 meses).
En este interesante artículo conocerás sobre el rendimiento de los bonos del tesoro de EE.UU. y cómo se utiliza para señalar el estado de ánimo del mercado y las expectativas de los inversores.
Los bonos son un tipo de activo bursátil de renta fija, ya que pagan un interés periódico o cupón sobre el principal.
Sin embargo, su precio puede variar según la oferta y la demanda, lo cual afecta el rendimiento del bono en el mercado.
Los inversores sofisticados suelen destinar una fracción de su cartera a este tipo de activo a fin de equilibrar el riesgo.
La llamada curva de rendimiento de los bonos es un indicador muy seguido cuando se intenta cuantificar el riesgo de recesión en la economía de EE.UU.
Todo inversor que se precie de serlo debe saber interpretar este importante indicador y hoy, aprenderemos a hacerlo juntos.
Curva de rendimiento normal
Cuando invertimos en instrumentos de renta fija como los bonos se esperaría que a mayor plazo obtengamos un mayor rendimiento por nuestro dinero.
De este modo, si graficamos una curva de rendimiento con los diferentes plazos disponibles, dicha curva tendría pendiente positiva:
Mientras mayor tiempo esté comprometido nuestro dinero, mayor debería ser el rendimiento obtenido.
A esto se le llama “curva de rendimiento normal”. Es lo que la lógica indicaría.
“La curva de rendimiento no es más que la representación gráfica de las tasas de interés de los bonos y sus plazos de vencimiento”
Como puedes apreciar, la curva de rendimiento no es más que la representación gráfica de las tasas de interés de los bonos y sus plazos de vencimiento.
No hay que confundir el rendimiento efectivo del bono con la tasa fija o cupón que paga periódicamente. Son dos cosas distintas.
El precio de un bono puede cotizarse con prima o con descuento y en la medida que lo hace, su rendimiento tiende a variar.
Ese rendimiento efectivo es el que representamos en la curva de rendimiento.
¿Qué es una reversión de la curva de rendimiento?
Aunque parezca desafiar el sentido común, puede ocurrir un aplanamiento y reversión de la curva de rendimiento.
En ese caso, cuando la curva se revierte refleja una pendiente negativa:
Los bonos de corto plazo tienden a presentar un mayor rendimiento que aquellos de más larga duración.
¿Cómo puede ser posible que mi dinero rinda más a 2 o 3 años que a 10 años?
En principio parece irracional e injusto, pero puede suceder cuando los inversores prefieren colocar su capital a corto plazo porque no tienen confianza en el futuro.
Y eso no es lo peor, cuando la curva de rendimiento se revierte, por lo general, aunque no siempre, termina ocurriendo una recesión al cabo de cierto tiempo.
“La reversión de la curva de rendimiento se considera una señal de pesimismo y hasta cierto punto, un predictor de una posible recesión futura”
Es por ello que la reversión de la curva de rendimiento se considera una señal manifiesta de pesimismo y hasta cierto punto, un predictor de una posible recesión futura.
Como inversor debes estar muy atento a este indicador, independientemente del activo en el que operes.
En esta época de globalización de los mercados financieros se suele seguir el comportamiento de los bonos del tesoro de EE.UU.
Rendimiento de los bonos del tesoro de EE.UU.
Construir una curva de rendimiento tendría cierta complejidad y requeriría de mucha información sobre el mercado de renta fija.
Por ello, tomaremos un camino más expedito a través de un gráfico que refleje de alguna manera el fenómeno de reversión del que venimos hablando.
A través de las herramientas gratuitas del proveedor Tradingview usaremos un gráfico semanal comparativo de los rendimientos de los bonos del tesoro de EE.UU. a 10 y 2 años:
Por ser un gráfico comparativo en el eje derecho observamos los porcentajes de variación de los rendimientos.
La línea azul representa el bono a 10 años, mientras que la línea roja representa el bono a 2 años.
3 señales para reconocer la reversión de la curva de rendimiento
Ya sabes que no es lógico que los bonos a corto plazo rindan más que los de largo plazo, a menos que los inversores desconfíen del futuro.
1.- Máximo diferencial
A medida que la curva de rendimiento se va aplanando, el rendimiento de los bonos a 2 años tiende a aumentar más y más.
En nuestro gráfico llega un punto en el que la curva a 2 años (línea roja) corta de forma ascendente a la curva a 10 años (línea azul), o bien se va separando de ella cada vez más.
Esto ocurre cuando el spread del bono a 10 años sobre el bono a 2 años se va reduciendo, hasta que se hace negativo.
Luego, ese pesimismo va en aumento hasta que llega a un “Máximo Diferencial”, representado por un pico en la curva a 2 años.
Las variaciones del rendimiento a 2 años son mayores que las variaciones a 10 años.
Podemos ver como ocurrieron 3 máximos diferenciales en mayo de 2000, entre junio de 2006 y junio de 2007, y en noviembre de 2018.
