Los sindicatos CC.OO. y UGT reclamaron conjuntamente que el Gobierno discuta en la mesa de diálogo social el incremento del salario mínimo profesional. “Ahora que las previsiones económicas son favorables y empieza a crecer el empleo, es el momento de revalorizar el SMI”, dijeron en un comunicado.
María Jesús Montero, ministra de Hacienda, declaró después del Consejo de Ministros que el informe al respecto está prácticamente listo. “Será en esta semana cuando recibamos sus conclusiones, y ahí se marcará la cantidad a la que habrá que avanzar de forma progresiva”, indicó.
“Podremos discutir cómo se distribuye en 2022 y 2023 o si se incorpora en 2021. Es importante llegar al compromiso de que alcance el 60% del salario medio, pero también que sea compatible con la generación de empleo para que nuestro país pueda llegar a las cifras pre-pandemia y recuperar las expectativas que teníamos de crecimiento de la ocupación”, explicó la ministra.
De acuerdo con el borrador del documento, el salario mínimo debería subir entre 1.012 euros y 1.047 euros de aquí a 2023. La medida supone un incremento de entre el 6,5% y el 10,2%, pues actualmente los ciudadanos españoles perciben un ingreso mínimo de 950 euros.
Entonces, habría que aumentarlo entre 62 y 97 euros para reducir la brecha que separa al salario mínimo de llegar al 60% del salario medio. Sin embargo, la cifra calculada por los expertos aún no es la definitiva. En una semana publicarán una encuesta de estructura salarial con datos de 2019, lo cual podría modificar en menor medida el resultado final.
Comisiones Obreras, así como UGT, elogiaron el análisis técnico hecho por el comité de Trabajo. La patronal CEOE espera conocer los detalles del informe oficial. Por su parte, Cepyme advirtió que no es el momento de subir el salario mínimo, debido a las perspectivas económicas y la situación del mercado laboral.
Impacto del incremento del salario
Nadia Calviño, vicepresidenta de Asuntos Económicos, también pidió pausar el aumento del sueldo hasta que la recuperación económica sea vigorosa. Si bien mantiene su compromiso de subir el ingreso mínimo, considera que la prioridad debe ser reinsertar en el mercado a las personas que se quedaron sin trabajo por la pandemia.
Además, el comité de expertos de Trabajo solicitó que se hagan estudios sobre los posibles efectos que tendrá la medida en el mercado de trabajo. En 2019, el Banco de España determinó que el aumento del salario mínimo afectó negativamente el crecimiento del empleo, el cual apenas fue del 0,6% y el 1,1%. La entidad estima que hubo pérdida neta de entre unos 98.000 y 180.000 empleos.
Entre las personas que cobran el salario mínimo, la disminución de puestos de trabajo estuvo entre el 6% y el 11%. Aunque los sindicatos ven con buenos ojos dichos estudios, consideran que el efecto sobre el empleo a medio plazo es positivo. “La mejora del poder de compra de los perceptores del salario mínimo se traslada en gran parte al consumo y esto produce un aumento de la demanda”, aseguran.
La ministra Montero insistió en definir el ritmo de subida del salario. El objetivo del Gobierno es equilibrar el poder adquisitivo de los trabajadores y garantizar que no haya pérdida de empleos.
Para ello, fueron planteadas dos estrategias para llevar a cabo el aumento. La primera consiste en concentrar las subidas en 2022 y 2023. La segunda implica un incremento pequeño para este año, de entre 12 y 18 euros. Al final, el Ejecutivo es el que tiene la palabra final, pero tomará en cuenta la palabra de los sindicatos.