Los estadounidenses Peter Taylor y su padre, Michael Taylor, encubrieron a Carlos Ghosn, el ex presidente de Nissan, dentro de una maleta para instrumentos musicales.
Lo reconocieron ambos en el comienzo del juicio que se está llevando a cabo en Japón.
Así, como se presumía, el ejecutivo logró pasar los controles realizados en los aeropuertos en una operación que tuvo un costo de aproximadamente un millón de dólares, según reconocieron los mismos involucrados.
Los Taylor fueron acusados de contribuir con la fuga de Japón del que fuera el máximo responsable de la alianza Nissan – Renault – Mitsubishi cuando el CEO estaba en libertad bajo fianza esperando su juicio en 2019.
Padre e hijo se declararon culpables al comienzo de esta semana, en la jornada inaugural del litigio.
Los Taylor y la huída de Ghosn
La agencia de noticias con sede en Tokio, Kyodo News, señaló que antes de presentarse en el Tribunal de la capital japonesa, el ex miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos, Michael Taylor (60 años) junto a hijo Peter (28) aceptaron lo que se suponía: que fueron ellos dos los que ayudaron al empresario para que logre su objetivo de escaparse del país.
Además, indicaron que fue la esposa de Ghosn quien los contactó y les hizo el pedido de forma directa.
Cabe aclarar que en Japón los que se declaran culpables son llevados a juicio igualmente, pero su colaboración con la causa casi siempre determina penas de menor rango o hasta el levantamiento de las condenas si la causa así lo amerita, a veces sin tener que ir a la cárcel.
La acusación presentada en contra de los Taylor se produjo porque la investigación llegó a la conclusión que ellos contribuyeron con el escape de Ghosn.
La fuga fue desde la propia vivienda en la que estaba residiendo en la capital japonesa mientras se encontraba disfrutando de su libertad bajo fianza. Allí había llegado desde la prefectura de Osaka, donde estaba en los últimos días del año 2019. Desde allí, se tomó un vuelo de forma clandestina.
Cómo se escapó de Japón
Ghosn estuvo oculto en el interior de una maleta para instrumentos que logró pasar los controles del aeropuerto, utilizando para ello un instante en el que el sistema de monitoreo no lo captaba.
Luego se trasladó a un avión privado que se ocupó de llevarlo hacia El Líbano, aunque con una escala en Turquía. Todo esto a pesar de que el ex directivo de Nissan estaba limitado para salir de los límites de Japón, ya que esa era una de las cláusulas de la fianza.
Michael y su hijo están en Japón, pero hicieron todo lo posible para no ir hacia allá porque entendían que podrían recibir castigos análogos con la tortura si se ejecutaba el pedido de extradición hacia ese país.
El subjefe de la Fiscalía de la capital japonesa, Hiroshi Yamamoto, se rehusó a hablar de dicha causa, pero la prensa de Tokio sacó a la luz que los dos estadounidenses habían admitido las ilegalidades cometidas en el interrogatorio realizado por vía online.
Los medios japoneses dicen que Taylor hijo reconoció que ayudó a Ghosn a fugarse a cambio de casi millón y medio de dólares.
La fuga de más del millón de dólares
El segundo periódico más popular de Japón, Asahi Shimbun, indicó que ambos señalaron que casi todo el dinero cobrado al empresario fue usado para los preparativos para la huída. Entre esos gastos estuvieron los costos del alquiler del avión.
De esta forma, aseguran que en realidad no recibieron una suma de dinero significativa por su contribución.
El ex presidente de Renault, que tiene tres nacionalidades (francesa, brasileña y libanesa), permanece desde entonces en la capital de Líbano, Beirut, que no posee un tratado de extradición con el país asiático.
En mayo del año pasado, las autoridades de Estados Unidos detuvieron a los Taylor en el estado de Massachusetts luego de que la fiscalía japonesa realizara una petición. Finalmente fueron extraditados a Japón a principios del corriente año como consecuencia del rechazo de la apelación presentada por ambos a la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Ghosn y sus problemas
Ambos se encuentran en la capital japonesa, más precisamente en el centro de detención donde el empresario Ghosn estuvo en 2019 por más de tres meses, con anterioridad a su libertad bajo fianza.
Allí están bajo la custodia de las autoridades de ese país.
El ex directivo de la alianza estratégica Nissan-Renault-Mitsubishi, y que además en algún momento fue un magnate con muchísima importancia y riqueza dentro de la industria automotriz, fue detenido por primera vez en Japón a finales del 2018, luego de ser acusado por una serie de irregularidades en sus finanzas y por abusos de confianza.
Después de que se emitiera una alerta roja de la Interpol por pedido de Japón, Carlos Ghosn fue citado a declarar en el país oriental al que huyó (Líbano) y negó los cargos que se le estaban imputando.
Además, dijo que fue víctima del fabricante japonés, donde dijo que otros ejecutivos organizaron un complot con el objetivo de deshacerse de él mientras se negociaba la posibilidad de otorgarle mayor poder a Renault, el socio francés en la alianza.