Un grupo de 90 empresas japonesas buscará vulnerabilidades de software en automóviles conectados. La decisión está en línea con las nuevas normativas del Ministerio de Transporte de ese país y de otras naciones que están desarrollando avanzando en la idea de evitar problemas de ciberseguridad.
Entre las 90 compañías están las gigantes del segmento, Toyota Motor y Nissan Motor, las cuales formarán un consorcio para proteger los coches conectados de los ciberataques.
Las compañías analizarán en conjunto sus softwares instalados en las unidades en busca de fallas de seguridad y compartirán información con el objetivo de prevenir ataques cibernéticos que secuestren o roben información.
Las empresas están fortaleciendo sus sistemas de seguridad en la medida en que vehículos autónomos se empiezan a hacer una realidad.
Empresas de tecnología de la información como, Microsoft Japan, Trend Micro, NTT Communications y Sompo Japan Insurance, se unirán a un grupo de fabricantes de automóviles, entre los que están los mencionados Toyota y Nissan, y con fabricantes de repuestos y de baterías, como Denso y Panasonic.
Prevenir ataques cibernéticos
En un automóvil conectado, partes como el motor, la caja de cambios y los frenos se controlan electrónicamente. Como parte del proceso, los datos sobre su estado operativo se envían a través de Internet.
Si hay un “agujero negro” de seguridad en el software que gestiona esos datos, podría ser interceptado o el propio vehículo “secuestrado” por un operador externo.
Cada mes, se detectan miles de vulnerabilidades de software en todo el mundo.
La idea es que una vez en funcionamiento la asociación, las fallas del software automotriz se extraigan y actualicen una vez a la semana.
Cada empresa comprobará sus propios sistemas para asegurarse de que el software que utilizan no se encuentra entre los que tienen “back doors” de seguridad.
Cada uno de los miembros del consorcio también recibirán ejemplos de métodos de piratería que se hayan informado en todo el mundo.
La industria se actualiza
Según datos de la industria, a las empresas del sector automotriz les cuesta entre 1,8 millones y 3 millones de dólares al año subcontratar compañías de investigación de software.
La alianza reducirá la carga financiera de los pequeños fabricantes de piezas que carecen de especialistas en esta clase de seguridad.
También mejorará la fiabilidad de los coches en su conjunto.
Esto será clave para Japón porque la Comisión Económica de la ONU para Europa ha adoptado directrices que exigen a los fabricantes mejorar la seguridad del software de los vehículos en general, y de los autónomos en particular.
Si la idea es sostenerse en los mercados, los programa que se utilicen deben ser seguros.
En Japón, el Ministerio de Transporte modificó la ley que regula el transporte en general de acuerdo con las últimas directrices de la ONU.
Los nuevos modelos de automóviles vendidos en Japón después de julio de 2022 que no tengan la posibilidad de actualizar sus software de forma inalámbrica, no serán aprobados para poder ser vendidos ni podrán circular por las carreteras del país.
Los objetivos de Toyota
Toyota Motor tiene como meta instalar tecnologías conectadas para 2022 en todos sus vehículos no comerciales a la venta en Japón y los Estados Unidos, comenzando con el Corolla hatchback y el último Crown.
Con estas tecnologías, los vehículos pueden “comunicarse” con los conductores, lo que teóricamente hace que la conducción sea más segura y eficiente.
En Estados Unidos, Subaru también anunció su objetivo de hacer que los servicios de automóviles conectados estén disponibles en más del 85 por ciento de los vehículos nuevos vendidos en Japón, Estados Unidos y Canadá para 2022.
Se estima que más de 100 millones de automóviles conectados estarán en las carreteras en 2035, lo que representaría el 96 por ciento de todos los vehículos vendidos ese año.
Sin embargo, su vulnerabilidad a los ciberataques está impulsando a las empresas, desde proveedores hasta aseguradoras, a desarrollar soluciones que protejan a todo el sistema.
Algunos países y grupos de la industria también están preparando normas para todo el mercado, el acuerdo de las empresas de Japón es un ejemplo.
El tema es muy importante. Hay que recordar que hace unos años, dos investigadores lograron desactivar de forma remota el motor de un Jeep Cherokee mientras estaba en funcionamiento, lo que resultó en que Fiat Chrysler Automobiles retirara del mercado 1,5 millones de estos vehículos en los Estados Unidos.
Los automóviles fabricados por Toyota, Ford y Tesla se encuentran entre los que más han sufrido ataques de piratas informáticos en experimentos organizados.
Los hackers pudieron enviar comandos a la red de los vehículos para controlar el frenado y la aceleración, potencialmente apoderarse de claves y certificados, escuchar lo que se habla por teléfono e incluso sobrescribir comandos.