2.- Crisis y ajuste
Ese pesimismo de los inversores es un termómetro que está ponderando los factores de riesgo sobre la economía de EE.UU. y el mercado de valores.
Si esos factores se deterioran más, al cabo de un tiempo se puede producir una recesión y una caída importante en la bolsa.
En nuestro gráfico esto va acompañado de un descenso en la curva de rendimiento a 2 años. La crisis está en pleno desarrollo.
El gráfico nos revela 3 períodos de crisis y ajuste en 2000-2001, 2007-2008, y 2019-2020.
Vale la pena mencionar que al período de crisis de 2019 le sigue una leve recuperación, que sin embargo, se ve interrumpida por la crisis del Covid-19 en 2020.
3.- Recuperación y expansión
Las fuerzas de la oferta y la demanda actúan y ponen las cosas en su lugar.
En la medida que la economía toca fondo y se recupera, el mercado de valores descuenta toda esa información y las expectativas de los inversores cambian: el futuro comienza a lucir mejor.
Llega un punto en el que la curva a 2 años corta de forma descendente a la curva a 10 años, permaneciendo por debajo de ella consistentemente.
Se normalizan los mercados y se obtiene un mayor rendimiento al invertir en bonos a largo plazo.
Esa fase de expansión supone una tendencia ascendente en el mercado de valores que continúa hasta que el ciclo vuelve a repetirse.
No obstante, es preciso aclarar que los períodos de expansión en la bolsa tienden a continuar hasta el “máximo diferencial”, ya que los cambios en las expectativas no se dan de la noche a la mañana.
“La curva de rendimiento se aplana y se revierte porque las expectativas de los inversores sobre el futuro de la economía o el mercado de valores son negativas”
La economía o el marcado de valores no caen porque se aplane y revierta la curva de rendimiento.
Más bien, la curva de rendimiento se aplana y se revierte porque las expectativas de los inversores sobre el futuro de la economía o el mercado de valores son negativas.
Se trata de una suerte de profecía autocumplida…
¿Se está revirtiendo la curva de rendimiento en 2022?
En nuestro gráfico comparativo ya se produjo un punto de corte ascendente de la curva a 2 años sobre la curva a 10 años.
Sin embargo, recordemos que esta no es una curva de rendimiento en sentido estricto, sino más bien una aproximación basada en las variaciones de los rendimientos.
Para hablar de reversión debe abrirse y consolidarse una brecha. Ya la brecha se abrió y ello es señal de alerta a juzgar por el comportamiento pasado de estas variables.
Pero, esa brecha debe consolidarse aún más.
Además, para hacer juicios más exhaustivos se suele trabajar observando varios plazos, como por ejemplo, con las curvas de rendimiento a 5 y 30 años.
Bonos a 10 años: ¿cómo lucen en este momento?
Veamos el gráfico mensual del rendimiento de los bonos del tesoro de EE.UU. a 10 años:
El gráfico demuestra que cada vez que se ha producido un descenso sostenido y profundo en los rendimientos a 10 años, por lo general, esto supone crisis y ajuste.
- Ocurrió luego de la explosión de la burbuja .com en 2000, para conectarse con la recesión de 2001.
- Ocurrió en 2007 como preludio y luego como confirmación de la Crisis Financiera de 2008.
- Ocurrió en 2019 luego del ajuste producto de la caída del mercado de valores chino, conectándose con la Crisis del Covid-19 en 2020.
Llama la atención la tendencia primaria bajista de los rendimientos a 10 años:
Si en virtud de los cambios, tendencias y reacomodos de los mercados financieros globales ahora los rendimientos a largo plazo son cada vez menores, entonces ¿significa esto que la posibilidad de crisis más recurrentes aumenta?
Cabe preguntarse si ya no hay mayor distinción entre el corto y el largo plazo.
¿Se debe esto a la cada vez mayor participación de los inversores minoristas en los mercados financieros actuales con su dosis de irracionalidad?
¿La presencia de las criptomonedas afectará el comportamiento tradicional de los mercados?
Todas estas son interrogantes pertinentes a la luz de la evidencia gráfica.
Pero de lo que no cabe duda es que como inversor debes estar atento a estas importantes señales que arrojan los rendimientos de los bonos del tesoro de EE.UU.
Tal y como comentaba Lucy Bayly para CNN Business el 26 de marzo:
“Una reversión no significa que las acciones estén a punto de colapsar: si bien una reversión generalmente indica que se avecina una recesión dentro de los siguientes 12 meses, a veces puede llevar años.
La curva se revirtió en 2005, pero la Gran Recesión no comenzó hasta 2007. La reversión más reciente, en 2019, generó temores de una recesión, que se materializó en 2020, pero eso se debió al Covid-19.”
Si quieres conocer otros indicadores para medir el estado de ánimo de la bolsa, consulta nuestro artículo: “Cómo medir el nivel de miedo en el mercado: el índice VIX”.